Las técnicas de desinhibición facilitan la liberación física y emocional necesaria para actuar
Durante una entrevista, Al Pacino se refería así al oficio de intérprete: “Actuar es liberar tus instintos”, decía. Ser intérprete es ser capaz de crear un mundo interior nuevo en los instantes en que graba la cámara; ser intérprete es mostrarse, es atreverse a ser otra persona a ojos de otras muchas. Para eso es necesario expresarse sin retraimiento más allá del carácter del actor o actriz. Conseguirlo no siempre es fácil. Las técnicas de desinhibición son unas de las mejores fórmulas de entrenarlo y resulta básico ejercitarlas para las personas que deseen trabajar en la industria cinematográfica.
> Estudia interpretación audiovisual y escénica
¿Qué conocemos por desinhibición?
La RAE recoge la definición de desinhibición como el “comportamiento de la persona que ha perdido la vergüenza o el miedo que le impedía actuar de acuerdo con sus sentimientos, deseos o capacidades”. Las técnicas de desinhibición para un intérprete van un paso más allá. Se trata de dinámicas físicas y psicológicas que permiten que los intérpretes liberen el cuerpo, las emociones y dejen de lado cualquier apocamiento.
Existen multitud de ejercicios de desinhibición y cada persona debe valorar cuál le resulta más útil. Hoy vamos a indicar diez de los más habituales que te permitirán optimizar tu actuación.
Creación de figuras con el cuerpo
Se trata de un trabajo en grupo en el que es esencial el sentido del humor y la imaginación. Las personas deben formar figuras con su propio cuerpo, actuando de una forma libre. Lo fundamental es dejarse llevar. Una vez que se haya generado la forma con su propio físico, los participantes deben quedarse inmóviles.
Hacer deporte sin balón
Jugar un partido de tenis, de fútbol, de baloncesto, de cualquier deporte de equipo que se decida, pero sin balón. Los intérpretes tienen que actuar como si realmente estuvieran disputando ese partido, ejecutando gestos, carreras o remates a portería o canasta de la misma forma en que lo harían en un partido real.
Boxeo sin golpes
Otra de las técnicas de desinhibición asociada al ejercicio deportivo. Dos púgiles disputan una pelea en la que atacan y se defienden sin golpearse en ningún momento, pero reaccionando del mismo modo que si recibieran los impactos.
La culebra
Estirados en el suelo, desplazarse como una serpiente por un laberinto, es decir, arrastrarse por el suelo apoyándose solo con los movimientos del tórax.
Del amor al odio
Un trabajo por parejas. Simular ser dos enamorados que se prodigan caricias, besos, abrazos, ternura y sensualidad. De repente, romper con esa relación amorosa y gesticular como si se estuviera en medio de una discusión subida de tono.
La silla
Uno de los ejercicios de desinhibición más populares. Un intérprete se sienta en una silla y otro se sienta en su regazo. Se forma una fila de sillas en las que varias parejas hacen lo mismo. El coordinador retira las sillas y actores y actrices deben mantener la posición, como si siguieran sentados en la silla.
Siameses
Se eligen personas de una altura similar y se colocan enfrentadas. Deben anudar sus piernas y caminar y correr coordinadamente, como si fueran siameses.
Comportamientos animales
Existen tantas variantes como animales hay, si bien la más habitual es el mono. Todos los participantes imitan el andar del simio e interactúan entre ellos de esta manera. Otra variante en estas técnicas de desinhibición es hacerlo a cámara lenta o cámara rápida.
Carrera en cámara lenta
Una divertida competición en la que gana el último que llega. Las personas que participan deben avanzar siempre, pero a cámara lenta, y estirando lo máximo posible sus piernas. Quien pierde, gana.
El ciego
Se le vendan los ojos a una persona a quien acompaña cerca un guía. Este último emitirá ruidos y sonidos para evitar que choque con paredes o se golpee con otras personas. Conforme la pareja adquiera confianza, el guía se va alejando.
La interpretación supone aventurarse a la mirada ajena, bregar, por tanto, contra la propia vulnerabilidad. Las técnicas de desinhibición ayudan a ubicar al actor o actriz en la situación ideal para actuar. A partir de ellas, el escenario es capaz de convertirse en un extraordinario espacio de transformación para las personas dotadas de talento. La formación en Artes Escénicas es la mejor manera de orientarte en el mejor uso de estas dinámicas de desinhibición durante tu trayectoria profesional.