Si eres aficionado al vino, seguro que los vinos Reserva y Gran Reserva figuran en lo más alto de tu lista de deseos. Capaces de satisfacer a los paladares más exquisitos, estos vinos ofrecen infinidad de posibilidades de maridaje y por supuesto, también resultan deliciosos para degustar solos.
¡Sigue leyendo y descubre sus secretos!
- La denominación de vinos Reserva tiene su origen en la localidad riojana de Haro, donde los viticultores comenzaron a guardar las mejores botellas de cada añada a modo de reserva. Con el tiempo, este término pasaría a aplicarse a los vinos con crianzas más largas.
- Los vinos Reserva y Gran Reserva suelen elaborarse con uvas procedentes de viñedos más viejos. Para los vinos Gran Reserva como los que encontrarás en Grau Online, se utilizan uvas de calidad superior, procedentes solo de añadas extraordinariamente buenas.
- Una de las claves de la longevidad de estos vinos es su mayor acidez respecto a los vinos jóvenes o Crianza. Los vinos más ácidos resultan más resistentes y son menos propensos a sufrir problemas durante el embotellado.
- Junto a la acidez, la carga de taninos y polifenoles es otro de los indicadores clave para reconocer a un vino de calidad. La presencia de taninos es mayor en los vinos tintos, debido al contacto del mosto con la piel de la uva durante su elaboración. Cuanto mayor sea este contenido tánico, más durará el vino.
- Gracias a su envejecimiento más largo, primero en barrica y después en botella, los vinos Reserva y Gran Reserva también nos permiten apreciar los aromas terciarios del vino, exclusivos de los vinos con crianza. Entre ellos, destacan los matices de madera, balsámicos, frutas rojas y confitadas o especias, como la vainilla o la nuez moscada.
- A la hora de la cata, los vinos Reserva y los vinos Gran Reserva se caracterizan por una mayor complejidad y estructura que los vinos jóvenes. Su color se oxida ligeramente, sus aromas se intensifican y su sabor se hace más redondo.
- En denominaciones de origen, como la DOCa Rioja o la DO Ribera del Duero, el tiempo mínimo de crianza en barrica se amplía hasta los 24 meses, para los vinos tintos.
- Los vinos tintos Reserva necesitan envejecer durante al menos tres años para madurar correctamente y pueden conservarse sin problemas hasta 10 años. Si se trata de un vino blanco o rosado, con menor carga tánica, el tiempo de guarda debe de ser de al menos dos años y tienen una vida media en torno a cinco años.
- Los vinos tintos Gran Reserva como los de Grau Online, requieren de un mínimo de cinco años para madurar y de cuatro años, para blancos y rosados. La curva de vida de estos vinos es mucho más amplia que los Reserva, pudiendo extenderse más allá de los 20 años. Los vinos más excepcionales pueden llegar hasta los 50 años.
- ¿Cuál es el mejor momento para degustar estos vinos? Los expertos recomiendan consumir los vinos Reserva entre cinco y ocho años después de la cosecha. Para los Gran Reserva, el momento óptimo de consumo se sitúa entre los 10 y los 12 años.
A través de estas claves, hemos querido que conozcas un poco más a fondo estos vinos extraordinarios, que nos invitan a descubrir su esencia en su forma más auténtica. Ahora, ¡solo queda probarlos!