La relación de los pacientes con el sistema de salud está cambiando. Con la adopción de herramientas digitales, costumbres como ir al médico con una carpeta llena de estudios y el almacenamiento de gran cantidad de papeles y recetas, están quedando atrás. La introducción de la historia clínica electrónica (EHR, por sus siglas en inglés) demanda trabajar continuamente sobre la generación, extracción, procesamiento y análisis de grandes volúmenes de datos y preguntarnos qué podemos y queremos hacer con la información.
