Revista Coaching

10 mentiras y excusas perjudiciales que a tu mente le encanta decirte

Por Juan Carlos Valda @grandespymes

10 mentiras y excusas perjudiciales que a tu mente le encanta decirte

Por Marc Chernoff En última instancia, sólo nuestros propios pensamientos pueden herirnos.

La mente es una cosa maravillosa. También es una total mentirosa y una máquina de poner excusas que con frecuencia trata de convencernos de no tomar acciones que sabemos que son buenas para nosotros. Y al final, esto evita que muchos cambios positivos no tengan lugar en nuestras vidas.

Tuve que aprender a vigilar estas mentiras y excusas con mucho cuidado para poder realizar los cambios positivos que hice en mi vida: una dieta saludable, hacer ejercicio regularmente, meditar, dormir más, escribir diariamente, planear mejor, posponer menos, lograr más enfoque, etc.

Si no hubiera aprendido sobre estas mentiras y excusas, y la forma de suprimirlas, nunca hubiera tenido éxito en hacer estos cambios positivos. De hecho, hasta que lo entendí mejor, había fallado infinidad de veces cuando era joven debido a las tendencias engañosas que mi mente utilizaba para aplastar lo mejor de mí.

Entonces, ¿por qué la mente nos miente y crea excusas irracionales?

Porque nuestras mentes quieren comodidad, es por eso. Es miedo de la incomodidad, la presión y al cambio. La mente es absorbida en su zona de confort, y en el momento en que tratamos de forzar demasiado el límite de esa zona durante demasiado tiempo, la mente trata desesperadamente de volver a la zona cero a cualquier precio... incluyendo sacrificar nuestra salud, felicidad y éxito a largo plazo.

Así que expongamos las 10 mentiras y excusas más perjudiciales que a la mente le encanta contarnos de una vez por todas:

1. No puedo hacerlo.

Parece muy difícil al principio, por lo que piensas que no puedes apegarte al cambio positivo que estás haciendo. No crees en ti mismo lo suficiente como para dar un paso más. Esta es una mentira/excusa común que puede ser contrarrestada con sólo mirar el hecho de que otras personas que no son mucho más capaces que tú lo han hecho.

Por ejemplo, mi vecina de 60 años corrió un maratón poco antes de yo empezar el entrenamiento para mi primer maratón, así que me dije a mí mismo, "Si ella puede hacerlo, yo también puedo!" Y estaba en lo cierto.

A decir verdad, la única persona que puede decir "no puedo" eres tú. Si escuchas que esas palabras resonando en tu mente, no les prestes atención. Entiende que tus dudas y tu fe tienen algo en común, ambas te piden creer en algo que no puedes ver. Simplemente tienes que decidir en cuál deseas creer.

2. Ellos pueden hacerlo, pero eso no se aplica a mí porque para ellos es más fácil.

Sólo porque alguien más puede, no quiere decir que puedas, ¿verdad? Buscas razones por las que ellos si pueden pero tú no; tal vez de un emprendedor de Internet o escritor independiente porque no tiene hijos.

Tal vez está en mejor forma que yo, así que puede correr un maratón. Tal vez no tiene todas las obligaciones laborales y familiares que tengo yo, o tiene una pareja que la apoya, o no tiene problemas en las rodillas. OK, bien, es fácil encontrar excusas: pero mira también a todas las otras personas que también tienen considerables obstáculos y lo han hecho de todos modos.

es fácil encontrar excusas: pero mira también a todas las otras personas que también tienen considerables obstáculos y lo han hecho de todos modos.

Ángel y yo tenemos una familia, y enfrentamos muchas pérdidas significativas en nuestras vidas, e igual nos las arreglamos para tener éxito en muchos frentes. Y así como nosotros le dimos vuelta a las cosas por nosotros mismos, conocemos a cientos de otras personas que hicieron lo mismo.

