1.- Los caramelos de nuez, las galletas boca de dama y las maná de leche; el yogur en el vasito celeste con las frutillas enteras (que mi mamá se tenía que comer porque a mi me gustaba solo el yogur) y las empanaditas de colores rellenas con dulce de leche; el arroz con azafrán, las empanadas riquísimas y gigantes (nadie sabía cómo hacía para hacerlas tan grandes), el helado casero para Navidad y el bizcochuelo marmolado con el que empezábamos el día de Reyes de cada año, bien temprano a la mañana; los golpecitos en el vidrio de la puerta, con la llave, para avisar que había llegado.
2.- El Canal de las Estrellas,los grisines, los mates y la malta con leche; el quesito por salut; la heladera que no nos dejaba dormir con sus "arrancadas" en mitad de la noche; sus plantas.3.- Su voz diciendo "Moniquita! ya son las 7, levantate a estudiar" y el mate listo, esperando. Las tardes sentadas en la vereda. La vez que se ofendió porque le regalé una tarjeta para el Día del Amigo (y me dijo que las abuelas son más que amigas... y tenía razón!).4.- Sus tejidos... una campera que me hizo con tonos de verde y marrones y botones grandes... mi camperita "cuidadora" con la que me gustaba salir de la cama cuando hacía frío y estudiar bien abrigada.5.- Su forma de pedir favores, sin pedirlos... diciendo, por ejemplo "Qué sucio está el patio! todo lleno de hojas". Y ahí íbamos nosotras, a buscar la escoba.6.- Su manía por anotar todo lo importante en pequeñas libretitas, las fechas importantes, los cumpleaños, la platita que lograba ahorrar de su mínima jubilación (y que siempre era para regalarnos algo). Su linda letra. Las lapiceras amarillas con tapa giratoria azul... le habían gustado tanto que siempre compraba la misma y tenía alguna de repuesto.7.- La crema "Gaby", el lápiz para cejas, los ruleros, el labial y la pintura de uñas. Su rutina tan perfecta. Su compra diaria, limitada solo a lo que iba a usar y consumir ese día... para tener una excusa para salir al día siguiente otra vez, sus llamados por teléfono, sus visitas de sorpresa y de pasada.8.- Su incapacidad de hablar mal de alguien y de decir malas palabras (a menos que "Qué lo pan con queso!", "A la maula!" y "Que te tiró de las patas!" cuenten como malas palabras).9.- Sus miradas que decían tanto! esos ojitos eran capaces de hablar, sin necesidad de que se movieran sus labios. Y hoy que recuerdo, vi esos ojitos tristes, cansados y hasta, algunas veces, desilusionados... También los vi sonreír, felices y emocionados. Pero no recuerdo haberlos visto nunca, jamás, enojados.10.- Verla sentada en la punta de una mesa larga, muy larga, rodeada de hijos, yernos, nueras y muchos nietos, con los ojitos oblicuos de reírse tanto... cómo no reírse con la peluca de Juancito, los bailes de la Tere y los nietos haciendo payasadas!Siempre conciliadora, siempre alentando la unión de la familia... de la suya y de la que formaron cada uno de sus hijos. No fue una abuela de besos ni de abrazos, no. Pero sí fue una abuela presente, con su presencia silenciosa, con su puerta siempre abierta, con su invitación constante, con su compañía eterna... aún hoy. Cómo me gustaría decirte, abuela, que sigo soñando con vos, que sigo visitando, en sueños, tu casa, que sigo viéndote, recordándote, deseando contarte cosas, esperando tu llamado y tu visita. Me hubiese gustado presentarte a mi familia, la que con tanto amor pude formar en esta vida, que conozcas a mi hija, que ella te conozca... Hoy no puedo menos que agradecerte por esta herencia que me dejaste, estas sensaciones que perduran más allá del tiempo, esta presencia eterna de ejemplo y amor. Feliz Cumpleaños Abuela! Qué herencia te dejó tu abuela?