Una relación es complicada y salir de ella es peor. Pero si crees que más vale malo por conocido que bueno por conocer, sigue leyendo.
Cuando pasa la adrenalina de saberte soltero y feliz de haber escapado de una relación, ya sea tormentosa o no. Llega el bajón. Encontrarte amigos en común, visitar aquel lugar, mil y un recuerdos llegan a la mente. Buenos momentos, sexo, tiempo compartido, cosas que se dijeron, cosas que no se dijeron y un suspiro llega convertido en un… ¿y sí?
Cuando la soledad aprieta es muy fácil hacerse el tonto y olvidar la única y valiosa razón por la cual ya no están juntos y comienza el tonteo justificador (es una enfermedad) en el que por una u otra razón comienzas a poner excusas a lo que se dijo o no se dijo, seguido de la droga favorita de esta enfermedad; las redes sociales. Entrar a su perfil una y otra vez y fantasear (producto de las alucinaciones de la medicina) en el hubiera.
Tratar de encontrarle tres pies al gato cuando sabes que tiene cuatro es más que lógico si de tu ex se trata. El “no me olvides” es un claro síntoma de esa búsqueda de querer reencontrarte y volver a conectar con aquel que se te fue vivo.
Un me gusta en una foto de Instagram, un mensaje de “hey, ¿cómo estás? en el Messenger, un comentario en una publicación de Facebook, un “casual” me topo a tus amigos/familia y cuando te armas de valor, el no me olvides de cada día/mes/año.
Es raro por no decir casi imposible que las relaciones de pareja que terminan, regresan. Por eso existen los ex. Así que la próxima vez que la enfermedad solitaria te ataque y te llene la cabeza del ¿y sí?, conoce las 10 de razones para no contactar a tu ex.
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Cerrar ciclos. No todo en esta vida se trata de cerrar ciclos. No es regla necesitar ese “paso” para recuperarte. Es muy probable que tu intento de cerrar, abra la herida y quizá es mejor dejar que la distancia, y el que tú controlas la situación te ayude. No necesitas llamarle para olvidar.
El ego es el mejor consejero del “no me olvides”. Cuando el amor sale por la puerta el ego entra por la ventana o algo así. La llama del amor suele reconvertirse en ego cuando sabes que tu ex sigue con su vida sin ti. Y eso te carcome hasta los párpados. ¿Cómo se atreve a vivir sin ti? Y si le sumas el querer saber, asegurarte que aún le gustas pues ¡bingo! la fórmula perfecta para el no me olvides.
Tendencia a idealizar el pasado. Recordar es volver a vivir y nuestro cerebro está más acostumbrado a revivir lo bueno que recordar eso que tu ex hacía y te volvía loco. A esas lagrimas, esas sonrisas olvidadas, ese mal vivir, queda escondido por el único hecho de idealizar lo que viviste. Se realista y si vas a recordar, revive lo bueno pero también lo malo y acuérdate. No dejes que tus sentimientos olviden esos comportamientos que te hicieron huir.
Orgullo. Si alguien “te dejó”, ¿qué demonios haces buscándolo? ¡En serio! Ten un poco de dignidad y a otra cosa mariposa. Utiliza el ego a tu favor y ¡Hasta luego Maricarmen!
Tu ex, tu mejor amigo. ¡Bah! tienes oportunidad de hacer otro tipo de amigos, ¿cómo porqué quieres ser de tu ex? A menos que tengas hijos en común la relación será cordial pero de amigos nada. En estas historias de reencuentro, siempre, siempre, siempre termina alguien desilusionado. Recuerda que la curiosidad mata al gato.
Tu alma gemela. El primer amor no se olvida, pero tampoco el segundo ni el tercero ni el cuarto. En realidad cada persona que conoces te deja una marca así que en realidad el cuento de hadas del amor verdadero pues quizá no es como el que nos contaron de niños. Tu verdadera alma gemela no te romperá el corazón en mil pedazos y te apoyará y te impulsará y tomará tu mano cuando lo necesites. Hay diferentes tipos de amor y el príncipe azul no es el definitivo.
Dejar ir. Por una u otra razón solemos aferrarnos a algo. Mi coche, mi trabajo, mi mascota, mi, mi, mi. Quizá esa es la principal razón de que sea tan difícil soltar. Pero sabes qué. Es mejor dejarse llevar. El sentimiento de dejar ir lo que no es para ti es muy satisfactorio.
Y vivieron felices. Me declaro fan de las películas de Hallmark, de esa historia romántica de vencer los obstáculos que impiden que una pareja esté junta para que al final todo se resuelva con un tórrido beso *Suspira*. Pero ¡Hey! esto no es una peli, no eres Julia Roberts y tu ex no es Hugh Grant. La vida real es muy diferente al guión del cine.
Es tu ex por algo. Existe una verdadera razón por la cual ya no están juntos y es que hay algo que no funciona. Esa razón existe es real y no ha cambiado. Las personas no cambian y aquello que te llevó a terminar la relación sigue y seguirá ahí.
El pasado, pasado es. No dejes que la memoria te juegue una mala pasada. Deja de lamentarte y pensar y re pensar en los momentos. No regreses al lugar donde te quitaron la sonrisa.
Cuando por fin conectamos con alguien es difícil matar todo sentimiento. Esa chispa, ese trabajo en equipo, ese “que bien nos vemos juntos”, pero la mayoría de las veces esa expectativa, vive más en nuestra imaginación y la realidad es completamente diferente.
Deja que las relaciones pasadas te enseñen a conocerte. Aprende lo que quieres y lo que no quieres en tu vida y enfócate en ti.