10 – M: La OTAN, casualmente, de maniobras antiterroristas en Madrid.

Mañana se conmemorará en todos los falsimedia otra cosa, que es la muerte de 192 españoles en los atentados del 11M, en trenes de cercanías en las estaciones de Atocha y El Pozo, en Madrid. Anticipémonos conmemorando que el 10M, un día antes,  terminaron felizmente unas maniobras antiterroristas de la OTAN en el mismo Madrid con idéntico supuesto de bombas en trenes de cercanías. O sea, que se hacían ejercicios con idéntico supuesto de lo que sucedió al día siguiente. Eran ejercicios para evitar que tales atentados pudieran suceder. Y mira tú por dónde, sucedieron justo al día siguiente de irse los chicos del antiterrorismo. ¿Se puede ser más inútil? España debió salir de la OTAN el mismo día 11 de marzo de 2004. Por incompetentes.

Esto que decimos no es un invento de chalados, sino la verdad. El propio Secretario General de la OTAN, Jaap de Hoop Scheffer, al ser preguntado por el asunto, contesto que había sido una fatal casualidad, demostrando con ello que ignora lo que significa la palabra casualidad, aunque no lo que significa fatal. Fatal, lo fue desde luego. Pero de casualidad nada. Fue una acción terrorista perfectamente planificada y ejecutada por sicarios de la OTAN para apoyar la política estadounidense contra Irak y otros países de Oriente Próximo. Aquí le costó las elecciones al PP. Si llega a averiguarse la verdad, les cuesta la vida. Esto es lo jodido de esos bodrios que llaman “democracias occidentales”: que para que los oligarcas encubiertos que mandan de verdad se salgan con la suya han de sacrificarnos con el fin de convencernos de lo mucho que nos defienden.

Las maniobras sirvieron para que los terroristas de la propia OTAN instalaran los explosivos en los trenes. Y como lo hicieron muy profesionalmente, y liquidaron a 192 españoles indefensos sin ningún escrúpulo (son unos magníficos genocidas), para echarles luego la culpa a unos desgraciados marroquíes chivatos de la Policía. Los mismos delincuentes de baja estofa que “fueron inmolados” más tarde en un piso franco de la Policía en Leganés, aunque resulta que ya estaban muertos cuando tiraron de la anilla, por eso ni siquiera sangraron (qué limpios son los falsos terroristas) hay que felicitarlos por defender de esta manera tan contundente la civilización occidental.

Ahora siguen defendiendo a Occidente enviando armas a Siria y Ucrania, así como financiando mercenarios de Blackwater, dirigidos por militares israelitas con alta experiencia en terrorismo revolucionario, contra el istmo de Crimea, para evitar que el referéndum del 16 de marzo legitime el renacimiento de la Gran Rusia, con la reincorporación voluntaria de media docena de repúblicas a la Federación Rusa, todas ellas de habla rusa y religión cristiana ortodoxa.

Los americanos, como siempre, asesinan como nadie, pero se creen demasiado listos. Pero no lo son. Ni de coña. Por eso se dejan estafar por el Sanedrín Financiero de la Fed y la banca internacional. Y permiten que su geoestrategia la dirija Tel-Aviv.

ÁCRATAS