Hay una ley no escrita que de forma espontánea surge entre los chavales que disfrutan de un campa:
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Esta puede ser una de las razones por las que los padres de los campistas acaban por no enterarse de las experiencias que han vivido sus hasta entonces inocentes retoños 😉
Pero eso va a cambiar. Os sacamos de ese pozo de desconocimiento recogiendo algunas anécdotas para que disfrutéis como ellos: historias de campamento que tus hijos seguro que no te han contado... y que te harán dejar de dudar y salir corriendo para buscarles campamento de verano ( si todavía no te has apuntado, nosotros te esperamos con los brazos abiertos en nuestro Ecofun Camp, en Pelayos de la Presa).
Aviso a navegantes: estas historias van aliñadas con humor, y esperan sacarte una sonrisa; échale tú también humor, lector.- La morriña que desapareció como por arte de magia
Día 1, nostalgia. Día 2, indiferencia. Día 3, libertad. Qué poco tarda uno en olvidarse de los padres cuando estás todo el día jugando. ¿Qué más se puede pedir en vacaciones?
Gracias a Decathlon (y su mobiliario de camping que se abre en menos de un pestañeo) ya no escuchamos tanto aquello de "quién sabe montar esta tienda de campaña"... Pero, como todas las tiendas son iguales, se producen momentazos como que un pequeño campista acabe en la tienda otro.
- 80.000 kilómetros de viaje sin destino
¡Ay la impaciencia de la juventud! Ante una ruta senderista, los monitores tiran de canciones, bailes y artimañas para que sigan andado sin preguntar a cada minuto cuánto queda. La animación continúa hasta que alguien pregunta "¿estáis seguros de que era por aquí?" ¡Ups! Parece que alguien se despistó en la anterior encrucijada. Vuelta atrás.
- El misterio de los niños que aprendían a fregar platos
Sin padres, los niños se vuelven más autónomos. Se dice que en una ocasión una madre llamó al teléfono del coordinador porque no daba crédito a las últimas noticias sobre su churumbel: su hijo fregaba sus propios platos. O_o
"La roña les hace felices", dijo un monitor bien avanzando el campamento, cuando intentó que los niños se asearan como dios manda. Pero todo hay que decirlo, la roña les rehuye.
Los padres vuelven a ser novios y felices... 15 días de San Valentín.
- Todavía se piensan los enanos que los móviles en medio del campo funcionan... "Aquí no tengo cobertura se decían unos a otros".
- La amistad se magnifica como en el Gran Hermano, "el próximo año vuelvo seguro, si tu no vienes, yo tampoco", "Siempre seremos los mejores amigos".
- Los niños se convierten en flash dance en la fiesta de fin de campamento.
Y la mejor para acabar con cariño, TODOS LOS NIÑOS Y LOS MONITORES LLORAN el último día.