Comenzamos con ganas, una nueva sección. Una idea de una cabecita pensante (gracias), unas fotos de mi último viaje... creo que puede ser un buen comienzo para un proyecto en el que darte en pocas palabras unas pequeñas instrucciones (que a mi particularmente me encantaría leer de un país al que me gustaría viajar y no conociera) para que el viaje no te coja de sorpresa y no te pierdas lo mejor.
Como no, y siendo yo la que comienza con esto, tenía que empezar por mi amado Morocco (ya te hablé de él en este post).
♪ ♫ Moulati ya Lella - Wafae Asri ♫ ♪Así que sin más preambulos, ahí van...
10 tips para un viaje 10 a Marruecos
1. Un dirham (moneda nacional) da para mucho. Un euro equivale a 10 dirhams y pico, pero para hacer la conversión nada más facil como 1€=10 dirhams (es sólo añadir un 0 detrás). Busca el cambio que mejor te ofrezcan, saldrás ganando.
Puesta de sol de camino a Asilah
2. El tren es el mejor transporte para moverte entre ciudades. Es rápido, cómodo y económico. También si quieres ir entre dos ciudades muy cercanas puedes coger un taxi colectivo (en el que vas con más gente que no conoces) eso sí, asegúrate de cuadrar el precio e intentar regatearlo.
Trayecto en tren: Tánger - Fes
Billetes de tren
Taxi colectivo a las puertas de una casa en la medina antigua de Asilah
3. Si compras tienes que regatear sí o sí. Es lo mejor, regatear es el día a día de cualquier marroquí y te ahorrará comprar algo al triple de precio. ¿La clave? Del precio que te diga, déjalo en la mitad. Al final lo podrás sacar al 40 ó 30% del precio inicial.
Zoco en Tánger
Medina antigua de Chefchaouen
En la medina antigua de Tánger
4. Para la sed una bebida embotellada. El agua en Marruecos no es que esté contaminada pero te puede dar una pequeña gastroenteritis así que para evitarlo toma siempre agua o bebidas embotelladas y asegúrate cuando la compres de abrirla tú y no que te la abran. ¿El té? Sin problemas, está hervida. Puedes tomarlo porque además está riquísimo. También puedes tomar zumos de fruta, frescos y riquísimos.
Zumo y sombrero campesino del norte en Chefchaouen
5. Comer sin parar. En contra de lo que muchos piensen, la comida marroquí no es picante, aunque sí es especiada pero muy suave. Tiene multitud de platos a cuál mejor, mi consejo es que comas sin miramientos, ya quemarás las calorías cuando vuelvas.
Pan, harcha, batbouts... panecillos diversos para desayunar o merendar
Huevos revueltos con el toque marroquí
Pinchitos morunos
Dulces de venta en la medina de Fes
6. Las medinas (ciudades) antiguas son una visita obligada. Eso es así. Entre las más bonitas están las de Fes, Chefchaouen y, por supuesto, Marrakech; pero todas las ciudades tienen una medina antigua y deberías pasarte por ellas para sentir el más puro estilo marroquí clásico y transportarte a otra época.
Callejuela de la medina de Tetuán
Detalle de pintura en una puerta de la medina de Chefchaouen
Una de las puertas principales de la medina de Fes
7. Vestir correctamente en la mezquita. Existen algunas mezquitas, no todas, en las que te permiten entrar a hacer visitas. Es un lugar de oración, así que, por favor, respétalo y viste adecuadamente para la ocasión. Intenta taparte lo máximo posible y si eres mujer pon un fular o pañuelo en tu cabeza. Es por símbolo de respeto, nada más.
Puesta de sol en Tetuán
8. Cuidado con las fotografías. El pueblo marroquí es muy susceptible en cuanto a la fotografía. Pregunta siempre primero antes de tomar una foto, sobre todo si están implicadas personas en ella. Son una gente muy amable y simpática pero es normal que se enfaden si no quieren salir en una foto y la estás tomando sin su consetimiento.
En Chefchaouen
9. Conoce el Marruecos cultural. La entrada a los museos está tirada de precio (unos 2, 3 o 4€) así que no es excusa para no visitarlos todos. En ellos conocerás la historia de Marruecos, su cultura, costumbres, gastronomía, tradiciones, vestimenta, artesanía, etc.
Señora trabajando el argán para sacar el aceite
Galería de arte en Fes
Detalle de lámpara en el museo de artesanía de Fes
Museo de artesanía de Fes
10. Habla con su gente. A pesar de las habladurías, la gente marroquí es muy abierta, amable y buena. Son muy divertidos y amigables. Si entablas conversación con alguno de ellos (en el norte hablan español la mayoría y en el sur en francés) aprenderás muchísimo más sobre ellos, conocerás un poco más de cerca el verdadero Marruecos y, quien sabe, quizás hasta termines comiendo en una casa marroquí.
Habitación en el hotel rural "Dar Dara" a los pies de Chefchaouen
Por último, sólo me queda decirte que si no has ido a Marruecos aún deberías, porque no sabes lo que te estás perdiendo...*Imágenes: Noémie y Monsieur M.
durante nuestro último viaje a Marruecos
(propiedad de Le Coin)