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Llevo varios meses intentando hacer el cambio de armario, pero un día es verano, otro primavera y otro otoño, así que este año me está costando más que nunca. En el post de hoy os cuento mis trucos para hacer el cambio de temporada en el armario sin morir en el intento. Espero que os puedan ser de ayuda para no acabar mareada y tomando decisiones equivocadas.
En mi caso, por ejemplo, no tengo un vestidor al uso, sino una habitación destinada a este fin. Como tengo bastante espacio no necesito mover todas las prendas en cada cambio de temporada, hay prendas que permanecen todo el año en las perchas, os cuento como lo organizo:
Lo primero que retiro son las prendas de la temporada que se acaba, en este caso: shorts y faldas veraniegas, camisetas y tops de tirantes, vestidos de playa, largos, palabras de honor, etc. En este punto aprovecho para deshacerme de alguna prenda que ya esté muy estropeada y apartar alguna otra que llevo varios veranos sin ponerme.
A continuación hago lo mismo con el calzado, retiro sandalias y chanclas, guardo cada par en una caja de zapatos (y del mismo modo me deshago de lo que ya no está en muy buenas condiciones y aparto lo que ya no me gusta o no me va bien).
Una vez he guardado toda la ropa que no usaré durante los próximos 6 meses, saco la ropa de abrigo. Los pantalones, faldas y jerseys los tengo guardados en cajas, en los altillos, y los abrigos y vestidos en otro armario cerrado. Este también es un buen momento para hacer "selección", quizá la temporada pasada cuando guardaste ese jersey o ese pantalón, no viste que estaba roto, o muy gastado. Antes de volver a meter las prendas en el armario, revisa las prendas y tíralas o arréglalas, pero no vuelvas a meter prendas "inútiles", que solo ocuparán espacio y te molestarán a la hora de buscar otras piezas.
En mi caso, tengo las prendas organizadas por familia: blusas, camisetas, faldas, pantalones, vestidos, americanas, jerseys, abrigos, zapatos, pañuelos... de esta manera, con solo un vistazo, puedo ver lo que me falta (si miro mis camisas, por ejemplo, veo rápidamente que tengo muchas blancas y pocas estampadas...) lo cual es muy útil cuando queremos detectar qué es lo que nos falta o falla en nuestro vestuario.
Un armario perfecto no se consigue de la noche a la mañana, si quieres un cambio y en definitiva un armario perfecto, te cuento cuales son las 3 REGLAS DE ORO:
· Elimina: lo que no te va (por color, talla o forma, esas prendas que nos empeñamos en quedarnos porque nos adelgazaremos, porque nos gusta -pero nunca nos hemos puesto después de 5 años-... es momento de decirles adiós).
· Conserva: lo que tiene arreglo (con costura, añadiéndole un complemento) y las prendas de buena calidad.
· Renueva: las prendas básicas (camisetas, vaqueros, cárdigans...) hay que renovarlas porque se les da mucho uso.
La ropa que vayas a tirar, porque realmente está perjudicada, métela en una bolsa de basura negra (para no ver lo que metes dentro y evitar tentanciones de volverla a sacar) y tírala ese mismo día.
Con la ropa que está en buen estado y hemos ido apartando podemos hacer varias cosas: donarla, regalarla, venderla... O hacer un Mercadillo solidario de Intercambio, esto lo saqué del blog COSMÉTICA QUE SÍ FUNCIONA y me pareció un plan perfecto para las largas tardes de invierno.
¿Te ayudo con la lista de la compra?
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Y tú ¿has hecho ya el cambio de armario?
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*photo credit: the cherry blossom girl via photopin cc