Anahí Flores es escritora, autora de cuentos y poemas y es también una gran colaboradora de nuestro almacén de libros, desde el primer momento. Como le tenemos un gran cariño, y la admiramos, su entrevista no podía faltar en esta sección.
¡Gracias Ana por tu colaboración y apoyo permanente!
Entrevista:
¿Cómo empezaste tu carrera como escritora y cuándo?
Tengo manuscritos de cuentos y poemas (mediocres) desde la infancia, pero hacia los trece empecé a escribir más y, tal vez, un poquito mejor. Pero sólo escribía, sin mayores pretenciones, nunca pienso en escribir como una carrera sino como algo que viene conmigo sin más explicaciones. Tengo un amigo al que conocí por aquella época (primer año del Colegio), con el que intercambiábamos poemas y, luego, nos hacíamos crítica constructiva uno a otro. Fue la primera persona (más allá de mis padres) que me aportó con su opinión, no siempre benévola por suerte.
¿Te inspiró alguien en particular?
Tal vez la convivencia (que luego fue epistolar) con ese amigo del que te hablaba. Tal vez la biblioteca en lo de mis padres. La verdad que no lo tengo muy claro.
¿A qué hora del día te surgen más ideas?
Soy bastante desordenada en relación a los horarios. Pero ser desordenada con el uso del tiempo no me impide ser disciplinada: al contrario, mi disciplina se da bien con el caos. Así que a cualquier hora.
Pero para no dejar la respuesta tan amplia, te cuento que gran cantidad de mis cuentos nacen de los sueños. Por ejemplo una vez Hugo Correa Luna, que en aquel momento era mi profesor de escritura en Casa de Letras, nos dio una consigna que a mí me pareció bastante complicada. Le di vueltas todo el día. A la noche, mi sueño cumplió al pie de la letra los detalles de aquella consigna. Me levanté de madrugada y escribí, de un tirón, el cuento completo. Por supuesto que después tuve que pulirlo un montón, pero la estructura y todo lo esencial se mantuvo y es un cuento que aún hoy, años después, me gusta.
¿En qué lugar de tu casa te gusta escribir?
En la cama. En la cocina con el agua para el mate al fuego (efecto colateral: se me pasa el agua). En el cuarto de Sofi mientras juega. En la mesedora. En la cama. En la bañadera durante un baño de espuma, aunque se moje el papel. Frente al lavarropas mientras se hace el lavado. En el sofá frente a la chimenea cuando hace mucho frío. En la cama. En el puf. En la cama. (No tengo escritorio).
¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo?
Mi lugar de trabajo a nivel espacio lo ambienta Sofi dependiendo de a qué está jugando en ese momento. Casi siempre tengo un mate al lado (yerba dulce, cáscara de naranja o limón, menta y un poco de yerba si queda espacio, jejeje).
¿Cómo surgió la idea de tu libro Todo lo que Roberta quiere?
Cuando me gusta un tema, por lo general me salen series y no textos sueltos. Empecé con La lectora en la ciudad a fines de 2008 y hasta ahora (2013) sigo haciendo periódicamente episodios cortos sobre esa chica que lee en todos lados. Me pasó lo mismo con otras series de cuentos o poemas. Con Roberta no fue la excepción. El primero de los cuentos es de enero del 2010 y lo escribí en la patagonia. Durante ese y otros viajes a las montañas (Mendoza, Catamarca), fueron viniendo otro y otro más, era como si Roberta y su novio viajaran con Miguel y conmigo. Hasta que el 15 de abril del 2011 escribí el último de los once cuentos (que no es el último que aparece en el libro). Casualmente, también dejamos de ir a las montañas y, días después, quedé embarazada.
¿En qué te basaste para escribir los cuentos?
Los cuentos de Roberta ocurren en alguna cordillera. Es que en esos años nos la pasamos subiendo montañas, supongo que si en vez del trekking nos hubiéramos enganchado con el surf, Roberta y su novio hubieran tenido historias semejantes pero entre las olas.
Concretamente, cada cuento está inspirado en algún hecho real, o que me pasó directamente a mí o que me contaron. Es sorprendente la cantidad de historias que podrían clasificarse como fantásticas, que cuenta la gente en las montañas. Sobre todo de noche, en un refugio o en una carpa. Pero lo interesante es que no las cuentan como fantásticas, sino como reales.
¿Cuáles son tus autores preferidos?
Saramago. Borges. Kafka. Poe. Cortázar. Calvino. Tantos otros. No necesariamente en ese orden.
¿Qué autores recomendás leer a tus lectores?
Saramago. Borges. Kafka. Poe. Cortázar. Calvino. Tantos otros. No necesariamente en ese orden.
¿Qué libro famoso te hubiera gustado escribir?
No fantaseo con haber sido la autora de ningún libro que me haya enamorado. Lo que a mí me fascina es entablar una charla mental con el autor de ese libro, o con los personajes. Y sería aburridísimo si fuera un monólogo conmigo misma. Así que ninguno: soy feliz por ser la lectora.
Blog de Anahí: http://lalectoraenlaciudad.blogspot.com.ar/