Revista Insólito

10 sorprendentes inventos que aparecieron por casualidad

Publicado el 26 septiembre 2012 por Husmeandoporlared @husporlared

Thomas Alva Edison, dijo una vez: "Que algo no funcione como tú esperabas no quiere decir que sea inútil".
Y aquí está la prueba. Te presentamos 10 inventos que nacieron por casualidad.
10 inventos que nacieron por casualidad
A continuación, 10 inventos que nacieron por casualidad.
10 inventos que nacieron por casualidad 1. Superglue.
En 1942, el Dr. Harry Coover, físico americano, estaba tratando de encontrar una solución que pegara el plástico transparente de las miras ópticas de las armas portátiles. En un experimento en el que estaba trabajando con cianoacrilato, se dio cuenta de lo bien adheridos que quedaban los materiales de prueba. Pero fué después de 6 años cuando el Dr. Coover se dio cuenta de todo el potencial de esta sustancia, que no necesitaba ningún tipo de presión o calor para producir su efecto. Acababa de inventar el superglue. Durante la guerra de Vietnam, este pegamento era usado para detener la hemorragia en heridas abiertas. Curiosamente, este invento destinado a mejorar las armas acabó salvar muchas vidas.
10 inventos que nacieron por casualidad 2. Los post-it.
El físico estadounidense Spencer Silver estaba investigando un pegamento que fuera util para pegar papel, pero nada de lo que se le ocurría parecía dar el resultado perseguido, el adhesivo era muy débil. El aplicar este pegamento a las notas adhesivas que conocemos fue idea de Arthur Fry, el cual durante una ceremonia religiosa estaba intentando colocar marcadores sobre las páginas de la Biblia, pero se caían constantemente, y se acordó del pegamento inventado por Silver. En principio nadie apostaba por dicha idea, pensaban que era una pérdida de tiempo. Que equivocados estaban.
10 inventos que nacieron por casualidad 3. Impresora de inyección de tinta.
Un ingeniero de Canon estaba trabajando con una jeringuilla cargada de tinta. de forma accidental la aguja de la jeringuilla tocó una superficie caliente y de la jeringuilla salió una diminuta gota de tinta que impactó sobre un papel. Acababa de ser inventada la impresora de inyección de tinta.
10 inventos que nacieron por casualidad 4. Dinamita.
La dinamita fue descubierta por Alfred Nobel cuando trabajaba con nitroglicerina. La nitroglicerina era muy inestable y producía gran numero de accidentes mortales. Uno de esos accidentes mortales lo sufrió su hermano. Nobel mezcló nitroglicerina con una tierra especial, muy absorbente, y que hacía que la nitroglicerina mantuviera todas sus propiedades. Acababa de inventar la dinamita. Nobel creía, erróneamente, que dado el poder destructivo de su invento, la dinamita, los gobiernos se lo pensarían dos veces antes de empezar una guerra. Las pruebas demuestran cuan equivocado estaba. 
10 inventos que nacieron por casualidad 5. Vaselina.
El químico inglés Robert Chesebrough, en 1870, se dio cuenta de que muchos trabajadores de la industria del petróleo usaban una sustancia viscosa y residual como pomada para mejorar las heridas de sus manos. Tomó una muestra de esta sustancia y se puso a investigar. El descubrimiento lo hizo millonario. Se usaba para cosas tan dispares como la limpieza de alfombras o la curación de heridas. Le dio el nombre de Vaselina que conocemos hoy (del alemán «Wasser» - agua y el griego «Elaion» - Aceite) Murió a los 96 años.
10 inventos que nacieron por casualidad 6. Viagra
El propósito original del Viagra era el tratamiento de la angina de pecho, pero cuando la empresa farmacéutica Pfizer analizó los efectos secundarios del medicamento, se encontró con que la presión arterial alta no bajaba y que los usuarios tenían unas erecciones excelentes. Así que la compañía cambió su linea de trabajo y comenzó a investigar la disfunción eréctil y la exposición al Viagra. En 1998, la Administración de Supervisión de Calidad aprobó el medicamento y, desde entonces, muchos hombres empezaron a tener una vida mejor.
10 inventos que nacieron por casualidad 7. Acero inoxidable.
El metalúrgico inglés Harry Brearli estaba tratado de crear una aleación de acero que impidiese la corrosión de los cañones de los fusiles. El acero inoxidable se inventó cuando  se le ocurrió hacer una aleación de acero con cromo. La aleación resultante es resistente a los ácidos, incluso el vinagre y el jugo de limón. Más tarde, el inventor se dio cuenta de que la aleación resultante era ideal para los cubiertos, que estaban hechos de plata y acero al carbono, y que poco a poco se iban deteriorando debido a la corrosión.
10 inventos que nacieron por casualidad 8. LSD.
La dietilamida del ácido lisérgico-d fue descubierta por el científico Albert Hofmann, suizo, quien estaba tratando de crear un medicamento que alivia el dolor en el parto. Este material no le parecía extraordinario y no le dio mayor importancia. En 1943, mientras trabajaba con el material sin guantes y sin querer, una dosis de LSD cayó en su mano. Lamió la sustancia y se dio cuenta de las verdaderas propiedades del compuesto. Según dijo, sentía una "corriente continua de imágenes fantásticas, formas extraordinarias como un caleidoscópico de colores".
10 inventos que nacieron por casualidad 9. Bolsas de te.
Thomas Sullivan tenía una tienda de venta de te en Nueva York, decidió que la venta de té en bolsas de seda sería mucho más cómoda y se dispararon las ventas de té. Resultó que los compradores erróneamente metían las bolsas llenas en el agua hirviendo, y les gustó el resultado.
10 inventos que nacieron por casualidad 10. Microondas.
En 1946 Percy Spencer trabajaba como ingeniero de pruebas de un magnetrón (generador de ondas electromagnéticas de muy alta frecuencia) el cual emitía radiación de microondas. Durante las pruebas se le derritió una tableta de chocolate en el bolsillo. Al no encontrar una explicación lógica, Percy sugirió que esto era debido a al magnetrón y colocó cerca de él unos granos de maiz, los cuales empezaron a explotar creando palomitas. Spencer decidió cocinar un huevo, pero explotó. Todo esto lo llevó a creer que la energía de baja frecuencia ayudaría en la cocina y un año más tarde ya existía el primer horno de microondas. Eso si, pesaba 340 kilos.


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