Hola, mis bellas!!! Saben, se habla mucho de empoderar a las madres, a las mujeres, lo cual, claro es sumamente importante (otro día hablaremos también de eso, de la energía femenina y la importancia para nuestro mundo), pero también es importante que aprendamos a empoderar a nuestros niños, ¡ahora más que nunca!. Nuestros niños están naciendo mucho más conscientes y más despiertos que antes, esto lo pueden ver por ejemplo, cuando niños tan pequeñitos nos hacen preguntas existenciales o les cuentan acerca de cosas que no logramos encontrar explicación, algunos tienen experiencias espirituales o psíquicas que van más allá de nuestro entendimiento y ni que decir de las respuestas diarias que nos dan, las cuales muchas veces nos asombran y nos dejan perplejas. Pareciera que vienen con un chip especial incorporado, muchos de ellos, parecen seres viejos dentro de cuerpos jóvenes ¡y podemos verlo desde que nacen! Con esos ojos inmensos, totalmente despiertos, mirando alrededor de ellos, como entendiendo muy bien a donde y para qué vienen, porque éstos niños, la verdad, ¡la tienen muy clara!.
¿Y que sucede cuándo a estos niños no se los empodera de manera respetuosa desde pequeños?. Bueno, se los frustra, dejan de respetarnos y la pasaríamos con ellos de conflicto en conflicto, ya que como se dice, “les estaríamos cortando las alas”. Y uno de los principales lugares donde no se va a la par con la evolución de nuestros niños, de nuestra raza en general, es en las escuelas tradicionales. Claro, hay sistemas como el Montessori, el Waldorf, Asiri, Reggio Emilia y más que vienen en auge los últimos tiempos, no puede ser casualidad, son muchos los educadores que se están dando cuenta que algo no va bien… Y la educación tradicional, es la que te dice que debes escuchar al profesor, callar, estar sentado, no moverte, levantar la mano y hacer caso. Sobre eso, les cuento una anécdota que me sucedió mientras dictaba una clase de yoga para niños, estábamos riendo con los chicos y uno de ellos me dijo, ¿esto es una clase o una fiesta infantil?, le pregunté porqué decía eso y me respondió que en las clases no se ríe, ¡las maestras deben ser serias!, a decir verdad me sorprendió que un niño tan pequeñito me dijera eso, yo le dije que no tenía que ser así, que es bonito reír, que a mi me encantaba escucharlos y que ellos podían participar las veces que deseaban, que nunca les iba a pedir que me levanten la mano para decir algo o les iba a decir que si no se quedaban callados no salían al recreo, él niño me miraba sorprendido, con esos hermosos ojos que tienen ahora, le dije también que él era libre de participar en la clase y que no lo iba a obligar a hacer las poses o a participar si él así no lo quisiera, les puedo asegurar que la mirada de este niño cambió… quizás fue la primera vez dentro de una clase que se sintió respetado y demás está decirles ¡que claro participó en la clase! pero libre.
¿Y de qué forma podemos empoderar a los niños?,
1.- Darles herramientas para que sepan responder de manera adecuada, respetuosa, asertiva Muchos adultos cometemos el error de decirles ¿y porque le respondiste a la profesora? O escuchamos a la profesora que dice, su niño me para interrumpiendo o alguna tía, amiga, abuelita que se molesta porque el niño le responde o no le hace caso… bueno, quizás sería interesante aprender a escuchar a los niños un poco más, lo que podemos hacer nosotros, porque situaciones así nuestro hij@ las va a encontrar a menudo y no siempre estaremos ahí o no los contarán, es justamente empoderarlos a que sí respondan, sí digan lo que piensen, solo que de manera respetuosa, adecuada y como dije antes, asertiva. Una forma de enseñarles a responder, puede ser el que digan, “me parece bien que respondas, está bien que cuestiones y digas si no te parece lo que esa persona, por mas adulta que sea, te está diciendo, pero es importante la forma, la manera como lo haces, siempre de manera respetuosa, a todas las personas, así no estés necesariamente de acuerdo”. De paso, les estamos enseñando a ser tolerantes con todas las maneras de pensar. Como bien dicen, “Lo cortés, no quita lo valiente”.
2.- Enseñales a respetar su cuerpo desde muy pequeños, este es un punto que para mí es muy importante, les hago un ejemplo, ustedes salen de la peluquería y se van directo al supermercado, mientras hacen sus compras, la mayor parte de las personas que pasan les dicen ¡¡¡ayyy que linda!!! Y les cogen el pelo y la cabeza así sin más… ¿Cómo se sentirían?, ¿lo dejarían?, imagínense que están con su mami al costado y a la primera persona que pasa, que les coge la cabeza y ustedes, con justa razón le recriminan y le ponen un alto y a esto, su mamá les respondiera, ay no seas antipática, si tu pelo está lindisimo, ¡deja que te lo cojan!… terrible, ¿no? ¡¡Pensarían que su mamá se volvió loca!!.
