He perdido la cuenta de los años que hace que se inició la Guerrilla del Gilda. Me parece que ya van para cuatro. Qué honor haber estado desde el principio, ponerle nombre y conocer a decenas de Gildas desde el día uno.
Muchas de ellas ya no están, algunas siguen tejiendo y otras no han vuelto a tocar la lana. Algunas permanecen al pie de cañón y otras lo hacen en la distancia, porque la vida les ha hecho cambiar de ciudad y de ritmo y de grupo lanero, pero siguen queriéndonos.
Olga se fue y cuando lo hizo quise que se llevara un trocito de mí, que no olvidara nunca que era una Gilda. Y Paola también se fue, ¡Y Estepona está muy lejos! Ella también es una de esas guerrilleras que tejen en la distancia, enviamos lana y recibimos tejidos maravillosos para todas nuestras acciones.
En este envío de lana he querido agradecer a Paola que siga al pie de cañón, aunque nos separen más de 1000km ella sigue siendo una Gilda.
Le encantan los búhos y como en cada cosa que hago deseo probar algo nuevo, esta vez probé a tejer el punto cocodrilo, al qué tantas ganas tenía. Así que le tejí un cubre-tazas-búho. No hay patrón, como muchas veces: ensayo-error y fui haciendo sobre la marcha. Me encantó el resultado, amoroso y llamativo. Para aguantar las bebidas calientes y endulzar las frías. Me costó entender el punto pero creo que lo repetiré, aunque gaste mucha lana, para toques puntuales me parece súper original. Además, mezclé diferentes texturas de hilo con esas puntas que todas tenemos. Espero que le gustara y que no olvide nunca que siempre será una Gilda y que estará en nuestros corazones ♥ ¡Que vivan las Gildas descarriadas! ¡Que vivan!