La ansiedad se ha convertido en una de las enfermedades mentales más prevalentes en la sociedad moderna. Con el ajetreo diario, las presiones laborales y sociales, y la constante exposición a estímulos estresantes, no es de extrañar que cada vez más personas se vean afectadas por este trastorno. A continuación, exploraré las 10 causas de la ansiedad más comunes en 2024, así como posibles tratamientos y cómo yo he enfrentado algunas de estas causas en este último año.
1. Estilo de vida frenético
En la sociedad moderna, el ritmo de vida es estresante por definición. Estamos constantemente corriendo de un lugar a otro, tratando de cumplir con múltiples responsabilidades y compromisos. Este estilo de vida agitado puede generar estrés crónico, que a su vez puede desencadenar ansiedad.
Para contrarrestar esto, es importante practicar técnicas de manejo del estrés como la meditación, el yoga, el ejercicio regular y una mejor alimentación. Aún así, y desde mi experiencia personal, estos consejos no son la clave. Ayudan, pero no sirven de mucho si aquello que supone la fuente principal de estrés no es identificada o cambiada.
Durante un año, en 2023, traté de reducir mi sintomatología ansiosa haciendo todo tipo de cambios en mi estilo de vida. Desde mejorando mi dieta, obligándome a meditar, yendo a terapia, probando antidepresivos, ejerciendo técnicas de respiración, etc etc… aunque la sintomatología se redujo, y sobre todo gracias a ejercer la terapia de exposición a la ansiedad, nada de ello erradicaba la causa principal de mi ansiedad: el trabajo y la autoexigencia que tenía conmigo misma.
A raíz de tomar la decisión de dejarlo y aceptar que debía de cambiar de entorno, todo empezó a mejorar a una velocidad imparable.
Aquí he de decir que sé que en muchos casos la vida no permite hacer este cambio, pero creo que no exagero si digo que de entre las 10 causas de la ansiedad más comunes, si tomamos una decisión rotunda que la ataje (ya sea dejar un trabajo, una relación, un lugar que nos hace daño...), el consumo de antidepresivos global sería mucho menor.
2. Presión social
En la era de las redes sociales, estamos constantemente expuestos a la presión social. La comparación con los demás, el miedo al rechazo y la necesidad de encajar pueden contribuir significativamente a los niveles de ansiedad.
Es fundamental recordar que las redes sociales suelen mostrar una versión idealizada de la realidad y que no debemos compararnos con los estándares irreales que se presentan en línea. La terapia cognitivo-conductual puede ser útil para cambiar patrones de pensamiento negativos y mejorar la autoestima.
3. Incertidumbre laboral y económica
La inseguridad en el trabajo y las preocupaciones económicas son desencadenantes importantes de la ansiedad para muchas personas. El temor a perder el empleo o no poder llegar a fin de mes puede generar una gran cantidad de estrés y preocupación. Es crucial establecer un plan financiero sólido y buscar apoyo profesional si es necesario.
Además, desarrollar habilidades de afrontamiento y resiliencia puede ayudar a gestionar la incertidumbre de manera más efectiva.
4. Aislamiento social
La falta de conexiones sociales sólidas y el aislamiento pueden aumentar el riesgo de ansiedad. El ser humano es una especie social por naturaleza, y la falta de interacción interpersonal puede tener un impacto significativo en la salud mental. Para combatir el aislamiento, es importante cultivar relaciones significativas, ya sea a través de actividades sociales, grupos de apoyo o terapia.
5. Trauma emocional
El trauma emocional no resuelto puede manifestarse en forma de ansiedad. Los eventos traumáticos del pasado pueden dejar cicatrices profundas en el alma y generar un miedo constante al peligro o la vulnerabilidad. La terapia de trauma puede ayudar a procesar experiencias dolorosas y aprender a manejar las emociones de manera más saludable.
Trabajar traumas enquistados del pasado no tienen por qué ser la solución final pero desde luego ayudan en el proceso de mejora.
6. Perfeccionismo o autoexigencia
El perfeccionismo es una causa común de ansiedad en la sociedad moderna. La búsqueda implacable de la excelencia puede generar una gran cantidad de estrés y autocrítica, lo que a su vez puede desencadenar episodios de ansiedad. Es importante aprender a aceptar la imperfección y valorar el progreso sobre la perfección absoluta. La terapia de aceptación y compromiso (ACT) puede ser beneficiosa para trabajar en la flexibilidad mental y reducir el perfeccionismo maladaptativo.
7. Sobrecarga de información
Vivimos en la era de la información, donde estamos constantemente bombardeados con noticias, correos electrónicos, notificaciones de redes sociales y mensajes de texto. Esta sobrecarga de información puede resultar abrumadora y contribuir al estrés y la ansiedad. Es fundamental establecer límites saludables con la tecnología y practicar la desconexión digital regularmente.
8. Falta de sueño
El sueño juega un papel fundamental en la salud mental y el bienestar emocional. La falta de sueño puede aumentar los niveles de estrés y ansiedad, lo que a su vez puede dificultar aún más conciliar el sueño. Es importante priorizar el descanso adecuado y establecer una rutina de sueño consistente. La higiene del sueño, que incluye evitar la cafeína y la pantalla antes de acostarse, puede ayudar a mejorar la calidad del sueño y reducir la ansiedad.
Si ésta no es una de las 10 causas de la ansiedad más importantes, definitivamente la agrava. Generalmente no se presenta como la causante principal, pero en una persona que tiene un trastorno de ansiedad, suele aparecer como sintomatología, que en definitiva acaba alimentando “al monstruo” dándole de comer su plato favorito.
9. Preocupaciones sobre el futuro
La preocupación excesiva por el futuro es una causa común de ansiedad. El temor a lo desconocido y la anticipación de eventos negativos pueden generar un ciclo de ansiedad constante. Es útil practicar la atención plena y centrarse en el momento presente en lugar de preocuparse por lo que podría suceder en el futuro. El autor de este artículo ha encontrado consuelo en la práctica de la atención plena y la gratitud diaria, lo que le ha ayudado a reducir la preocupación y la ansiedad sobre el futuro.
Al igual que la anterior, en la persona con trastorno de ansiedad, ésta es una de las 10 causas de la ansiedad más visibles. Las preocupaciones sobre el futuro hacen que no nos centremos en el momento presente, viviendo en un futuro que probablemente nunca llegue y que solo nos causa un daño constante aunque el peligro no sea ni real.
10. Desequilibrios químicos en el cerebro
Por último, pero no menos importante, los desequilibrios químicos en el cerebro pueden desempeñar un papel significativo en el desarrollo de la ansiedad. Los neurotransmisores como la serotonina y la dopamina juegan un papel crucial en la regulación del estado de ánimo y la ansiedad. En algunos casos, puede ser necesario recurrir a la medicación para corregir desequilibrios químicos subyacentes. Sin embargo, es importante combinar el tratamiento farmacológico con terapias alternativas como la terapia cognitivo-conductual o la terapia de exposición para abordar las causas subyacentes de la ansiedad.
En este apartado, me gustaría recalcar que a día de hoy estos desquilibrios químicos se diagnostican como la causa y no un síntoma más. Yo fui personalmente diagnosticada con trastorno disfórico premenstrual, como causante de mi ansiedad, y durante mucho tiempo lo llevaba por bandera. Y sin embargo, fue dejar de lado la fuente de ansiedad y este desapareció casi por completo… así que antes de que te asignes la etiqueta, es importante que hagas terapia y analices si realmente tienes un trastorno químico, o este trastorno no ha sido causado por cualquiera de las 10 causas de la ansiedad más comunes.