Aquí estoy a las dos de la tarde delante del ordenador dispuesta a contaros el segundo día que pasamos en Chiclana, aquí está mi cuerpo físico (muerto de calor) mi mente está allí, concretamente en una tumbona, coca cola en mano y la mar de feliz.
La voy a hacer volver a la pobre (yo) porque tiene que trabajar, hay mucho que contar…
El segundo día empezó con un paseo por la playa, unas cuantas fotos saltando (nos encanta saltar) y una clase de paddle surf, que iba a ser en el mar, pero por esas cosas de la naturaleza el día salió airoso y se cambió mar por piscina.
El riesgo era que una de nosotras apareciera en Gibraltar y claro, no era plan.
Así que por turnos y en la piscina empezamos a hacer migas (pocas) con la tabla, fue una experiencia muy chula que me ha dejado con muchas ganas de practicarlo en el mar.
Ya veremos cuando.
Después de la mano de Rebeca tuvimos una “cosméticata” con los productos de Esdor y los vinos de la bodega Matarromera.
De ahí nos fuimos a comer a un chiringuito cercano donde estaba todo buenísimo y vuelta al hotel, tocaba disfrutar de nuestro tratamiento con Esdor.
Antes tuve media horita para tomarme un cafecito con Jazmín y Álvaro, dos seguidores del blog a los que me hico muchísima ilusión poner cara, son encantadores.
Y llego el momentazo…
(foto de la cabina)
Una cabina con poca luz, música relajante, velas, una camilla y una bañera. Sí, una bañera.
Tocaba relax con la línea Vid Professional de Esdor y el ritual ¨Gran Reserva Experience¨, dos horas dedicadas al cuerpo y también al alma, estos fueron los pasos:
Exfoliante corporal tonificante
No se a vosotras, pero mi momento favorito de los tratamientos corporales siempre es la exfoliación.
El de Esdor lleva pepitas de uva verdejo, aceite de pepita de uva y azúcar moreno.
Envoltura corporal detox-relax antioxidante
Lleva polifenoles de uva tempranillo y lo que hace es reparar y regenerar la piel además de eliminar toxinas.
Manteca corporal hidro-nutritiva
Y aquí es donde llego el masaje… masaje que se supone iba a ser relajante y que yo pedí descontracturante.
Llevaba varios días con el cuello y las cervicales fatal y me lancé. Pasé un rato malo, muy malo, pero ayyyy al salir, al salir no me dolía nada y me sentía fenomenal.
La manteca te deja la piel suave y perfecta, es una maravilla.
Baño de uva antioxidante,
La piscis se lanzó a la bañera como se lanza uno a por un vaso de agua en pleno desierto, ¡ansiosa!
Una bañera con hidro-masaje y unas gotas del líquido relajante de Esdor.
Después de 20 minutos sentía que estaba flotando.
Aceite de pepita de uva antioxidante
El tratamiento llegaba a su fin y nada mejor que terminarlo con un masaje (esta vez relax) con el el aceite de pepita de uva antioxidante de Esdor.
Lleva pepita de uva y vitamina E.
Voy a ser mala y os diré que este aceite no está a la venta pero yo lo tengo, nos regalaron un bote, ayns.
Durante el tratamiento también hubo un ratito para el rostro con su limpieza, su mascarilla, su masaje, su suero y su crema.
Salí de la cabina nueva, relajada, feliz y con muchas ganas de meterme en la cama pero no se podía, teníamos cena.
Así que subimos a la habitación, nos cambiamos y bajamos al restaurante a disfrutar de otra riquísima y baja en calorías cena.
Después un rato a la discoteca, unos cuantos cotilleos más de habitación y a dormir, al día siguiente tocaba volver a la rutina.
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