11S: Triunfó la sharia

“¡Bin Laden ha muerto, viva la yihad!”, podría ser el lema del islamismo violento que se extiende como manto negro por gran parte del mundo musulmán y por occidente, sin que los racionalistas oigan el mensaje.

Los servicios de inteligencia creen que Al-Qaeda no tiene ya el poder de atracción del 11 de septiembre de 2001, cuando derribó las Torres Gemelas neoyorquinas provocando 3.000 muertos.

Pero esos servicios necesitan cada día más medios para prevenir nuevos ataques, lo que indica que el yihadismo no ha desaparecido, como Osama Bin Laden, abatido por estadounidenses a los 54 años de edad el pasado 2 de mayo.

Murió sin establecer su deseado califato mundial, quizás porque entre los musulmanes domina más el nacionalismo que la idea de la “umma”, la comunidad universal de los creyentes.

Pero el terrorista revitalizó la necesidad de la yihad para imponer violentamente el islam, por lo que Al-Qaeda ya es prescindible: quien sienta la llamada de la yihad puede emprenderla individualmente o en grupos autónomos.

La sharia, ley islámica suma del Corán y los dichos de Mahoma, los hadizes, ordena emprender esa yihad, transformación personal interior y exterior, violenta cuando la voluntad de Alá se incumple.

Ahora, en las revoluciones en el mundo árabe aparecen líderes no racionalistas, sino religiosos irracionales que exigen imponerle la sharia en los nuevos regímenes.

Hasta es posible que los terroristas de los trenes de Madrid el 11 de marzo de 2004, que mataron a 191 personas, no fueran de Al-Qaeda, aunque tuvieran contactos con ella.

Algunos yihadistas eran espontáneos. Con la fe explosiva que está expandiéndose por el mundo islámico, pero también por occidente.

Desde el 11S hasta hoy ha habido en todo el mundo 17.714 atentados yihadistas, con cientos de millares de víctimas.

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SHARIA

Encantador caso de sharía. Esta señora llamada Candela es una conocida Indignada del 15M. Decidió casarse con un argelino presuntamente vinculado a Al-Qaeda porque iban a extraditarlo a su país, donde tenía causas pendientes.

Se convirtió al islam y aceptó las condiciones que le impuso el yihadista. Los casó en prisión el imán de Fuengirola, el que escribió un libro explicando como hay que pegarle a una mujer.

La Indignada del 15M, entre aplausos de cus compañeros, consighuó evitar la extradición de su héroe.Pero está avisada sobre lo que le espera, aunque después habrá que gastar ingentes fondos de todos nosotros para defenderla.

Esto es multiculturalismo, Alianza de Civilizaciones.