Angela Merkel defiende que los salarios se vinculen a la productividad y con todo seguridad Felipe González hace suyas estas tesis, al igual que la banca y la patronal. Mientras el número de personas sin empleo aumenta en España y las prestaciones sociales sufren recortes sin precedentes, al mismo nivel que los derechos laborales, Felipe González ve aumentar su pensión pública de 80.000 eruos anuales gracias a su colaboración con la empresa privada. Se ha contado, e incluso se ha denunciado, en numerosas ocasiones el contraro suscrito entre el expresidente del Gobierno y Gas Natural, que incluye una remuneración anual de 126.000 euros. Felipe González ha cobrado ya su primera nómina. Son 11.500 euros por asistir a una única reunión, que con toda seguridad no llegó a las ocho horas de trabajo. Todo un insulto y una ofensa para el conjunto de la ciudadanía, que a duras penas puede llegar a fin de mes con ingresos inferiores a 900 euros y empleos precarios. El PSOE ampara estos privilegios de quien fuera su secretario general y el Partido Popular hace lo mismo porque el fichaje de José María Aznar por Endesa incluye una retribución anual de 200.000 euros. ¿Hay o no hay razones para indignarse?