Revista Cultura y Ocio
10 discos esenciales de Judas Priest.
Publicado el 02 octubre 2015 por Ricardo Fernández González @RichyhimEl nombre de Judas Priest fue tomado de la canción 'The Ballad Of Frankie Lee And Judas Priest' de Bob Dylan, y a la postre se convertirían en una de las bandas más representativas del heavy metal. Debutaron en el año 1974 con su álbum Rocka Rolla, y desde ahí han ido labrando su carrera a través de las décadas, años, discos y directos.Vayamos pues a desgranar algunos de los mejores discos de la formación británica.
10. Turbo (1986)
Uno de los discos más controvertidos de Judas Priest por el cambio de sonido, más comercial a todas luces, y por el uso excesivo de guitarras sintetizadas. Aún así, este álbum grabado en las Bahamas, resulta ser el trabajo más vendido en la carrera del grupo. Canciones como 'Turbo Lover', 'Locked In' o 'Out In The Cold', poseen un gancho evidente, capaz de convencer incluso a oyentes poco acostumbrados al sonido Judas. Un álbum de heavy metal y hard rock abrazado claramente por el glam del momento. No convenció a sus fans más clásicos, sin embargo el paso del tiempo ha labrado un cariño hacia él que en su momento parecía muy esquivo.
9. Angel Of Retribution (2005)
Tras Painkiller, Halford abandonó la nave y fue reemplazado por Tim Owens, un vocalista muy capacitado aunque falto de carisma. Con él publicaron Jugulator y Demolition, dos álbumes un tanto flojos que fueron ignorados porque los seguidores del grupo solo querían la vuelta de Rob al grupo. Eso sucedió años más tarde, y el resultado fue Angel Of Retribution, un trabajo que despertó a la bestia y agitó a las masas gracias a canciones como 'Judas Is Rising', 'Revolution' o 'Angel'. A partir de aquí volverían a mostrarse activos publicando discos de estudio y diversos directos.
8. Killing Machine (1978)
Eran tiempos en los que los Judas Priest se mostraban tremendamente activos, y Killing Machine era el segundo trabajo que publicaban en 1978. Mucho más oscuro que Stained Class, con las voces de Halford algo más rasgadas, y un cambio de estilismo que pronto derivó en el cuero y las tachuelas que poco más tarde se extenderían al mundo entero y sería la indumentaria oficial del heavy metal. El disco contiene clásicos como 'Delivering The Gods' o 'Hell Bent For Leather', y otros tantos temas trascendentales que responden a títulos como 'The Green Manalishi' o 'Before The Dawn'.
7. Sin After Sin (1977)
Tercer disco de estudio de la banda británica, y el único que incluiría las baterías de Simon Phillips, que a decir verdad, le ha dado muchísimo empuje y ha traído ciertas novedades al sonido de Sin After Sin. Una excepcional obra que muchas veces acaba relegada al olvido por el hecho de que la discografía de Judas posee otros títulos que han acabado siendo tremendamente populares y trascendentales en el tiempo. A destacar canciones como la genial versión de Joan Baez 'Diamonds and Rust', así como la inicial 'Sinner' o las potentísimas 'Dissident Agressor' y 'Call For The Priest', ambas contribuyendo a cimentar las bases del Speed Metal e incluso el Thrash. Fue producido por Roger Glover y el propio grupo.
6. Stained Class (1978)
Magnífico álbum que trae consigo algunas novedades importantes para el grupo. Una de ellas es que aparece por primera vez el logo más clásico del grupo, y que al final representaría la época dorada en cuanto a imagen y sonido. También hay un cambio importante en la formación, y es que Phillips abandona su puesto en la batería, y este es reemplazado por Les Binks, que además aportaría una forma diferente de tocar que, unido a todo el sonido en conjunto, digamos que sería el trabajo más potente de Judas Priest hasta ese momento, donde dejarían de beber en parte del hard rock de la época para decantarse hacia el heavy metal puro y duro. Canciones como la sorprendente 'Exciter', la revisión de 'Better By You, Better Than Me' de los Spooky Tooth y la extraordinaria y progresiva 'Beyonds The Realms Of Death', muestran claramente la calidad que atesora esta joya.
