Aprendiz de geisha - Foto de: Japanexperterna
1- El inicio de las Geishas
Aunque parezca raro, inicialmente los hombres desempañaban el trabajo de las geishas. Eran artistas que se dedicaban a entretener a sus clientes en banquetes ofreciendo música, danzas, o bien sirviendo sake. Poco a poco esta profesión fue adoptada en su mayoría por mujeres, lo cual le dio el origen a la geisha, y más adelante floreció su estricta forma de vida junto a sus jerarquías.
2- Okiya, el hogar de las Geishas
Okiya (置屋) es la casa en donde las geishas se forman estudiando música, danzas, y muchas otras disciplinas imprescindibles para llevar a cabo su trabajo. Podríamos decir que son las “casas productoras” de geishas, y es donde viven estas durante todo su contrato. Las casas de geishas se encuentran dentro de los Hanamachi o “Barrios de geishas”, y el mayor número de okiyas se encuentra en Kioto. Estas casas son manejadas por una mujer que es llamada “Okaasan” (“madre” en japonés), quien toma los trabajos a donde deben ir las geishas, administra el dinero de la casa e invierte en todo los gastos que requiere la formación de las futuras geishas.
3- Ochaya, la casa de té
Las Ochaya o “Casas de té” son el lugar donde las geishas entretienen a sus clientes. Al igual que las okiya se encuentran dentro de los distritos de geishas, y en estas casas se realizan banquetes generalmente de negocios u otras celebraciones.
4- Las jerarquías en el mundo de las geishas
Las geishas y aprendices se diferencian con distintos rangos o escalafones a lo largo de su carrera. Las jóvenes que recién ingresan al okiya comienzan teniendo el rango más bajo conocido como Shikomi. La “Shikomi” se dedica mayormente a las tareas domésticas como la limpieza del okiya, o bien a ayudar a cargar los instrumentos de las geishas, entre otras cosas. Además de hacer todas estas tareas, la shikomi también se dedica paralelamente al estudio de las artes tradicionales para así poder convertirse en una Maiko. La maiko es el siguiente rango. Es la aprendiz de Geisha, y a partir de esta etapa comienza a aprender todo lo que necesita para llegar a convertirse en una. A todas las maiko les asignan una “Hermana mayor” (Oneesan) de quien deben aprender a lo largo de sus estudios para convertirse en geisha. Luego en el escalafón más alto está la “Okaasan”, que es como mencione más arriba, la geisha madre que maneja la okiya.
5- Mizuage, la desfloración de una Maiko
Antiguamente existía una costumbre en el mundo de las geishas que hoy en día nos puede llegar a resultar algo brutal o hasta incluso traumático. Consistía en vender la virginidad de las aprendices (Maiko) al cliente que ofrecía la mayor suma de dinero por ellas. A esta práctica que se prohibió en el año 1959 se la llama “Mizuage” (水揚げ), y se la consideraba como una ceremonia en la que la joven maiko dejaba de ser una niña para convertirse en una adulta. La Okaasan (Madre) de la okiya cerraba el acuerdo económico con el mejor postor y luego establecían el inicio de la ceremonia. Esta ceremonia llegaba a durar hasta siete días, durante los cuales se hacía una preparación para conocerse, hasta que en el último día se realizaba la pérdida de la virginidad. Una vez que la maiko perdía su virginidad, cambiaba su aspecto y vestimenta con la cual se distinguía que ya no era una niña. El dinero recaudado normalmente era usado a favor de la maiko que vendió su mizuage, con el cual se costeaban sus gastos en cuanto a aprendizaje e indumentaria. Por otra parte, en algunos casos, la okiya se quedaba con todo el dinero para pagar la deuda de la aprendiz.
