María Fasce nació en Buenos Aires. Es escritora y actualmente se desempeña como directora literaria de Alfaguara, en Madrid. Ha traducido a Marcel Proust y a Patrick Modiano, ha trabajado como periodista y crítica literaria y cinematográfica. Su obra ha sido traducida a varios idiomas. Publicó El oficio de mentir. Conversaciones con Abelardo Castillo (1996), los libros de relatos La felicidad de las mujeres (Primer Premio del Fondo Nacional de las Artes 1999), A nadie le gusta la soledad(2007) y Un hombre bueno (Premio Iberoamericano Cortes de Cádiz 2015), y las novelas La verdad según Virginia(Gallimard, 2003; Emecé, 2004), La naturaleza del amor (2008) -escrita gracias a la beca de la Maison des Écrivains Étrangers et des Traducteurs de Saint-Nazaire- y La mujer de Isla Negra (Edhasa, 2015) -en el programa de Writers in Residence de Amsterdam. Participó en diversas antologías, entre las que figuran La vida te despeina, No somos perfectas, Madres por madres, y, en el extranjero, Zerfurchtes Land. Neue Erzählungen aus Argentinien y Les bonnes nouvelles de l’Amérique Latine (con prólogo de Mario Vargas Llosa). Su obra de teatro El mar (2006) se representó en Buenos Aires y en Barcelona bajo la dirección de Gabriela Izcovich. Su obra ha sido traducida a diez idiomas.
¿Cómo fueron tus comienzos en la escritura narrativa? ¿Te inspiró alguna persona o alguna situación en particular?
Empecé a leer desde muy chiquita y fue automático: yo quería, algún día, producir en los demás esas emociones tan fuertes que los escritores que admiraba producían en mí. No pasó mucho tiempo desde que fuera de “Mujercitas” a los cuentos de Borges, que me marcaron a fuego. Quería escribir historias como ésas. Y escribía, poemas, cuentos y más cuentos, la mayoría, caricaturas de cuentos borgeanos. Fue un largo camino hasta encontrar una voz propia –o eso espero.
¿Existe un horario propicio para ponerte a escribir o cualquier momento del día es ideal?
Tengo un trabajo muy absorbente –soy editora en Alfaguara-, que ocupa casi las 24hs de mi tiempo, pero en una parte de mi cerebro se forman mis historias, algunas velozmente –son los cuentos-, otras a fuego lento –las novelas. Tomo notas en una libreta a medida que surgen ideas, y cuando tengo un bloque de tiempo más sólido escribo horas seguidas –un fin de semana largo, o las vacaciones. Debería contestar quizás como Borges cuando le hicieron la misma pregunta “Escribo siempre”. Porque la cabeza siempre está escribiendo aunque las manos no lo hagan.
¿Cómo está ambientado tu lugar de trabajo y en donde lo haces usualmente?
Escribo mucho en bares. Y tomo notas en cualquier parte (un museo, la oficina, el subte, el colectivo). Pero tarde o temprano tengo que sentarme frente a la computadora. La puse junto a la ventana con balcón, para que parezca que estoy en un bar. También escribo en Buenos Aires en agosto: instalo todas mis libretas en la mesa del comedor de mi padre y hago jornadas intensivas de diez horas (este agosto, por ejemplo, para terminar mi novela)
Lo mejor y lo peor de “escribir”.
No hay nada malo en escribir, si tenés la ambición de hacerlo, y un poco de talento. Todo es bueno. Aún me sigue asombrando como mis planes se desvían y los personajes cobran vida propia. Cómo escribir me ayuda a ser más cuerda, a tratar de entender un poco mejor mi vida y la de los demás. Y esa felicidad cuando se encuentra una buena imagen, un buen diálogo.
¿Cómo surgió la idea del libro de cuentos “Un hombre bueno”?
Son cuentos que he venido escribiendo desde hace años. Los libros de cuentos se forman por acumulación: cuando tenés 12 o 14 empezás a leerlos en conjunto, a ver si pueden formar un libro coherente. Son historias que se me ocurrieron a partir de cosas que he escuchado, vivido o inventado, a partir de viajes o personas con las que me he cruzado. Con todo eso surge una historia, como un fogonazo, casi como un poema.
¿Qué estás leyendo actualmente?
Por trabajo, unos doce libros (voy saltando de uno en otro a ver si merecen ser publicados en español). Y trato de estirar al máximo (me faltan 4 páginas) “De qué hablamos cuando hablamos de escribir”, de Haruki Murakami, uno de mis escritores preferidos.
¿Cuáles son tus autores preferidos y que recomendarías leer?
Haruki Murakami, Michel Houellebecq, Lucia Berlin, Patricia Highsmith. Podría darte más nombres pero esos cuatro –cualquiera de sus libros- son ineludibles.
¿Un libro o un autor que te hayan marcado o a los que volves cada tanto?
Borges, sin duda. Cualquiera de sus libros funciona como el I Ching: abro cualquier página y me está hablando a mí hoy. Es uno de los poquísimos escritores que emociona por el estilo y la inteligencia, hable de lo que hable y cuente lo que cuente.
Si tuvieras que elegir a un escritor o a un personaje de ficción (libro, película) para sentarte a charlar un rato, ¿a quien elegirías?
Me encanta conversar con John Banville y tengo el privilegio de ser su editora y poder hacerlo cuando viene a Madrid a presentar alguno de sus libros. Tiene una combinación única de humor, inteligencia y calidez.
¿Existe algún libro famoso que te hubiera gustado escribir?
Cualquier libro de los autores que he citado. Sigo soñando con escribir un cuento como “Hombres sin mujeres” de Murakami, “Catedral” de Carver o “Mi Jockey” de Lucia Berlin.
Muchas gracias María por tus respuestas!!