10 poemas de desamor y una canción sin dueña

"Vine a Comala porque me dijeron que acá vivía mi padre, un tal Pedro Páramo. Mi madre me lo dijo. Y yo le prometí que vendría a verlo en cuanto ella muriera. Le apreté sus manos en señal de que lo haría; pues ella estaba por morirse y yo en plan de prometerlo todo. 
«No dejes de ir a visitarlo -me recomendó-. Se llama de otro modo y de este otro. Estoy segura de que le dará gusto conocerte.»
 Entonces no pude hacer otra cosa sino decirle que así lo haría, y de tanto decírselo se lo seguí diciendo aun después que a mis manos les costó trabajo zafarse de sus manos muertas. Todavía antes me había dicho: -No vayas a pedirle nada. Exígele lo nuestro. Lo que estuvo obligado a darme y nunca me dio... El olvido en que nos tuvo, mi hijo, cóbraselo caro. -Así lo haré, madre. Pero no pensé cumplir mi promesa. Hasta que ahora pronto comencé a llenarme de sueños, a darle vuelo a las ilusiones. Y de este modo se me fue formando un mundo alrededor de la esperanza que era aquel señor llamado Pedro Páramo, el marido de mi madre. Por eso vine a Comala. "
Juan Rulfo.
"Vendrán las iguanas vivas a morder a los hombres que no sueñan 
y el que huye con el corazón roto encontrará por las esquinas 
al increíble cocodrilo quieto bajo la tierna protesta de los astros. "
Federico García Lorca. 
POEMA I

En el dolor de ficción,

luchábamos en un asalto contra el tiempo.
Creíamos que no había pasado,
que el futuro nos esperaba a la vuelta de este verso,
de este segundo que se acaba de marchar.
Le juré a mi diario: 
" A este cuerpo y alma , ahora fuera de sí,
jamás le invadirá la tristeza injustificada,
mas la vida esta llena de aeropuertos invisibles.

                                        [Invisbles, pero aeropuertos; con sus alegrías y sus despedidas]                                        
Tiempos díficiles,
para tí y para mí.
                                            [¿ para nosotros?]
POEMA II

Una vez existió una chica que tan sólo tenía

la verdad y un puñado de canciones por bandera.
Todo anverso, tiene su reverso,
compartía barra con un borracho triste
que se masturbaba soñando con princesas.
POEMA III

Soy una persona sin ego, sin voces,

sin pasado, sin futuro.
Imagínate una muerte 24 veces al día; 
es lo que me toca vivir. 
Me aferraría a ti como a cualquiera.     [ De antemano, no te miento.]
Sé que volveré al destierro,
rechazando la vida que me ofrecen tus labios,
la realidad que me muestran tus ojos.   [ Aunque sé que siempre añoraré el olvido]
 POEMA  IV

No se debe utilizar la palabra muerte en la poesía,

pues no se muere nunca, 
ni se cuenta, ni se escribe cuando la 
dama de negro te lleva a bailar. 
Sé que te nombraré.
Brindamos con un único objetivo: romper las copas.
Escribí para creerme mi mentira,
de tanto escribirte te amé.
                                                                                                                                   [ No vuelvas a aquel nunca jamás, no des oxígeno al ego,                                                                     no des voz a lo  que no ha sido y, probablemente,                                                     jamás sucederá]                                                                                                                                                                                                        

Hoy para olvidarte lleno diez páginas en las que me dejo la vida,

tan sólo son legibles dos versos;
dos intentos de resurrección.
POEMA  V

Pensar en ti es vivir.

Me pregunto si creas en nosotros un bello engaño.

                                                                                 [¿ te llegarán algún día  estas palabras?]
Me olvido de Dylan para escribirte: 
" Es tan bello tu "estar", 
   con Él creas mis palabras.
En mi pecho anida cada día el tuyo. "             
                                                                                   [ jamás lo sabrás]
        POEMA VI

Tus amantes te disparan por la espalda,

tus amigos no ven las balas,
Al fin lo veo;
necesitas palabras que cierren tu herida sin dejar cicatriz.
Tu soledad es la belleza que añora el poeta.
POEMA  VII

El hueco, el vacío que ahora rellena mi alma 

es causado porque nunca tengo los ojos en la piel debida.
No me cansaré de gritar a tu ausencia y tu silencio.
Los haré presentes,
soy indulgente con la moral.
 POEMA VIII

Es necesaria buena y necesaria la mentira para 

que olvides que hoy es domingo.
Es necesario un encuentro para un respiro,
despertar esas palabras dormidas que 
ahuyenten la ansiedad,
un final para principios que comienzan mal. 
A veces son hermosos los corazones sin alas
ni valor.
POEMA IX

Si te acaricio me olvido del dolor de mis manos.

Y aún así sonríes. 
En ti la culpa no late,
humana,
bello animal, 
hiriente,
herida tantas veces.
Árbol hermoso y ajado,
ni intacto ni talado.
Ayer es hoy,
ahora es gracias a todo el ayer.
Por la culpa pecamos,
y así juntos,
la olvidamos.
POEMA X

¿ Perdí el otoño o la primavera?

Soñando todo era perfecto,
ahora persigo los sueños.
Sé que despertaré,
queriendo,
odiándome,
deseando que hoy se ayer.
Mientras, tan bella es la poesía
que caigo en Ella con placer 
y no duele la soledad.
UNA CANCIÓN SIN DUEÑA

Desperté en Comala mirando un sueño,

hundido en el mar de tus ojos sin necesidad de respirar.
Tu cuerpo en calma
evita que me sienta como un
insecto que ansia tu piel,
que cercana es nuestra respiración, 
cada vez más lejos del mundo.

Tu aliento ante los ojos de mis sueños.

Reconstruye mi voz,

pinta las alas que murieron debajo de mi blusa;
tienes un cheque en blanco para 
esa casa de apuestas que es mi corazón.
No quieras saber quién soy,
no quiero saber quien fuiste.
No aprendimos de la muerte*1
con nuestra palabra desbocada por bandera.
Pero caerá el alud del tiempo sobre nosotros,
vendrán las iguanas a matarnos.
Nos dispararán los "te quieros" que no tuvieron destino.
Tan sólo deja que te  abrace y 
[ por favor]
no pienses,
pues dicen que la muerte dura un instante y
sé que no estaremos juntos cuando nuestros
cuerpos no sean nada.

* Imagen extraída de la película "Great Expectations" (Grandes Esperanzas",1998) de Alfonso Cuarón. 

*1 Creo recordar que este verso es de Ángel González; " No aprendimos de la muerte", o "Nada nos enseñó la muerte".