6- El falso mito de la prostitución
En occidente se siguen confundiendo a las geishas con prostitutas, pero la realidad es que no son. Las geishas no son ni nunca fueron prostitutas. Sin embargo, ocurrieron ciertos episodios en la historia de estas artistas que llegaron a manchar su reputación durante mucho tiempo. A lo largo de la historia japonesa muchas mujeres comunes y corrientes que ejercían la prostitución, se hacían pasar por geishas para llamar aún más la atención y así obtener más clientes. Pero la realidad es que las geishas no son prostitutas, sino artistas que acompañan a sus clientes en banquetes ofreciendo espectáculos de danza, música y muchas otras disciplinas. También se las suele confundir con las antiguas cortesanas japonesas de alto nivel. Estas si ejercían la prostitución, incluso su apariencia era similar, pero no tenían nada que ver con las geishas. La práctica del mizuage también creó malos entendidos entre los occidentales.
7- Las festividades de las geishas
Afortunadamente hay muchas festividades importantes a lo largo del año en donde las geishas y maikos hacen su aparición. Entre estas está el Setsubun, donde las geishas participan en los santuarios realizando danzas y arrojando frijoles para alejar a los malos espíritus. También ese día durante la noche se disfrazan de personajes clásicos de la historia japonesa y celebran el “Obake”, una fiesta similar al Halloween pero exclusivo de ellas. Por otra parte, las geishas también hacen su aparición durante el Hina Matsuri(día de las niñas), para celebrar el “Nagashibina”, una tradición en la que se pide por prosperidad y la salud. También están los bailes de primavera o “Miyako Odori”, uno de los eventos más importantes para las geishas de Gion, en donde ofrecen espectáculos de danza y música. Y además está el Gion Matsuri, una festividad de las más famosas de Japón en donde realizan procesiones con las carrozas Yamaboko (patrimonio cultural) en donde se puede ver la participación de maikos y geishas en desfiles. Pero por supuesto, además de estas hay muchísimas más festividades en donde se puede ver a estas artistas haciendo presencia o bien dando alguna demostración de danzas y música.
8- El Danna
El Danna es básicamente como un marido no oficial de las geishas. Las geishas no se pueden casar ya que se les prohíbe tener un vínculo afectivo oficial. Sin embargo pueden tener un sponsor o cliente habitual con quien pueden formar una especie de relación sin ataduras oficiales. Casi siempre los “Danna” son clientes habituales con altos cargos y con buena posición económica, y generalmente son mayores que las geishas. Si un cliente quiere ser el danna de una geisha, debe solicitarlo a la madre de la okiya, y si se llega a un acuerdo entre ambas partes, el cliente pasa a ser el danna de esta. Eso significa que tendrá un trato especial por parte de su geisha en todos los banquetes y celebraciones, pero a la vez tendrá que costear todos los gastos de ella. Tendrá que hacerse cargo de sus estudios, su ropa e indumentaria, casa y además pagar las deudas que la geisha tenga con su okiya. El danna tiene una atención de mayor prioridad por parte de su geisha, y dependiendo del acuerdo hecho con la okiya, también puede mantener relaciones con ella. Al no ser un lazo oficial, si la geisha decide dejar de tener un danna puede hacerlo en cualquier momento.
9- Las habilidades de la Geisha
Las geishas no solo son grandes conocedoras de las artes tradicionales, sino que también son expertas conversadoras. A lo largo de su entrenamiento aprenden a desenvolverse en la conversación de una manera sutil y única. Siempre tienen temas de conversación interesantes a la hora de charlar con sus clientes. También son muy buenas haciendo sofisticados chistes en los momentos justos, y al a vez son muy buenas respondiendo a las bromas. Esto las hace unas grandes acompañantes en los banquetes, y gracias a esto los clientes quedan encantados.
10- Atatori, la geisha sucesora
En el mundo de las geishas la Okaasan o “madre” de la okiya puede elegir a una maiko o geisha de su confianza para ser la sucesora de la casa. Esta es la que en el futuro sucede a la cabeza de la Okiya para transformarse en la nueva Okaasan y maneje la casa de las geishas de la misma forma. Será la responsable irrefutable de manejar la carrera de las nuevas geishas y la contabilidad de la casa.
¿Que opinas de las geishas? ¿Que curiosidad ha resultado más interesante?