Me vais a llamar loca pero he tenido unas cuantas ideas que pueden a ayudar a que la crisis que se nos viene en otoño no sea tan crítica y a que en vez de decir constantemente “ay, la que se nos viene encima” nos pongamos a actuar ya para que no se cumplan los peores augurios. Allá van:
- Poner a desempleados a limpiar los montes y las sierras desde ya mismo, tanto los que han sufrido incendios como los que los pueden sufrir – si no hacemos nada – en los próximos tiempos.
- Mejorar el rigor en los medios de comunicación que, con tal de conseguir audiencia, cambian titulares y se venden al clic fácil creando carencias donde no las hay y moviendo a la población como un rebaño de ovejas que se fía de lo que lee en cualquier panfleto digital o en papel.
- Vender sentido común para el consumo energético. De poco sirve el ahorro que hacen los negocios si de forma personal no ponemos nuestro granito de arena y claro, como el gobierno no va a ir casa por casa…
- Empezar ya a hacer algo. Habré escuchado ochocientas veces la frase de “nos vamos de vacaciones que con la que se nos viene encima…” y ese pensamiento es tan español que me alucina. Podemos reciclar desde ya, cuidar nuestro entorno aquí o en la playa, ahorrar electricidad, abrir las ventanillas en lugar de poner el aire, cosas tan sencillas que me da vergüenza hasta tener que repetirlas.
- El cambio climático existe y nos está avisando. Ojalá que el máximo problema que pudiera provocar fuera tener un armario mezclado de invierno y de verano pero lo cierto es que se multiplican los incendios, que no va a llover ni mucho menos con la frecuencia de antes y no podemos mirar el cielo y pensar a ver si cambia el tiempo sino adaptarnos e intentar mejorar con lo que tenemos.
- El bien común es el bien común y el individual es el de cada uno. Se acabó el abusar de los recursos compartidos especialmente en el terreno rural y más respeto por colaborar cuando haga falta. Juntos somos equipo, por separado no somos nada.
- Apostar por la tierra. Y no os riais porque recursos tiene y muchos ni se aprovechan. Es de sabios y de inteligentes tener un huerto, un par de gallinas, quizás una vaca. Sembrar y cuidar son dos verbos que van hilados al desarrollo humano. Y se nos olvida a menudo.
- Las redes sociales son una fuente inagotable de información pero también una pérdida absoluta de tiempo. He visto generaciones enteras completamente absorbidas por la pantalla de un móvil y cuando se la quitas, no saben ni cómo regar una planta. Un problema importante de ignorancia vital que tenemos que subsanar cuanto antes.
- Dejar de culpar a las instituciones por todo. Tienen mucha culpa, está claro, pero detrás de ellas están las personas y nosotros estamos detrás de los que eligen a esas personas así que entonemos el “mea culpa” y empecemos con cualquiera de los puntos anteriores.
- Se aceptan sugerencias.