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10 imprescindibles de Berlín

Por Viajaelmundo @viajaelmundo

Ir a la capital alemana es tener todos los sentidos bien dispuestos. Hay muchas cosas para ver y hacer en Berlín que parece complacer todos los gustos, pero aquí quiero contarles diez que no se pueden perder para que puedan decir que realmente han aprovechado la visita a la capital alemana. Vamos, tomen nota y viajemos.

1. La Puerta de Brandenburgo. Era la antigua puerta de entrada a Berlín, grandiosa, altísima (al menos unos 26 m) y que siempre arranca buenas fotos, sobre todo hacia el atardecer porque dan ganas de jugar con la luz y sus columnas. Es un monumento que está allí desde 1791 y que hoy es patrimonio arquitectónico. Está en la plaza París, en pleno centro de la ciudad y ha sido escenario importante de momentos sociales y políticos de Alemania, como por ejemplo, esa vez que bajo la lluvia se reunieron más de cien mil personas para celebrar la caída del Muro de Berlín.

2. El Muro de Berlín. Claro, estar en la ciudad significa ir a ver los restos del muro que fue destruido, en casi su totalidad, en el año 1989. Símbolo inequívoco de la Guerra Fría, de la división de Alemania; un despropósito que se concibió como un muro de seguridad que, con 45 km, dividió a Berlín en dos y por 28 años. Hoy se pueden hacer visitas guiadas por los fragmentos, entender los graffitis que lo cubren, sin posibilidad de llevarse algún trozo, o de pintar más. No lo intenten, de verdad.

3. Monumento del Holocausto. Se trata de 2711 losas de hormigón, dispuestas en un terreno inclinado de 19 mil metros cuadrados, que recuerdan a los judíos exterminados por la Alemania nazi. Las losas tienen alturas distintas (la más alta llega casi a los 5 m) y fue concebido de esta manera para que causara incomodidad y confusión, porque algo tan atroz como el Holocausto, no puede ser recordado de otra manera. Está allí desde el 2004, muy cerca de la Puerta de Brandenburgo. Ya mucho se ha criticado de los visitantes que van a hacerse fotografías sonrientes. Por favor, muestren respeto a las víctimas, a la historia.

4. El Palacio Sansoucci, en Potsdam. Será imprescindible llegar hasta aquí para seguir entendiendo la historia de Berlín, así que la mejor idea es alquilar un carro y llegar hasta Potsdam para ver este palacio que era la residencia de verano de Federico II el Grande, rey de Prusia. Es una gran obra de arte rococó, que le permitía alejarse lo suficiente de Berlín para estar tranquilo. Y es que "sans-soucci", es un término francés que significa "sin preocupaciones", justo lo que él necesitaba. Ya que estarán en Potsdam, aprovechen la visita para ver el contraste de edificaciones, sus más de veinte lagos. Den vueltas, pregunten, sean curiosos.

5. La Catedral de Berlín. O el Berliner Dom como bien se le conoce, es una iglesia de culto luterano, que hace voltear a todo el que la ve. Se puede comprar una entrada para subir y tener una vista amplia de la ciudad, pero es un buen disfrute para los entendidos del arte también. En los sótanos de la catedral hay un montón de criptas. Es, sin duda, un buen lugar.

6. La isla de los museos. Es aquí, precisamente, donde se encuentra la Catedral de Berlín, y se trata de una isla en el río Spree que se cobijó bajo ese nombre por la cantidad de museos que tiene. Sepan algo, Berlín tiene casi cien museos, así que bien vale la pena organizarse, revisar sus días libres, exposiciones fijas e itinirantes. En la isla van a encontrar el Altes Museum (el más antiguo) y el Neus Museum muy cerca de éste. También la Antigua Galería Nacional de Berlín, el Museo Bode con su famosa cúpula de bronce, el Museo de Pérgamo y la Galería James Simon, además de otros y muchas expresiones artísticas.

7. La Berliner Fernsehturm. O la torre de telecomunicaciones de Berlín, es la torre más alta de Europa (540 m) y un punto de referencia ineludible en la ciudad. Es uno de los puntos más visitados, puedes subir a su bar-mirador a los 203 m y ver a Berlín con detalle. Es sede de emisoras de radio y televisión y fue construida por la República Demócrata Alemana, en 1969, como símbolo de la Berlín oriental y está en Alexanderplatz, en pleno centro de la ciudad.

8. El Checkpoint Charlie. Cuando Berlín estaba separada por el muro, existían puntos de control fronterizos por los que podían pasar algunos pocos. Este es el más famoso y justo ahí han recreado la situación con alguna caseta de control, actores que simulan ser soldados y poco más. Estos recordatorios son importantes para comprender la historia.

9. Dead Chicken Alley. Si son como yo, que buscan miradas diferentes de cada ciudad, entonces tienen que pasar por aquí. Es un callejón bien particular, repleto de arte urbano y que surgió como una necesidad de expresarse libremente de un grupo que se hacía llamar "Los pollos muertos". Comenzó a tomar forma cuando el muro cayó y para aquel entonces, estaba prohibido pintar en la vía pública. Así que ya eso lo hace más que interesante.

10. Grunewald. Si quieres hacer lo que los berlineses hacen un fin de semana, entonces acércate a este parque. Queda a las afueras de la ciudad, así que lo mejor será alquilar un auto en Berlín para llegar a sus linderos. Aquí pueden pasar un día relajado, incluso, montar a caballo y está muy bien porque se llevan otra visión de la ciudad, que se aleja del apuro de recorrer sus lugares más importantes. Podrán ver ese Berlín verde, con picnics y siestas reconfortantes. Y ya que van en carro, aprovechen de seguir paseando a su antojo.

Lo dicho: 10 es un número que le queda corto a Berlín, hacen falta muchas más visitas porque está llena de puntos para detenerse, pero esto les puede dar alguna idea. Eso sí, recorran a su antojo y no se olviden de comer una salchicha de curry en alguno de los puestos callejeros. Son muchos y variados. ¡Buen viaje por Berlín!

Todas las fotos son cortesía de Shutterstock

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