Pregunta: ¿y piensan que a nuestros niños, no les molesta?, en ese momento, cuando el niño, lo único que desea decirle al/la extrañ@ es ¡¡no me toques el pelo!! Quizás de mala manera, porque claro, ¡son niños!, nosotros en cambio, ¿que le enseñamos? ¿que está bien que venga un extraño y le toque?. Y les puedo asegurar que no estoy exagerando con los pensamientos… porque hoy es el pelo, mañana es otra cosa y el niño tendrá un conflicto interno porque pensará que no puede decir nada, que así debe ser…
Repito el punto número uno, respetemos los deseos/malestar del niño y enseñémosles a responder/defenderse de manera respetuosa y asertiva y de paso, a ti adulto que me lees, los niños no son muñecos, está mal ir y tocarle el pelo a un niño, menos a uno que no conoces y si el niño no quiere abrazarte, no quiere darte un beso, también está bien, no te resientas, no te ofendas, no te molestes, respeta ¡y empoderalo!, mas bien di: “no te preocupes, si Rafaelit@ no quiere abrazarme, está muy bien, si no lo desea, yo l@ respet@”, vieras como el niño, por mas que sea pequeño te responderá, con gratitud y respeto hacia ti, porque eso fue lo que tú le diste a él/ella.
3.- Sé consciente de tus palabras y tus actos, no olvides que se enseña por medio del ejemplo. No los fuerces a hacer algo que tú no deseas, no lo ridiculices en público, no le estés contando a las personas que va al terapeuta, que no sabe hablar bien, que se para cayendo, que es torpe, etc. (¡y menos delante de él!). Sé siempre DISCRETA con las cosas de tu hijo, ellos merecen mucho respeto, son niños ¡y están bajo tu responsabilidad!. Tampoco lo etiquetes, ¡Rafaelit@ es terrible!, ¡espero que mi próximo hijo no sea como él/ella! (créanme que lo he escuchado), no puedo con él/ella, porque saben, el niño se lo cree… total, si lo dice mamá o papá, ¿así debo ser no?. Siempre, siempre, siempre di que estás orgullosa de él/ella, que es un niñ@ buen@, de buenos sentimientos, que te enseña mucho, que es único, maravilloso tal y como es. Tampoco caigas en el otro extremo, mi hij@es lo máximo, es él/la mejor, etc. Un justo equilibrio, en todo mis bellas.
4.- Respeta cuando juega y sus juegos, si es pequeñito y están en el parque o en una sala de juegos y tu hijo se la está pasando bien jugando con un juguete y viene otro niño a querer quitárselo, no lo obligues a prestarle el juguete al otro niño, no, así no funciona, ¿que pensarías si mañana vengo yo y te pido de buenas a primeras que me prestes, perdón, ¿que me des tu celular?… ¿me lo darías?, ¿qué me responderías?, ¡obvio que no!, entonces, si tú eres la otra madre, la del niñ@ que quiere el juguete o el columpio en el que juega un niño, en vez de decirle al otro niño que comparta, dile más bien al tuyo que no puede tener las cosas cuando él/ella quiera, que debe respetar las cosas del otro niño o con lo que el otro niño está jugando y que espere, que espere su turno, porque tampoco es justo que si tu hij@ está de lo más feliz y tranquilo en el columpio, se lo tenga que dar a otro por el simple hecho que el otro lo quiera… ¿Qué piensas?, ahora, si el otro niño le presta el juguete o el columpio, también refuerza eso, enséñale a decir gracias, dile al otro niñ@ que es muy bondadoso, que es lindo que le guste compartir (mi segundo hijo, era por ejemplo super desapegado, siempre daba y él era feliz haciéndolo, todos los niños son diferentes, pero reforcemos siempre esos valores).
5.- Ayúdalo a desarrollar su imaginación, su creatividad y su paciencia. Enséñale a meditar, enséñale a jugar como antes, a las escondidas, a las chapadas, etc. Llévalo a clases de yoga o a algún curso donde pueda aprender de forma integral acerca de su cuerpo, espíritu y mente. Cuéntales cuentos, historias de hadas, usa todo lo que les haga soñar, ellos son grandes soñadores. Todo eso va a ayudarle, a ver las cosas desde una mejor perspectiva.
