Diez años que se nos han pasado casi en un suspiro. El “¿Dónde estabas aquel día?”, se repetirá mañana hasta ña saciedad. El atentado que nos hizo recelar se cualquier pasajero con rasgos árabes al subir a un avión, cumple su triste décimo aniversario.
Los lectores de cómics, recordarán no solo los homenajes de distintos autores, sino también de algunos especiales e incluso miniseries, que bien trasladaban el horror de aquel día al no eno arte o miraba las posibles consecuencias de aquel atentado.
Mas allá del espíritu patriotero del Capi, en aquel momento el abanderado pareció tomar la antorcha del espíritu americano, o de los delirios de Frank Miller con su Holy Terror, o de lo que hubiera sucedido si Mitchel Hundred, protagonista de Ex Machina, existiera en el mundo real, siempre pensé que fue Spideman quien encarnó al ciudadano de a pie, el que no llegaba a creerse lo que ocurría y que solo podía ser testigo de una masacre sin sentido.
Verlo ahí, en silencio, superado por los acontecimientos, suponía reflejar al Peter Parker que todos llevamos dentro. Por una vez, se le acabaron los chistes.
Diez años después, el mundo no es mas seguro ni estamos en un lugar mejor. Supongo que Spideman sigue observandonos en la misma situación, impotente y en silencio. Menos inocente seguramente.
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