Con un denominador común: espacios en los que los niños se lo pasan en grande y desarrollan su creatividad. Son elegantes, transmiten paz pero a la vez tienen algo que los hacen únicos y especiales. No hace falta grandes inversiones, a veces pintando la pared o la puerta de otro color o con formas ya la hacemos diferente. Combinar muebles recuperados con modernos también contribuye a darles personalidad. Hazte con una silla o pupitre de escuela, una pizarra o un baúl y seguro que te queda genial la habitación.
Puerta de la habitación pintada de verde turquesa, caballito antiguo y cómoda danesa
Pared de la habitación pintada de gris antracita con tres cabezas de animales de peluche de decoración, cama con barrotes para colgar sus zapatos y baúl tipo mesilla. ¡No os perdáis el detalle de la lámpara y la alfombra!
Son muchas cosas las que me gustan de este cuarto. Me chifla este árobol pintado en la pared con la escalera haciendo de tronco, la lámpara con forma de paloma sobre la silla y el rodapié pintado.
Suelos blanco de madera, estantería a la vista y un cuadro precioso preside esta habitación sobria pero increible.
¿Os habéis fijado en la mesilla de libros que hay en este cuarto? Una idea muy buena y sencilla
El color en este caso se lo dan los juguetes, el cuadro de Stockholm y la lámpara de pie de lunares.
¿Y si en vez de pintar la pared entera la pintas a la mitad con estas formas? El resultado no puede ser mejor.
Si no te atreves del todo, puedes empezar pintándola a la mitad de otro color. ¡Seguro que queda muy bien! añade una piarra y un gran cesto para guardar jugeutes y tendrás un rincón perfecto.
Paredes pintadas con diferentes colores y dibujos de animales. ¡un 10!
Y por último, este cuarto con cómoda pintada de verde. ¡Precioso!
Ya me contaréis que os parecen. Espero que os gusten y podáis coger muchas ideas para los peques.
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