5. British Steel (1980)
Si algo han demostrado en algunas ocasiones los Judas Priest, es que la calidad no siempre va reñida con la comercialidad. El punto justo entre heavy y hard rock con estribillos pegadizos y riffs eficaces lo crearon en British Steele, la llave de las puertas del éxito y del reconocimiento masivo. Ahí tenemos los himnos 'Living After Midnight' y 'Breaking The Law', dos claros ejemplos de la indudable búsqueda por un hit inmediato. Cañonazos como 'Rapid Fire' o la más contenida 'Metal Gods' tampoco se quedan atrás en cuanto a importancia y calidad. Un trabajo influyente por las barreras que ha derribado, siendo bastante más fácil de asimilar que otros clásicos de la banda, aunque no posee la excelencia compositiva de algunos de ellos.
4. Defenders Of The Faith (1986)
A veces tengo la sensación de que este es un disco infravalorado, quizás por ser la continuación del exitoso Screaming For Vengeance, pero lo cierto es que no tiene absolutamente nada que envidiar ni a ese, ni a otros álbumes que disfrutan de la etiqueta de clásico. Fue grabado en Ibiza (España), cuyo sonido es claramente ochentero pero sin quedar destrozado por las producciones que en esa década estaban tan de moda. Sin ser tan comercial como British Steel, lo cierto es que aquí también buscan calar hondo desde los propios riffs, solos de guitarra y melodías vocales. No hay un single claro, pero el grueso de composiciones gozan de una calidad indiscutible. 'Freewheel Burning' y 'Jawbreaker' demuestran la fuerza del grupo, aunque la épica queda reservada para un temazo como 'The Sentinel'. No hay que olvidarse de la exquisitez melódica de 'Love Bites', una canción que no causa indiferencia, pues lo amas o lo odias.
3. Sad Wings Of Destiny (1976)
No se entendería la evolución en el sonido de Judas Priest sin antes apreciar la excelencia compositiva del que sin duda es el mejor disco de los británicos en la década de los 70. El hard rock de la época se abraza con la épica progresiva, dando como resultado una obra exquisita con la que irían sentando las bases de su heavy metal. Irresistibles en canciones como 'The Ripper', con los característicos y aterradores agudos de Rob Halford, o en 'Victim Of Changes', en la que nos muestran su lado más progresivo. La sensible y extraordinaria 'Dreamer Deceiver' contrasta claramente con la potente 'Tyrant' y su estribillo de coros tan desganados como genialmente plasmados. No vendió mucho, pero el grupo le debe muchísimo a este trabajo.
2. Screaming For Vengeance (1984)
Bajo una mítica portada donde aparece 'The Hellion', y que ya forma parte de la historia del heavy metal, se esconde un trabajo fundamental para el género en sí, y obviamente para Judas Priest. Eran días un tanto confusos, ya que venían de publicar el irregular Point Of Entry, trabajo demasiado americanizado en su sonido y por el que les llovieron bastantes críticas negativas a pesar de ser un álbum bastante apetecible. Esa respuesta no se hizo esperar y regresaron para poner las cosas en su sitio, en un alarde de calidad indiscutible que se transmite a través de numerosos riffs tremendamente inspirados a lo largo de unas composiciones que van directamente al grano. Precisamente, el álbum se abre con 'The Hellion', una intro inspiradora que enlaza magistralmente con 'Electric Eye', composición capital del grupo. El hard rock de 'You've Got Another Thing Comin' apuesta por mostrar la cara más amable y comercial del disco, mientras que la canción homónima muestra su contundencia con una cruda base rítmica, guitarras incendiarias y voces espectaculares. Un clásico sin discusión.
1. Painkiller (1990)
Para muchos la obra definitiva de Judas Priest, y a su vez el disco más duro que hayan grabado jamás. Venían de publicar el edulcorado aunque exitoso en ventas Turbo y el irregular Ram It Down, por lo que comenzaban a perder credibilidad entre los seguidores del heavy metal. Halford y los suyos observaban atentamente como bandas de Thrash Metal sonaban más potentes y comenzaban a reinar a través de álbumes extraordinarios. Con el comienzo de la nueva década, los británicos asoman la cabeza para demostrar que ellos también podían sonar agresivos y contundentes, y así volver a recuperar la corona que poco a poco comenzaba a caer. Entre en la formación el batería Travis Baker, y tan pronto como empieza a sonar el disco, ya se deja notar su huella en la homónima Painkiller, un nuevo himno propicio para sacudir el cuello una y otra vez. 'Hell Patrol', 'Night Crawler' o 'A Touch Of Evil' dejaban claro que Judas querían algo grande y lleno de calidad en cada compás, y así lo han plasmado sin ningún tipo de tapujos.