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10 consejos de P. D. James para escritores II

Publicado el 13 abril 2015 por Ana Bolox @ana_bolox

10 consejos de P. D. James para escritores II

10 consejos de P. D. James para escritores II

Si en la primera entrega de esta breve serie, veíamos y comentábamos los 5 primeros consejos de PD James para escritores, en esta ocasión comenzamos la semana con la segunda, en la que hablaremos de los 5 siguientes..

10 consejos de P. D. James para escritores II

Vamos a ello.

6. Disfruta tu propia compañía

La de escritor es, sin duda, una carrera solitaria, aunque sospecho que quienes la encuentra enormemente solitaria no son en realidad escritores. Creo que si tú lo eres, te darás cuenta de lo valioso que es el tiempo cuando estas absolutamente solo y en completa armonía con tus personajes. Creo que la soledad es un requisito necesario para la mayoría de los escritores. [...]. Yo jamás me he sentido sola como escritora, aunque conozco gente que sí se siente así.

De acuerdo al cien por cien con P. D. James respecto a este consejo. Quizá no sea aplicable a todos los escritores. Hay quien necesita llevar su labor a cabo en una cafetería, rodeado de gente y sintiendo el ruido que la vida produce a su alrededor. Alguna vez me he visto en esa circunstancia y, salvo que haya alguien cerca de mí que tenga una conversación en voz demasiado alta, el ruido monótono de fondo no me perturba para escribir, ni el ir y venir de la gente. Cuando escribo, estoy tan metida en mi mundo que es difícil sacarme de allí.

Sin embargo, prefiero la soledad y el silencio de mi estudio. Lo confieso, soy una persona solitaria, a la que le gusta estar consigo misma y que vive en un universo sin ruidos. Ése es un mundo perfecto para mí, de modo que, ¿cómo podría no estar de acuerdo con P. D. James en este punto?

7. Elige un buen escenario para tu novela

Hay algo que siempre destaca de una novela. Para mí es el escenario. Creo que respondo con vigor a lo que llamo el "espíritu del lugar". Recuerdo que, mientras buscaba una idea en el Anglia Oriental, de pie, en una playa solitaria, cerré los ojos y escuché el sonido de las olas rompiendo contra los guijarros de la orilla. Luego, los abrí y pasé de ver el peligroso y frío Mar del Norte a mirar más allá. Desviada la atención de lo que realmente veía, esta solitaria franja de playa se convirtió en la enorme, vacía y de contorno firmemente delineado central nuclear de Sizewell. En aquel momento supe que tenía una novela. La titulé "Intrigas y deseos".

No sé qué decir respecto de este consejo. Aún tengo que aprender bastante sobre el escenario de una novela. No tanto en lo que se refiere a la teoría y a la técnica, como a su práctica. Para mí, lo que brilla cuando aparece una idea son los personajes. En seguida los veo moviéndose, leo sus mentes y corazones, y empiezo a comprenderlos y a interesarme por ellos. Luego, con el tiempo y las aventuras que corremos juntos, acabo por quererlos.

8. Nunca salgas de casa sin un cuaderno

Jamás salgas sin un cuaderno, porque puede que te encuentres con el rostro que estabas buscando, la cara que necesitabas para uno de tus personajes. Puede que veas un lugar y halles las palabras perfectas para describirlo. Yo lo hago cuando estoy escribiendo. Creo que llevar un cuaderno contigo es un consejo muy sensato que todos los escritores deberían seguir.

En efecto, este es un consejo que todo escritor debería seguir. No sé por qué yo no me lo aplico. Nunca encuentro el cuaderno adecuado, siempre confío en mi memoria, pese a que falla más que escopeta de feria y, al final, cuando he tenido una idea y llego a casa, no la recuerdo; o cuando ha surgido en casa, la anoto en un papel que luego pierdo.

Confesado el pecado, me siento incapaz de hacer propósito de enmienda. No sé por qué me cuesta tanto lo del cuadernito de marras.

9. Nunca hables de un libro hasta que esté terminado

Jamás hablo de un libro antes de haberlo terminado y nunca se lo muestro a nadie incluso cuando ya lo he acabado, excepto a mi editor y a mi agente. Luego, viene un espantoso tiempo de espera hasta que me llaman.

Aunque, cuando lo envío, me siento bastante segura de lo que he escrito, siempre te asaltan esos momentos en los que piensas: "Vale, se lo envié el viernes, para el sábado por la noche deberían estar llamándome y diciéndome lo fabuloso que es".

Personalmente nunca he tenido esta experiencia, puesto que hace ya mucho tiempo que decidí no introducirme en el laberíntico mundo de las editoriales. Por otra parte, no tengo agente y de momento no veo la necesidad de buscar uno. Cuando autopubliqué mi primer volumen de , el proceso lo dirigí yo de principio a fin, de modo que no esperaba ninguna llamada y eso, quizá, me hizo sentir no sólo tranquila, sino también muy libre.

Tal vez si un lector que llegue a esta entrada ha pasado por esa experiencia, pueda hablarnos de ella y contrastar sus vivencias con el consejo de P. D. James. De ser así, lo espero en los comentarios

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10. Aprende a saber cuándo parar

Soy afortunada por haber escrito tantos libros, en serio, y ha sido una fuente de alegría para mí. A medida que se envejece, cada libro se torna más difícil. Lleva más tiempo lograr que la inspiración llegue, pero el secreto de ser escritor es que necesitas escribir. En este momento, estoy trabajando en otra historia de detectives. Parece que para mí es importante escribir una más, pero creo que es igualmente importante saber cuándo parar.

Algunos escritores, en especial los de ficción detectivesca, han publicado libros que no deberían haber publicado. No creo que mi editor me permita hacer eso, ni tampoco mis hijos. Espero saber por mí misma cuándo un libro merece ser publicado. Creo que mientras viva, escribiré. Llegará el momento de dejar de hacerlo, pero probablemente ese momento coincidirá con el instante en que yo también me detenga.

Estoy de acuerdo con ella en que un escritor debe saber cuándo parar, o al menos no lanzarse a publicar si no está seguro de que lo que ha escrito es bueno. Ahora bien, cuándo le llega ese momento a cada escritor es algo demasiado personal para fijar una regla. Hoy por hoy, aún soy relativamente joven, de modo que, en lo que a mí respecta, creo que todavía hay futuro por delante.

Es un consejo entrañable, este décimo con el que termina P. D. James y que suena a despedida. Ahora que, para desgracia nuestra, sus seguidores, ya se "ha detenido", nos queda aquello que escribió. Y fue mucho.

11. ¡Escribe!

Así que el undécimo consejo, no de ella, sino mío en esta ocasión es: escritor, no pierdas el tiempo y escribe. Escribe mucho.

Fotografía: George Yanakiev, Stocksnap.io.


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