1. Rebeca, de Daphne Du Maurier. No tengo demasiado que decir, simplemente que lo quiero leer desde hace mucho tiempo. Me llama el argumento y las opiniones son buenísimas incluso en Goodreads, donde los clásicos suelen tener menos de cuatro sobre cinco.
2. El señor de los anillos, de J.R.R Tolkien. Se trataría de la trilogía completa, por supuesto. No tengo perdón. Adoro las películas, las habré visto un millón de veces cada una, y no me canso. Así que seguro que los libros me gustan muchísimo más. 3. Un árbol crece en brooklyn, de Betty Smith. Otro clásico del siglo XX, esta vez americano, con excelentes opiniones. La verdad es que a mí la protagonista me tiene ganada sólo con el hecho de que le guste leer. Soy fácil de convencer.
4. Cumbres borrascosas, de Emily Brontë. Este libro y yo tenemos mucha historia. No tenía pensado leerlo, pero después de que saliera esa edición preciosa de Alba editorial no me pude contener y la acabé comprando. Es al que más miedo le tengo de toda la lista, con eso lo digo todo.
5. El conde de Montecristo, de Alexandre Dumas. El año pasado hicimos una lectura conjunta Beleth, de Book Eater, y yo. Si no me equivoco ella lo abandonó porque no le estaba gustando, al contrario que a mí. La cuestión es que poco después yo también lo dejé de lado, no sé ni por qué -viva yo-, y no lo volví a retomar.
6. La inquilina de Wildfell Hall, de Anne Brontë. Aquí tenemos a la hermana pequeña. Al contrario que me pasa con Emily, a Anne le tengo muchas ganas. Además las opiniones de esta novela son maravillosas, por lo que no tengo justificación para no haberlo leído todavía.
7. Los tres mosqueteros, de Alexandre Dumas. Parece ser que también tengo un problema con Dumas. He visto cientos -no soy exagerada ni ná- de adaptaciones a la pequeña y gran pantalla, pero siempre pospongo su lectura. Este año es mi año, o el de Dumas, como queráis llamarlo. Eran uno, dos y tres los famosos mosqueperros... ♪
8. Expiación, de Ian McEwan. Me he resistido a la película. De verdad de la buena. Por lo menos de momento. Incluso he conseguido no spoilearme nada del libro y llegar a la lectura sabiendo lo menos posible. Es decir, que lo tengo que leer y punto. Básicamente.
9. Matar un ruiseñor, de Harper Lee. Premio Pulitzer, si no me equivoco, y más literatura estadounidense. Creo que con poner esto ya sabréis por qué tengo que leerlo sí o sí: "Muestra una comunidad dominada por los prejuicios raciales, la desconfianza hacia lo diferente, la rigidez de los vínculos familiares y vecinales. Y con un sistema judicial sin apenas garantías para la población negra".
10. Dune, de Frank Herbert. Aquí es cuando cierta persona me asesina -no es broma, tengo miedo- al darse cuenta de que, efectivamente, lo tengo sin leer después de habérmelo regalado hace mucho tiempo. También aprovecho que es su cincuenta aniversario. Ah, y mi edición, a diferencia que las del resto del mundo, viene con un montón de post-it ilustrándolo. Ahí lo dejo.