Estamos en plena Semana de la Lactancia Materna, la que se celebra exactamente entre el 1 y el 7 de Agosto de este año 2014, y cómo ustedes sabrán si ya leyeron algunos de mis posts, la lactancia es un tema recurrente entre ellos, ya que logramos establecerla a pesar de los prejuicios y las críticas, y aunque esta lucha me costó unas cuantas lágrimas, la lactancia a demanda por fin triunfó. Por eso es que no podía dejar de escribir algo en esta Semana de la Lactancia Materna, una semana tan importante y significativa tanto para mamás como para bebés, en la que se conmemora la Declaración de Innocenti, formulada en agosto de 1990 con el fin de proteger, promover y respaldar la lactancia materna.Y para hacer honor a esta semana tan importante en el crecimiento y desarrollo de nuestros niños, quiero hacer mi aporte, con 10 consejos para establecer la lactancia: 1.- Información: Antes del nacimiento de nuestro bebé, es preciso buscar información sobre lactancia. En mi caso no lo hice, solo busqué información sobre embarazo y parto, por eso las dificultades de la lactancia me tomaron por sorpresa. Desde mi experiencia recomiendo buscar información, consultar con especialistas y con otras mamás, tanto sobre las formas para superar las dificultades, como también sobre lo importante que resulta la lactancia para el desarrollo de nuestro bebé. 2.- Formar una red de apoyo: Una vez que hayamos conseguido la información necesaria, debemos intentar formar una red de apoyo para esos primeros momentos críticos de la lactancia. Generalmente ni nosotras ni nuestro entorno conoce lo difícil que puede llegar a ser establecer la lactancia, por eso recomiendo, una vez que nosotras hayamos tomado conciencia de ello, ayudar a nuestras personas cercanas a hacerlo también, compartiendo con ellos la información que hayamos obtenido. Debemos comentarles que hemos decidido luchar por establecer la lactancia, y que necesitamos de su apoyo y su confianza en nosotras. 3.- Conseguir los elementos necesarios: Lo que a mí parecer no puede faltar es lo siguiente: crema de caléndula (en grandes cantidades) y aireadores de pezón (constantemente para permitir una correcta cicatrización de las grietas). 4.- Confianza en vos misma: Soy una creyente de que querer es poder, y en la lactancia mucho más. Somos mamíferos y la lactancia es simplemente la proyección de nuestra naturaleza mamífera. Puede ser difícil? sí. Puede ser doloroso? sí. Pero está en nuestra naturaleza hacerlo. Y si es dífícil y doloroso, solo lo será un breve tiempo (un par de días), luego solo quedará un leve recuerdo de eso y todo el sabor dulce de nuestro triunfo. Si te informas sobre todos los beneficios de la leche materna para tu bebé, esas dificultades te parecerán pocas para todo lo bueno que la lactancia implica. 5.- Pedir ayuda: Los primeros días pueden llegar a ser muy agobiantes, todo es nuevo, hay un aprendizaje y una exigencia constantes. Probablemente no puedas hacer nada en la casa, porque el bebé demandará mucho de tu tiempo y de tu energía. No dudes en pedir ayuda para las tareas cotidianas, porque hasta las más simples se pueden volver complicadas: preparar una comida, hacer una compra, barrer el piso. 6.- Tomar mucha agua: Recuerdo que los primeros días de nuestra lactancia sentía calambres y los labios secos. Es como si todo el líquido de mi cuerpo se hubiera dirigido a producir leche. Probablemente no sea para tanto, pero sí es cierto que el organismo precisa de mucho más líquido para la producción de leche. Mi técnica para no olvidarme, fue tomar dos vasos de agua cada vez que daba el pecho. 7.- Dormir y descansar: Los primeros días después del nacimiento de nuestro bebé es difícil dormir bien, las noches se dividen en tramos de tres horas o menos, nuestro sueño se ve interrumpido constantemente por llantos, teteadas y pañales sucios. Por eso es importante que seamos conscientes de que nuestro descanso será distinto del que conocíamos, y que ahora debemos sincronizarlo con el descanso de nuestro bebé: si el bebé duerme, nosotras también debemos dormir (es un consejo antiguo y muy válido). El estrés es el peor enemigo de la lactancia.
8.- A demanda: Si queremos producir la cantidad de leche que nuestro bebé realmente necesita y lograr que esa producción se mantenga en el tiempo, es preciso que demos de mamar a demanda, o sea cada vez que nuestro bebé lo necesite y lo pida. Esto es así porque la sabia naturaleza solo nos lleva a producir la leche que es requerida, y ese requerimiento es informado a las glándulas a través de la succión de nuestro hijo. Si no le damos el pecho a demanda, será más difícil que el organismo produzca la leche necesaria, y que pronto debamos complementar la lactancia con fórmulas. 9.- Oídos sordos a las críticas: No es extraño que en esta etapa tan especial de nuestras vidas empiecen a rondar comentarios, consejos y hasta críticas sobre la lactancia. Todas esas frases y palabras quedan flotando en nuestra mente como prejuicios que nos pueden hacer aun más difícil la tarea de amamantar. Por eso es fundamental que solo rescatemos aquéllas que nos resulten útiles, de apoyo y comprensión, y descartemos todo lo que nos genere sentimientos negativos o disminuyan nuestra confianza. No te olvides: creer es poder. 10.- Amor, Paciencia y Permiso: No, no leíste mal, escribí "Permiso", ahora te cuento.
El amor es natural, surge solo y a montones. Cómo no producir amor en cantidades cuando el Universo, Dios, la Naturaleza y la Vida han sido tan buenos con nosotras? Hemos sido protagonistas, cómplices y testigos del milagro más maravilloso... el amor es natural.
La paciencia? Bueno, la paciencia quizás no tanto. Después de todo el sacrificio que implica un parto, haya sido normal o por cesárea, lo más "correcto" o esperable sería que cuiden de nosotras, y no que seamos nosotras las que debamos cuidar de alguien, pero Sorpresa! debemos cuidar de alguien al 100% las 24 horas del día. El trabajo más difícil del mundo, el más exigente, debemos hacerlo cuando más cansadas estamos. Y nuestro jefe es muy demandante! probablemente más de una vez sintamos deseos de salir corriendo, de llorar o de gritar que nos de más tiempo. Para mí la paciencia no es natural (al menos en mi caso, aunque quizás haya algunas personas para las cuales sí). Lo bueno es que si lo trabajamos, podemos conseguir hacer crecer nuestra paciencia. Y el permiso es para nosotras. Debemos permitirnos fallar, estar cansadas, llorar, tener miedo, darnos permiso para no poder ser eficientes, puntuales, para tener la casa desordenada, que se nos queme la comida y que nuestra ropa no esté tan combinada como de costumbre. Permiso para sentirnos mal cuando debíamos sentirnos felices. Permiso para ser felices en medio de ese caos. Permiso para darnos cuenta que ser madres no es como pensábamos, que es diferente de lo que muestran las fotos y las publicidades, que tiene menos de apariencia y más de profundidad. Permiso para sentir, para sufrir, para llorar, para amar y también para amamantar.
Un abrazo y feliz lactancia! Cuáles son tus consejos para las mamás que quieren amamantar?