Sólo en la última década como coach de vida, fuimos testigos de cómo personas lograron reinventarse a sí mismas de todas las edades; personas de 48 empezando familias, de 57 graduándose de la universidad por primera vez, de 71 empezando negocios exitosos, y así sucesivamente. Y abundan las historias de personas con discapacidades o enfermedades que superaron sus obstáculos y lograron grandes cosas. Tus obstáculos también pueden ser superados.

3. Estoy atascado porque no tengo tiempo suficiente para hacer cambio.

¿Conociste alguna vez a una persona feliz, exitosa que evite regularmente la responsabilidad, la culpa y apunte con los dedos y ponga excusa por su vida insatisfactoria? Yo tampoco.

La verdad es que tú escribes tu propio destino a través de las decisiones que tomas todos los días. Te conviertes en lo que haces repetidamente. Es más importante saber a dónde vas y por qué, que llegar allí rápidamente. De hecho, lo más importante en la vida es saber cuáles son las cosas más importantes en tu vida, y darles prioridad acordemente. La mayoría de nosotros gastamos demasiado tiempo en las cosas urgentes y no suficiente tiempo en las cosas importantes.

Así que hazte un favor y pon en práctica estas tres acciones cada vez que estés haciendo tu lista de tareas pendientes:

1) Piensa en la diferencia entre lo urgente y lo importante.
2) Revisa todas las obligaciones de tu lista.
3) Haz lo que sea importante primero.

4. Será muy difícil porque no puedo hacerlo sin _______.

Rellena el espacio en blanco: Necesito mi vino, mi queso, mis dulces, mis programas de televisión, mis diez horas de sueño, mi gran casa, mi vestuario de fantasía, etc.

Estos son lujos que nos convencemos que no podemos vivir sin ellos, por lo que justificamos el no hacer cambios positivos como comer más sano, o hacer ejercicio diariamente, o ahorrar dinero, o simplificar nuestras vidas, o construir un negocio rentable. Y como dije antes, yo no soy inmune tampoco; en el pasado me di estas excusas a mí mismo, pero todas ellas resultaron ser mentiras. No necesitaba ninguna de estas cosas en mi vida, y creerlas como las creí sólo se puse en mi camino de lograr los cambios positivos que era capaz de crear por mí mismo.

5. La vida está destinada a ser más fácil y más disfrutada.

Claro, estoy de acuerdo en que la vida debería ser disfrutada (como la mayoría de la gente), pero el problema es que la idea de que la vida debería ser SIEMPRE fácil y disfrutable se utiliza para justificar todo tipo de comportamientos perezosos. Bien podrías sentarte en el sofá y comer papas fritas, porque... bueno, la vida es para disfrutarla, ¿verdad?... Pues NO.

Puedes prescindir de la comida basura y seguir disfrutando de la vida. Puedes hacer ejercicio y disfrutarlo. Puedes renunciar a una gran cantidad de confort en tu vida y no perder nada. De hecho, el camino de menor resistencia es a menudo el camino de menor recompensa. Necesitas hacer cosas difíciles. No hay atajos a ningún lugar que valga la pena ir.

Como una vez dijo Einstein, "El genio es 1% talento y 99% trabajo duro." Debes correr para ser un corredor. Debes escribir para ser escritor. Debes trabajar activamente en una empresa para aprender cómo manejar una empresa exitosa. No hay sustituto para hacer el trabajo. Así que medita en esto todos los días: "Voy a hacer el trabajo. No será fácil. ¡Pero valdrá la pena!"

Debes correr para ser un corredor. Debes escribir para ser escritor. Debes trabajar activamente en una empresa para aprender cómo manejar una empresa exitosa. No hay sustituto para hacer el trabajo.

6. Merezco una recompensa (o un descanso).

Todos merecemos un sabroso manjar, o un día de descanso. No estoy diciendo que no debas darte una recompensa o descanso cuando lo merezcas. Pero si haces de esta racionalización una norma primaria en tu vida, te quedaras descansando para siempre. Estarás siempre dándote recompensas a ti mismo, y nunca te adheridas al plan original.

