Si quieres conseguir resultados diferentes, necesitas hacer cosas diferentes. Pero no se trata sólo de actitud. La mayoría de cosas importantes que queremos conseguir requieren de constancia. Y esto implica que tendremos que repetir una serie de tareas durante más o menos tiempo. El conjunto de hábitos es nuestra rutina. Si queremos cambiar la forma en que funciona nuestra vida y los resultados que obtenemos nuestra rutina tiene que cambiar sí o sí.
Imagina que te planteas mañana que quieres profundizar en el estudio de un tema. Quieres saberlo todo. Puede ser sobre negocios, pedagogía, idiomas o tecnología. Da igual la disciplina. Lo haces porque quieres dedicarte a ese campo durante mucho tiempo. Lo primero que deberías plantearte es los cambios en tu rutina que debes hacer para encajar un hábito de estudio suficiente para alcanzar ese objetivo.
Por otra parte es imprescindible plantear una serie de metas objetivas y realizable dentro de tus posibilidades. Las metas puedes definirse por su objetivo (por ejemplo: aprobar 3 asignaturas en Febrero) o por esfuerzo (dedicar 10 horas de estudio a la semana).
Los hábitos tardan en crearse varios días. Aunque la creencia popular es que un hábito tarda en crearse 21 días, lo cierto es que depende de la persona y del hábito que queramos adquirir. Cuando conseguimos hacer algo sin pensar o nos sentimos extraños sin realizarlo entonces hemos conseguido establecer un hábito.
Para adquirir un hábito, es fundamental saber:
- Que cada persona tiene un ritmo y además depende del hábito a afianzar. Puedes tardar 15 días o un año, por eso la perseverancia es fundamental. Y para eso hace falta motivación.
- Necesitamos motivarnos. Yo para motivarme necesito visualizar el resultado final de ese esfuerzo. Muchos sabéis que tengo un tablón de corcho donde cuelgo cosas que simbolizan lo que quiero conseguir y los logros que he ido realizando. Es decir, me motivo a través de metas alcanzables y también teniendo claro que resultado final quiero conseguir. Cuando conseguimos superar nuestras metas la motivación aumenta. A su vez aprendemos de nosotros mismos que somos personas capaces.
- Mantener nuestro estado emocional lo más estable posible. Esto seguramente es lo más complicado, pero uno de los grandes enemigos del establecimiento de hábitos es el estado emocional. Cuanto más estable sea es más posible que podamos mantener una tarea determinada el suficiente tiempo para crear un hábito. Sin embargo los hábitos sanos una vez conseguidos es una fuente estupenda para tener un ánimo más estable. Así que un motivo más para adquirir hábitos que nos hagan más felices.
Este post forma parte de un proyecto personal llamado “Ganar mucho con muy poco”. Te recomiendo que leas la historia de este proyecto. También escribo unas cartas personales los Lunes, con contenido diferente al del blog, si quieres recibirlas puedes suscribirte AQUÍ.
Y a ti, ¿Qué te gustaría conseguir? ¿Cuales son tus metas?
Recuerda que puedes compartir este artículo con los botones sociales que tienes abajo.
Compartir mola