Desde hace mucho tiempo ha existido una creencia generalizada de que las relaciones de noviazgo constituyen una etapa maravillosa de la vida en la que el amor es la principal fuente de felicidad de las parejas, quienes erróneamente creen que “por amor” deben soportarlo todo y/o hacer cualquier cosa; sin embargo, esta es una mentira que para muchas personas es difícil asimilar, de tal forma que empiezan a aceptar los malos tratos e incluso llegan a percibirlos como algo “normal” debido a la alta frecuencia con la que los experimentan.
Si bien es cierto que los noviazgos suelen caracterizarse por aspectos positivos, en realidad son muchas las parejas que experimentan diversas situaciones violentas. Ahora bien, en ocasiones, la violencia suele manifestarse de formas tan sutiles que llegan a pasar desapercibidas; por ejemplo, puede comenzar con algunos comentarios “inofensivos”, chantajes o celos e ir aumentando e incluso agravándose poco a poco. Es por ello que a continuación te presentaré 10 señales que indican que estás viviendo una relación violenta.
1- Tu pareja revisa tu celular. Aunque tu pareja afirme que esto “no tiene nada de malo” en realidad sí lo tiene, y la razón es simplemente porque está invadiendo tu privacidad y no existe razón alguna que justifique el hecho de que te veas obligado(a) a mostrarle tus fotos, conversaciones, historial de búsqueda, etc.
2- Te pone apodos que te desagradan. Si tu pareja te pone sobrenombres y, aun sabiendo que éstos no son de tu agrado, se refiere a ti de esta manera, eso es violencia; ya que muchas veces estos apodos pueden llegar a afectar tu autoestima.
3- Te ha dado zapes, cachetadas o empujones “de juego”/de broma. Aunque esto parece inofensivo, este tipo de conductas “de broma” poco a poco van subiendo de nivel hasta llegar a formas más graves de agresión, como golpes intencionales que pueden dejar marcas o lesiones.
4- Te chantajea para tener relaciones sexuales. Lo más común es escuchar frases como: “es que no me quieres lo suficiente”, “demuéstrame tu amor”, “¿no que me amabas?” (Entre otras); sin embargo, debes ser consciente de que tienes todo el derecho de decidir cuándo sí y cuándo no quieres tener relaciones con tu pareja, de tal forma que no debes permitir que él/ella decida por ti, ya que la sexualidad debe ejercerse con el consentimiento tanto tuyo como de tu pareja.
5- Vigila tus actividades. En este caso, tu pareja te pregunta constantemente dónde y/o con quién estás, e incluso es posible que se aparezca de repente en lugares que frecuentas para cerciorarse de que estás ahí. También es posible que te chantajee para que no salgas con tus amigos(as) o no realices actividades en las que él/ella no está contemplado(a).
6- Te cela. Aunque por lo regular se piensa que los celos son “muestras de amor”; en realidad los celos se deben a la falta de confianza, y la confianza es la base de una relación sana.
7- Afirma que le eres infiel. En este caso es posible que tu pareja afirme que tienes a otra persona o que sospeche de una supuesta infidelidad, aunque tú le demuestres lo contrario.
8- Te aísla o intenta aislarte. Tu pareja intenta convencerte de que sólo deberías pasar tiempo con él/ella, y se molesta cuando conoces a otras personas, cuando conversas con tus amigos(as) o cuando sales con tus familiares.
9- Te humilla. Algunos ejemplos son: si tu pareja te subestima, te hace sentir menos, critica tu aspecto físico y te compara con sus ex parejas.
10- Te controla. Si tu novio(a) te prohíbe cosas, te pide las contraseñas de tus redes sociales, te impone horarios para que se vean, supervisa tus mensajes y se molesta cuando no haces lo que él/ella desea.
Si identificas que alguna o muchas de estas conductas están presentes en tu relación, ¡cuidado! estás viviendo una situación de violencia en tu noviazgo. Lo mejor que puedes hacer es consultar con un profesional de la salud, por ejemplo, con un(a) psicólogo(a) para que te oriente y te ayude a tratar o a salir de esta situación.
RECUERDA: La violencia en el noviazgo puede comenzar con conductas sutiles y terminar con graves consecuencias para tu salud; así que no permitas que nadie afecte tu bienestar físico, social y psicológico.