Las correas extensibles son incómodas y peligrosas,
pero aún así son frecuentes por nuestras calles y parques. En realidad…¿sirven
para algo? 1. Ya que tiene que ir atado, uso la correa extensible
para dar más libertad a mi perro por la calle. ¿Y qué tiene de malo que
los perros vayan atados? Los perros no le gustan a todo el mundo, y andando por
la calle lo lógico es respetar a los peatones, ya lo soltarás en donde se pueda
(La escasez de espacios habilitados sería otro tema). Además, pones en
peligro al resto de personas y a ti mismo. Controlar 3 metros de hilo de nailon
no es nada sencillo y no sería el primer perro atropellado mientras se espera
en un semáforo por confiarse. 2. Ya, pero mi perro no me hace caso, y es la única
forma de estar seguro de que vuelve. Puede... o no. Utilizar una correa
extensible con un perro que no acude a la llamada es la peor idea que existe,
las correas extensibles no se pueden fijar a la muñeca y se resbalan, caen al
suelo y "persiguen" al perro asustándolo aún más. Una pésima idea sin
duda. 3. Es que mi perro tira mucho al caminar, así
vamos más cómodos. ¿Qué fue primero, la gallina o el huevo? Como las
correas extensibles transmiten una cierta resistencia (el muelle de
recuperación del cordón siempre está tenso) el perro se acostumbra a andar con
esa resistencia. Utilizar una correa extensible es la mejor forma que existe
para que un perro tire de la correa... y que sea mucho más complicado después
hacerle comprender lo que es caminar con la correa floja. 4. Ya, pero como tira de la correa, le pongo un collar
de hocico, un ronzal, o un arnés anti-tiro, Halti o Easy Walk y la
"extensible". Leer los manuales de los productos, aunque sean de
pocas palabras está en desuso. ¡Hasta los fabricantes de este tipo de productos
anti-tiro avisan de que no se deben utilizar con correas extensibles! Si el perro
llega al tope empleando un ronzal puede padecer lesiones graves en el cuello o
espalda, y si sucede con un arnés frontal el resultado es desequilibrarse,
golpeándose contra el suelo. 5. Como mi perro es un poco "malo" no lo
puedo soltar, y la correa extensible me permite controlarlo. Es un
contrasentido, utilizar una correa extensible es completamente incompatible con
"control" del perro. Si está extendida malo, si se escapa de las manos
peor, y además el mecanismo de bloqueo falla. ¿Qué tal una correa de un par de
metros con varios mosquetones y argollas para ajustar en cada momento a la
longitud que se desee? Por cierto, si tu perro es un PPP están prohibidas
expresamente. 6. Me viene muy bien para pasear a mi perra cuando
está en celo, así la controlo mejor. ¿Controlar a una perra en celo con
una correa extensible? Al igual que en el punto 4, directamente es una
irresponsabilidad. "Controlar" a una perra en celo con una cuerdecita
de 4 metros metida en un mecanismo es garantía de problemas. 7. Ya... pero las correas extensibles van muy bien con
perros pequeños. Curioso planteamiento ¿En qué se diferencia un perro
pequeño de otro grande? Sólo en el tamaño, por eso los arneses son más pequeños
y las correas más ligeras. No existen más diferencias, así que ¿por qué
distinguir el tipo de correa que debe utilizar por ser "pequeño"? 8. En los bazares de "todo a 1 €" las
correas extensibles son muy baratas, y como mi perro no tira ni se mete en líos
no necesito más. Si el motivo es el precio ¿por qué no utilizar una simple
cuerda con un mosquetón? En esos mismos bazares hay cuerdas de diferentes
colores que con un poco de maña se convierten en correas perfectas. Y por
muy poco más, en almacenes de deportes o tiendas especializadas en montaña hay
cuerdas realmente bonitas, una trenza y tendrás la correa más bonita del
parque, personalizada y completamente a medida. 9. Los 8 puntos anteriores son una exageración, no he
conocido ningún caso como los que se mencionan aquí. Los perros con
lesiones de cuello no se quejan, los atropellados no vuelven al parque, y las
quemaduras en la mano al coger la cuerda se curan. Pero sí, por desgracia todo
lo anterior es real, y además frecuente. 10. Entonces ¿para qué sirven? Pues la verdad es
que para bastante poco. Quizás en las primeras salidas al parque con un
cachorrito sean útiles, por aquello de dejarle hacer "sus cosas" a un
par de metros de distancia (algunos son muy tímidos), o para asegurar que
vuelve mientras aprende la llamada (como son pequeños, las posibilidades de que
la correa extensible se nos escape de las manos son pocas). En cualquier caso,
para eneñar la llamada seria mejor una cuerda de muchos metros, y en un par de
semanas el cachorro ya debería andar con su arnés y correa "normal"
(de un par de metros, mejor en material textil). Agradecimiento: a Juan Francisco Calle (www.doogweb.es),
por permitirme publicar su artículo