El trabajo en red es un tema que me interesa mucho y sobre el que escribo de vez en cuando, ya que estoy convencido de que jugará un papel central tanto en el futuro del trabajo como en el trabajo del futuro.
Las redes productivas son parecidas a las populares redes sociales conocidas por todos pero son distintas, ya que la naturaleza de los lazos que las unen es distinta. Estoy convencido de que este tipo de redes estará cada vez más presente en el mundo de las organizaciones, inicialmente coexistiendo con las actuales jerarquías y posteriormente sustituyendo a estas.
En este sentido, las comunidades de práctica son en cierto modo un precursor de las redes productivas, si bien es verdad que, más a menudo de lo deseable, lo que en muchas organizaciones se ha acabado llamando “comunidades de práctica” comparte poco más que el nombre con la realidad que implica este tipo de estructuras.
A menudo leo, veo y escucho cosas sobre las redes productivas que ponen de manifiesto la confusión que todavía existe sobre este tipo de estructura social. En más de una ocasión me han pedido que aclare la diferencia entre “equipo” y “red productiva”, ya que este último es un concepto relativamente nuevo y aún poco conocido. Por ello, he pensado que podría ser interesante compartir aquí algunas reflexiones personales, por si son de utilidad.
Por simplificar, durante el resto del post me referiré a las redes productivas simplemente como “redes” o “red”. Veamos cuales son estas diferencias:
- Red y equipo son estructuras sociales distintas y su único elemento en común es que ambas están constituidas por un grupo de personas
- Lo que caracteriza al equipo es la existencia de un objetivo común (“objetivo de equipo”). La red es un grupo de personas en los que cada nodo comparte al menos un interés con otro nodo
- Los miembros de un equipo pueden compartir o no intereses pero siempre comparten algún objetivo. Los nodos de una red pueden compartir o no un objetivo pero cada nodo comparte siempre al menos un interés con otro nodo
- La creación de un equipo suele tener lugar como respuesta a una necesidad. Es, por lo general, un acto premeditado y consciente. Las redes son, en su mayoría, sistemas emergentes
- Un equipo es una estructura normalmente estática y definida con una clara división de roles y responsabilidades. Una red es una estructura dinámica y difusa sin división de roles y responsabilidades
- En un equipo existe un procedimiento formal y conocido de toma de decisiones, que normalmente obedece a criterios jerárquicos (pedir permiso) o democráticos (lograr un consenso o una mayoría). En una red, la toma de decisiones es estigmérgica o “ideocrácica” (perdón por los “palabros”), es decir, se proponen ideas libremente y son las ideas – y no las personas – las que dan lugar a la decisión. Nadie necesita pedir permiso ni alcanzar un consenso para proponer una idea, ponerla en práctica o iniciar un proyecto
- La efectividad de un equipo suele depender del liderazgo de una persona a la que se hace formalmente responsable de ello. La efectividad de una red depende de la responsabilidad individual (autoliderazgo) de sus nodos
- En un equipo, los logros obtenidos son resultado de un esfuerzo colectivo. Es un “logro del equipo”. En una red, no existe un “logro de la red” como tal sino que el logro obtenido es la suma agregada de los resultados individuales de cada uno de los nodos
- Los resultados del equipo, positivos o negativos, afectan colectivamente a todos los integrantes del equipo. Por eso se espera una implicación y contribución homogénea y simétrica por parte de todos los integrantes del mismo. En una red, los resultados son siempre individuales y, por lo general, afectan a cada nodo de forma independiente y proporcional a su nivel de implicación. Las contribuciones en una red son normalmente heterogéneas y asimétricas
- El trabajo en equipo se caracteriza por la existencia de reglas, la predictibilidad, la búsqueda de la unidad, la integración entre los miembros, la cohesión, la solidaridad y el sentido de pertenencia. En resumen, por la búsqueda de unos valores, actitudes y normas de conducta comunes. El trabajo en red se caracteriza por la ausencia de reglas, la impredictibilidad, la búsqueda de la diversidad, la independencia de los nodos y la multiplicidad de valores, actitudes y modos de conducta
Y, para mí, el más importante elemento diferenciador tiene que ver con lo que implica cada una de estas configuraciones para las personas. Es cierto que el equipo ofrece identidad y pertenencia, orden y dirección pero también es cierto que, a cambio, exige homogeneidad y mediocridad, obediencia y sumisión. Por el contrario, la red hace posible que las personas encuentren identidad y dirección sin renunciar a su autonomía.
Por eso, comparto plenamente lo que dice Eugenio Moliní cuando afirma que la red es la única configuración en la que es posible brillar con luz propia al mismo tiempo que otros también lo hacen.