6.- Y aquí viene el punto 6, enséñale a ver la vida y las situaciones, desde diferentes perspectivas, aquí también entra el que tú lo hagas, los niños aprenden de nosotros todo el tiempo, nos ven, ven nuestras reacciones, asimilan lo que hablamos y comienzan a verlo como normal, como la forma en que se debe vivir, así que ten cuidado en todo momento, en como hablas al chofer de un auto que te cerró, en como respondes al que te vende el pollo, etc. y situaciones difíciles nuestros niños las van a encontrar siempre, la más común quizás es la agresividad entre niños, cuando son pequeñitos y uno le pega a otro o es tu niño el que pega, allí va mejor el explicarles, decirles que no está bien hacerlo, pero es importante irles creando empatía. Cuando son pequeñitos, decirles, si es que le han pegado, que entienden que les molesta, que les duele, que no es lindo que nadie le pegue y que vas a hablar para que no vuelva a suceder, ojo, no escandalices la situación delante de tu niño, ¡ni tampoco lo victimices! estas situaciones en pequeñitos son hasta normales, habla con la profesora y con la mami del otro niño, tratas de estar mas presente. Mientras vaya creciendo, créeme las va a seguir viviendo, pero la empatía que le habrás creado y la forma de ver la vida, comenzará a rendir frutos, primero, un niño feliz, no pega, un niño que encuentra armonía en su hogar, no pega, no lastima, no usa la violencia para hacerse escuchar o respetar y tu niño, lo comenzará a entender, si ve que le pegan a otro niño, sabrá el dolor que le causa al otro, porque tú se lo enseñaste antes, sin escandalizarlo, tu hijo lo verá con compasión y buscará apoyarlo, entenderá que el que violenta, no es feliz y buscará mostrarle su perspectiva de vida, la cual, tu le mostraste todo este tiempo, tu hijo por ende, servirá de inspiración para esos niños. Esa es una forma hermosa y respetuosa de empoderar a un niño, el niño mismo, será un espejo para cambiar la consciencia a su alrededor, puro amor <3"><3"><3"><3"><3.
7.- Ten la mente abierta, ábrete a todas las posibilidades, los hijos no son necesariamente como nosotros queremos que sean, son seres únicos e independientes y la mayor parte de ellos, como lo mencioné antes, la tiene muy clara, ellos, no lo olvides, vienen a enseñarnos o mejor dicho, a ayudar a recordarnos quienes somos. No olvides que tu eres una guía, una acompañante, tú le enseñaras valores, herramientas para ser feliz, le darás amor, lo protegerás, lo cuidarás, para que luego, él/ella prosigan con sus propias alas.
8.- Desarrolla su espiritualidad, enséñales que ellos no son solo cuerpo o mente, sino también y sobretodo espíritu, enséñales a orar, háblale de los ángeles, de la madre tierra, de las hadas, cuéntale que somos energía, enséñale de los chakras, el reiki, los cristales, el aura, etc. claro, sin ahondar mucho, sin llegar a confundirlos, solo mencionándoles que existen, que están ahí, muy suavemente. Por ejemplo, en el caso del Reiki, les puedes decir que ellos tienen una energía muy hermosa, ¡que hasta pueden sentirla!, y que cuando les duela alguna parte del cuerpo o se hagan daño, ellos pueden poner sus manitos sobre el lugar que les duele y mandarse energía, ¡eso les va a encantar! ¿y porqué no?, también pueden sanar así a sus mascotas… nuevamente, son niños, ¡no necesitas ir más allá!, ¡protege y honra su mundo de sueños!. Háblales sobre los diferentes credos y religiones, edúcalos, enséñales a respetar las diferentes creencias, a ser tolerantes con todo ser humano, con toda cultura, al fin y al cabo, todas las creencias y religiones van a lo mismo ;) . Muchos de ellos, tienen también experiencias espirituales y psíquicas desde muy pequeños, no dejes que tu educación, tus tradiciones nublen lo que te diga tu hijo, estáte abierta a lo que ellos te cuenten, es más, ¡pregúntales!, recuerda, ¡¡acaban de venir de la luz!!.
9.- Fomenta el contacto con la naturaleza y los animales, esto le ayudará a desarrollar su compasión y a sentirse más conectado con el todo, cuéntale que los animales tienen también alma, cuéntale de los árboles, crea historias con ellos.
10.- Escucha tu intuición, no hagas caso a lo que te dicen los demás de como debes criar a tus hijos o lo que piensan que está sucediendo. Escucha, agradece y medita sobre eso, la decisión final es tuya, no dejes que nadie la nuble, nadie mejor que tú para saber como guiarl@, recuerda: por algo te escogió como su Madre ;).
Las amo, ¡tanto, tanto, tanto!