Cuando tienes una meta en mente, te visualizas lográndola y haces cantidad de cosas hasta el cansancio para alcanzarla. La verdad es que en la mayoría de las veces no pasas de la primera semana. Vuelves a recaer y tu meta queda tan lejana como el planeta Urano. Para que tu vida cambie, hay pequeñas cosas que harán tu vida diferente. Cosas distintas a las que haces siempre.
De acuerdo con la filosofía del Kaizen (¿otra vez?), pequeños pasos pueden llevarte pausadamente a conseguir lo que quieras, incluso las más díficiles.
Empecemos...
1. Planea tu día siguiente
Planear el día siguiente te ayuda a concentrarte en lo que tienes que hacer y también te sirve como escudo para las distracciones. De hecho, puedes incluir media hora de ocio como si fuera una tarea más para que no te desvíes del camino porque sino estaras llena de aburrimiento.
Utiliza la aplicación evernote para planear tu día siguiente. Lo he probado y es muy efectivo. Simplemente, ¡me encanta!
2. Planea tu horas de Tv e Internet
¡Quien lo creyera! Pues sí , lo mejor es planear tus horas de ocio en TV e Internet. Hay una familia esperando compartir contigo, no estar todos como zombies mirando una caja mágica. Las redes sociales otro comedor de tiempo, deberíamos usarlas en lo más mínimo, a menos que tengamos un negocio en internet que amerite dedicarle espacio.
En cualquiera de los casos, lo mejor es planear esas horas para que no te quiten tiempo de otras actividades importantes de tu vida o no te distraigan de tus objetivos. Lo digo por experiencia.
3. Prepara tu fines de semana una semana antes
¿Quieres salir el fin de semana? Prepáralo con anterioridad. Si bien es cierto que lo planeado corre el riesgo de ser desbaratado, te da margen para replantear el plan y pasarlo de lo lindo.
¿Cuál es la ventaja de programarlo? Que se convierte en una meta a realizar y saques menos excusas para hacerlo.
4. Establece un horario para acostarse y para levantarse
Esta es quizás la cosa más difícil, lo digo por experiencia. Sin embargo, los resultados son excelentes. En mi caso he instaurado como regla acostarme a las 10:00 p.m y levantarme a las 5:30 a.m. Los fines de semana cambio un poco mi horario. Ni modo que me quede encerrada. Me doy mis gustitos saliendo de vez en cuando a bailar, a escuchar buena música y tomarme una buena cerveza.
Al programar tu cerebro para estas horas, el mismo te recordará la rutina. De esta manera, sabes de cuantas horas diarias dispones y puedes distribuirlas en las tareas que agendaste con anticipación (con la aplicación que te recomendé).
5. Desayuna siempre.
Recuerdo que cuando visitábamos a mi abuela en su finca ubicada en la coordillera de los andes colombianos, ella nos servía un desayuno que parecía un almuerzo. Al protestar, nos reprendía diciéndonos que podíamos dejar de comer lo que sea menos el desayuno. Según sus creencias, el desayuno aportaba las energías necesarias para un día de trabajo duro en el que algunas veces toca saltarse el almuerzo por la cantidad de cosas para hacer en los cafetales.
Existen gran cantidad de estudios que aprueban y desaprueban la potencia del desayuno. Ambos tan contundentes que termino pensando: - Al fin qué ¿es cierto o no?
Mi experiencia me ha enseñado que no es buena idea saltarse el desayuno y que tampoco es necesario atiborrarse de comida. Por lo menos, yo como seis veces al día, poquito, balanceado y eso mantiene mi peso bajo.
6. Pon frutas cerca de tus pecados comestibles
El café es una de mis bebidas favoritas. Lo mejor de todo es que la cocina donde lo preparan en mi trabajo, queda muy cerca de mi oficina. Te imaginas como me invade el olor, casi me lleva volando hacia allá como en las caricaturas de Tom y Jerry (si alguna vez las viste). El problema es que tengo prohibido por prescripción médica consumirlo. Entonces, lo que hago es tener una fruta cerca para eliminar la tentación olorosa del café.
Tu puedes hacer lo mismo.
7. Oblígate a caminar en tu sitio de trabajo
¿Te da pereza ir al gimnasio? Entonces oblígate a caminar en tu trabajo. Si tienes que decirle algo a un compañero de tu mismo piso, mejor camina a su oficina. No uses el ascensor y utiliza las escaleras.
Curiosamente, subir escaleras cuenta como ejercicio. Te lo digo porque hace poco ingresé al gimnasio, pensé que me daría durísimo pero no fue así.
Al hacer introspección, recordé que hago ejercicio todos los días sin darme cuenta, en promedio subo y bajo escaleras dos horas diarias discontinuas, la oficina del equipo de trabajo queda en el piso 7 (yo trabajo en el 8).
Adicionalmente, la oficina de mi jefa queda muy retirada de la mía y es una constante el tener que ir a su oficina para tratar temas importantes. La impresora queda a dos metros de mi oficina, asi que me veo obligada a caminar. Imprimo varias veces al día, entonces recorro dos metros de ida y dos metros de vuelta. ¡Imaginate pues!
También puedes aprovechar las rutinas de pausa activa. Son excelentes para despejarte y mantener tu salud.
8. Escucha música relajante camino a tu trabajo
Aprovecha tu smartphone para escuchar música que te relaje. Para algunas puede ser la música clásica, lo que importa es que te genere tranquilidad y la disfrutes.
Si vas en un vehículo puedes escuchar tu música favorita guardando las debidas precuaciones, no sea que te distraigas y suceda algo no deseado.
Escuchar música también es un buen calmante cuando has corrigo la suerte de toparte con un monumental trancón.
9. Pon una planta en su escritorio
Has notado que en la mayoría de oficinas tienen una o varias plantas (el cactus es una planta). La plantas generan energía y dan vida a una oficina.
Si utilizas un cactus puedes ponerlo cerca de tu monitor o computador portátil para que absorba la energía. Según la sabiduría de mi abuela (que se fue al cielo), también sirve para absorver las malas energías que deambulan por ahí.
10. Sal a disfrutar de aire puro
Esta es la actividad que más me agrada. No tiene comparación el salir a caminar por un parque lleno de arboles (los hay sin arboles, que pesar, no me gustan), sentir como la brisa se pasea por las hojas de estos y te regalan un rico perfume. Mucho mejor si vas a un sitio alejado de la acelerada vida de ciudad. Creeme que vuelves renovada.
Ojalá hicieramos más viajes a sitios de ensueño llenos de naturaleza.
Conclusión
Estas simples 10 cosas aunque parezcan tan simples, cambian tu vida drásticamente. Lo mejor de lo simple es lo beneficioso que trae para tu vida.
¡Mil gracias y feliz éxito diario!