Foto de Jorge Luis Borges tomada en 1969 en L'Hôtel (París)
Un 24 de Agosto como hoy, pero hace 112 años, nacía en Buenos Aires el gran escritor argentino Jorge Luis Borges. A él va dedicado este post. Por cierto, quizás varios de los no-argentinos que entren al blog no conozcan al gran escritor Jorge Luis Borges, aunque lo dudo, puesto que su obra trascendió fronteras de mi país, y él, como autor, recibió varios premios por ella en todas partes del mundo. Sin embargo, por si ese es el caso, aquí les dejo el link de la Wikipedia con toda la información que puedan necesitar acerca de este gran escritor Argentino.
Ahora sí, vayamos al punto de la entrada. Como hoy se cumplen 112 años de su nacimiento he decido conmemorar la fecha aquí en el blog, y que mejor manera que hacerlo con 12 anécdotas del gran escritor Argentino. A continuación todas ellas:
1.- En 1975, a los 99 años, muere Leonor Acevedo de Borges, madre del escritor. En el velorio, una mujer da el pésame a Borges y comenta: 'Peeero… pobre Leonorcita, morirse tan poquito antes de cumplir los 100 años. Si hubiera esperado un poquito más…'. Borges le dice: 'Veo, señora, que es usted devota del sistema decimal'.
2.- En cierta ocasión, luego de que Borges terminara de dar una conferencia en Rosario (Argentina), los invitados a la reunión entran al salón principal donde está servido el almuerzo, pero él entra al baño a lavarse las manos. Abre el grifo y cae una gota de agua redonda como una uva, luego otra, después otra. Lenta, lentísimamente. Al ver que el escritor tardaba, uno de los comensales se animó a preguntar, de manera jocosa '¿Qué pasa, Borges, no sale agua?'. A lo que Borges responde de inmediato: 'Sí; pero con escrúpulos'.
3.- Borges amaba por demás a su país, y sobre todo a su Buenas Aires natal. Tal es así que en cierta ocasión reconoció haber ido por el mundo diciéndoles a todos que Buenos Aires era una ciudad horrible. Cuando en cierta ocasión le preguntaron por esta conducta, el escrito contesto 'Temí que se llenara de turistas. La quería sólo para mí'.
4.- Paseaba Borges por Buenos Aires cuando una señora lo detiene justo en el momento en que cruzaba la calle y, presa de entusiasmo, le dice: '¿Pero, usted es Borges, verdad?'. Ante la situación el escritor le contesta: 'Sí. Pero si seguimos aquí corro el riesgo de dejar de serlo en cualquier momento'.
5.- Borges no era un gran amante del paso del tiempo y la vida eterna, consideraba que todo tenía su tiempo en este mundo. Tal es así que en cierta ocasión se encontraba firmando ejemplares en una librería del Centro de Buenos Aires. Al llegar su turno, un joven se acerca con un ejemplar de su libro 'Ficciones' (el mejor en mi humilde opinión) y le dice: 'Maestro, usted es inmortal'. A lo cual Borges le contesta: 'Vamos, hombre. No hay por qué ser tan pesimista'.
6.- Por otro lado, Borges era crítico con su obra y le incomodaban los halagos de la gente. Tal es así que en una ocasión en la que era entrevistado en un estudio de televisión parisino el conductor le pregunto: -'¿Usted se da cuenta de que es uno de los grandes escritores del siglo?'. Evadiendo el halago el escritor contesto: -'Es que este ha sido un siglo muy mediocre'.
7.- Su buen amigo de juventud -cofundador con él del 'ultraísmo argentino'-, Guillermo de Torre, con los años, se convirtió en su cuñado. Luego el tiempo los fue distanciando, y la relación entre los dos se enfrió cada vez más. Después de Torre quedó sordo. Desde entonces, cuando le preguntaban a Borges (quien, para los que no lo sepa, quedo ciego con el tiempo) cómo se llevaba con su cuñado, él enseguida respondía: 'muy bien: yo no lo veo y él no me oye'.
Borges en 1978.
8.- A principios de la década de los setenta, el escritor y psicoanalista Germán García invita a la Argentina a Daniel Sibony, matemático y psicoanalista francés. Conocedor de la obra de Borges, Sibony tenía el deseo de conocer al escritor argentino y así se lo cumplieron. Al encontrarse, el francés le pregunto en qué idioma desea hablar. 'Hablemos en francés', propuso Borges, y justificó: 'Dicen que la lengua francesa es tan perfecta que no necesita escritores. A la inversa, dicen que el castellano es una lengua que se desespera de su propia debilidad y necesita producir cada tanto un Góngora, un Quevedo, un Cervantes'. (Un Borges, si se me permite agregar
)9.- Gran conocedor del idioma y de gran elocuencia, Borges siempre fue bueno con las réplicas hecho que queda demostrado en esta anécdota (al igual que en las dos anécdotas siguientes también). Resulta ser que, en una entrevista, en Roma, un periodista trataba de poner en aprietos a Jorge Luis Borges. Como no lo lograba, finalmente probó con algo que le pareció más provocativo: '¿En su país todavía hay caníbales?' – 'Ya no – contestó aquél -, nos los comimos a todos.'
10.- En la pausa de un acto cultural, el novelista Oscar Hermes Villordo acompañó a Borges al baño, situado en un primer piso al que se llegaba por una empinada escalera de madera. Cuando volvían, Villordo notó que Borges descendía los escalones demasiado rápido y, temiendo lo peor, le preguntó: '¿No deberíamos ir más despacio?'. 'Pero no soy yo – aclaró Borges -, es Newton.'
11.- Una mañana de octubre de 1967, Borges está al frente de su clase de literatura inglesa. Un estudiante entra y lo interrumpe para anunciar la muerte del Che Guevara y la inmediata suspensión de las clases para rendirle un homenaje. Borges contesta que el homenaje seguramente puede esperar. Clima tenso. El estudiante insiste: 'Tiene que ser ahora y usted se va'. Borges no se resigna y grita: 'No me voy nada. Y si usted es tan guapo, venga a sacarme del escritorio'. El estudiante amenaza con cortar la luz. 'He tomado la precaución', retruca Borges, 'de ser ciego esperando este momento'.
12.- Para el final he dejado la que más me ha gustado. En 1977, Borges había escrito para el diario argentino 'La Nación' un cuento titulado '24 de agosto de 1983', donde el propio Borges se soñaba a sí mismo suicidándose en esa precisa fecha, el día en que cumplía 84 años. Tal era el fanatismo y el aprecio por el escritor que, a medida que se acercaba la dicha fecha, la de su cumpleaños 84, apareció mucha gente alrededor de su casa, preocupada por el posible traslado de la ficción a la realidad. Al ver tal suceso, Borges comentó: '¿Qué hago? ¿Me comporto como un caballero y convierto en realidad esa ficción para no defraudar a esa gente? ¿O me hago el distraído y dejo pasar las cosas?'…
El escritor se hizo el distraído en aquella ocasión, pero la cruel muerte, esa que nos arrebata a nuestros más grandes ídolos para convertirlos en eternos se lo llevo consigo no mucho tiempo después, un 14 de junio de 1986.
Tumba de Jorge Luis Borges en el cementerio de Plain Palais, en Ginebra.