Esto es lo que yo hago vez de eso: Veo el apegarme a mi plan como la propia recompensa. Veo alcanzar mis metas como un regalo que me doy a mí mismo. Ir por un camino no es lo que tengo que hacer para alcanzar una recompensa, el camino es la recompensa.

7. Puedo hacerlo más tarde.

Claro, siempre puedes hacerlo más tarde... pero tu "yo más-tarde" se sentirá de la misma manera. Piensa en esto: ¿Por qué tu "yo más-tarde" será más disciplinado que tu yo actual? No hay ninguna razón. De hecho, al permitirte a ti mismo aflojar ahora, estás construyendo el hábito de la postergación y en realidad haciendo menos probable que tu yo más-tarde sea más disciplinado.

Así que hoy, deja de poner excusas de por qué no puedes hacer algo y empieza a enfocarte en todas las razones por las que debes hacer que suceda. Deja de hablar de lo que hiciste o lo que vas a hacer. Sólo hazlo y deja que tus acciones hablan por sí mismas. La mayoría de las grandes cosas en la vida no suceden por casualidad, suceden por elección. Nunca sabes lo que es posible hasta que corres el riesgo de descubrirlo. A la larga, sólo hay una cosa que hace que tus sueños y metas sean totalmente imposibles de alcanzar: Tu inacción de hoy.

8. Una vez no me hará daño.

Esta mentira es tan tentadora, porque de algún modo es cierta, una vez no te hará daño. Suponiendo, por supuesto, que sea realmente sólo una vez. Una cucharada de helado, faltar un día de entrenamiento, posponer una vez el trabajo, etc.

Por desgracia, nunca es sólo una vez. Una vez significa que tu cerebro ahora sabe que puede poner esa excusa la próxima vez también, y la siguiente "una vez" llevará a la otra, hasta que hayas caído completamente fuera de control.

Haz un pacto contigo mismo: no creas la mentira de "una sola vez". Si vas a permitirte una cucharada de helado, decide de antemano y ponlo en tu plan - "me voy a permitir una sola porción de dulces una vez cada fin de semana" y apégate a tu plan, en lugar de decidir sobre la marcha cuando tu conciencia es débil.

9. Es mejor renunciar ahora y cortar mis perdidas.

Como dijo Winston Churchill: "El éxito nunca es definitivo, el fracaso nunca es fatal. Es el coraje para continuar lo que cuenta." Nada podría estar más cerca de la verdad. La persistencia es la madre de todo esfuerzo productivo. Los fracasos, pequeños y grandes, ocurren todos los días a los mejores de nosotros. Las personas más productivas, más fuertes no son las personas que siempre tienen éxito, sino las que no se rinden cuando pierden.

La persistencia es la madre de todo esfuerzo productivo. Los fracasos, pequeños y grandes, ocurren todos los días a los mejores de nosotros.

En el momento en que sientas que debes renunciar, piensa en lo lejos que has llegado y por qué comenzaste en primer lugar. A menudo estás mucho más cerca de lograr un avance significativo de lo que piensa. Algunas personas renuncian a sus esfuerzos cuando casi alcanzan sus metas, mientras que otros conquistan sus metas ejerciendo, hasta el último segundo posible, esfuerzos más vigorosos que nunca antes.

En pocas palabras: Una vez que aprendes a renunciar, se convierte en un hábito; así que SIGUE ADELANTE!

10. Ya es demasiado tarde.

Nunca es demasiado tarde hasta que tu cansado corazón deje de latir. Si estás leyendo esto ahora, felicidades, estás vivo, lo que significa que no es demasiado tarde para ti.

Las cosas pueden cambiar si así lo quieres, a cualquier edad. Ahora mismo puedes elegir de manera diferente y hacer que algo nuevo pase. Tu futuro es inmediato. Agárralo con ambas manos y sigue avanzando. Cuando llegues a un bloqueo y te enfrentes con la opción de sentarte y no hacer nada, o hacer algo para seguir avanzando, elige la segunda.

Piensa, trabaja, y escálala si es necesario. Mueve tu vida hacia adelante. ¡Hoy!

Publicado originalmente en TrucosParaVivirMejor.com

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