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Es habitual que los estrenos atraigan otros estrenos. Si sale una película de western después de lustros, ese año tendremos otros títulos sobre el lejano Oeste. Llevar a las pantallas alguna adaptación del cómic, traerá consigo que alguna película más resucite algún superhéroe olvidado. Este año que se acaba ha sido el de la esclavitud, el año de romper cadenas aún presentes sobre la población afroamericana. Después de ‘Lincoln’ y ‘Django desencadenado’, Hollywood nos acerca al asunto de manera más directa y desencajada, más feroz. En ’12 años de esclavitud’ nos sumergiremos, si queremos, en un universo atroz del que sólo es capaz el ser humano. Hombre come al hombre y en nuestro cómodo asentamiento en la escala alimenticia, sólo nosotros podemos infringirnos tanto dolor a nosotros mismos. O a nuestros semejantes.
La última película de Steve McQueen, el de color, no el rubito de ‘La gran evasión’, viene a conformar su alegato como cineasta solvente pero también su impronta como fotógrafo social, radiografiando el horror humano, el execrable sentido humano no de la supervivencia sino de imponernos al resto, por encima del bien y del mal.
Lo cierto es que afrontar un título como este debía de suponer un reto, no sólo cinematográfico sino también psicológico. El director de ‘Hunger’ está acostumbrado a extrapolar su visión del mundo, abstraerse de su condición humana para ver el espantoso aspecto del hombre detrás de las costuras, mirar directamente al titiritero que maneja los hilos de nuestra cordura moral y nuestro espíritu como homo sapiens. En ‘Shame’ esa visión fría y externa nos permite acomodarnos mejor en nuestra condición de espectadores de lo ajeno, asistimos por la mirilla cuan vouyers de cargo, a lo que el director nos ofrece.
Sin embargo, ’12 años de esclavitud’ no obtiene el mismo resultado en el espectador. Esos planos amplios constantes, esa mirada lejana de la cámara al problema que plantea la trama hace que de alguna manera, a pesar de la buena orquestación del elenco y de la narrativa del film (la propia vida del hombre libre convertido en esclavo que protagoniza la cinta), algo no funciona como debe. No terminamos de involucrarnos en una película que podría estar llamada a ser el gran título acerca de la esclavitud. Por encima de ‘El color púrpura’, más que cualquier intento bien intencionado pero fallido de Spielberg. Pero no.
Nos encontramos ante una gran película, con una filmación clásica y ambiental, tanto en lo visual como en lo sonoro (que buen acompañamiento esta vez la banda sonora de Zimmer), concienzuda en la traslación vital del personaje, bien contada y seguramente bien resulta. Salvo por el hecho de que la película no se nos hará lenta a pesar de sus más de dos horas y no por su excelencia cinematográfica sino tal vez por ese paso de puntillas que hace sobre tantas cosas.
Brad Pitt aparece de la nada, como si hasta entonces no hubiera pasado nada. Metida un poco con calzador esa salvación in extremis, con un desenlace un poco forzado para que todo cuadre antes de tiempo. Hacía falta algo más? Supongo que no. Profundizar más en algunos detalles? Seguramente sí.
Michael Fassbender, tal vez lo mejor a nivel interpretativo, se mete en su propia película, colapsando cualquier atisbo de actuación por parte de los demás en su presencia. Un Coronel Kurtz con barba de activista sindical. Enorme en su representación del sinsentido mismo del ser humano, de su baja estofa, de lo que no debería ser pero fue. Sin embargo; y ese acierto si debemos otorgárselo al señor McQueen, la resolución del film no podía hacerla Spike Lee, o John Singleton, esto no es el ghetto, ni la historia lo necesitaba.
Todo está dicho al final del film, probablemente grabado a fuego en la retina del espectador, como si cien latigazos nos hubieran abierto la mente y la conciencia. De eso se trata no? De sensibilizar? Una pena que el resultado parezca un cocktail a degustación del académico con opción a voto. Ciertos riesgos no le habrían venido mal al metraje. Alguien dijo Oscars? Pse, tal vez demasiados, ya veremos…
Película: 12 años de esclavitud
Dirección: Steve McQueen
Guión: John Ridley; basado en la autobiografía de Solomon Northup
País: USA y Reino Unido Año: 2013
Duración: 135 min Género: Biopic, drama
Interpretación: Chiwetel Ejiofor (Solomon Northup), Michael Fassbender (Edwin Epps), Benedict Cumberbatch (Ford), Paul Dano (Tibeats), Paul Giamatti (Freeman), Lupita Nyong’o (Patsey), Sarah Paulson (Sra. Epps), Brad Pitt (Bass), Alfre Woodard (Sra. Shaw), Garret Dillahunt (Armsby), Scoot McNairy (Brown)
Música: Hans Zimmer
Fotografía: Sean Bobbit
Distribuidora: DeAPlaneta
Estreno en España: 13 Diciembre 2013