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NO INTENTES GESTIONAR TU TIEMPO. El tiempo no es ni mas ni menos que una magnitud física. Es limitado para todos nosotros y por mucho que queramos estirarlo no vamos a conseguir tener más del que ya tenemos. Lo que si podemos gestionara directamente es nuestra atención, es decir todo aquellos que capta nuestro interés sea de la índole que sea. De esta forma evitaremos perder el tiempo llevando cosas acabo que realmente no nos interesan.VACIA TU MENTE. Nuestra mente no es perfecta. Si así fuese nos recordaría las cosas pendientes de hacer cuando podemos hacer algo al respecto. Es por ello que debemos desconfiar de ella como almacén de todas las cosas que hemos de hacer, de ahí la necesidad de disponer de un sistema de gestión externo a nuestra propia mente. Vaciando nuestra mente conseguimos un doble efecto, primero, disminuir de forma inmediata nuestros niveles de estrés, dado que nos quitamos de encima la enorme losa de tener que recordarlo todo y segundo, producir un espectacular aumento de nuestra capacidad creativa, dado que al liberar nuestra memoria, disponemos de más recursos mentales para poder afrontar los problemas. Por todo ello recuerda siempre: Usa tu mente para crear y no para almacenar
SOLO TIENES UNA MENTE. Separar nuestras cosas personales de las profesionales sólo contribuye al desequilibro de nuestra propia vida dado que de forma indirecta comenzaremos a priorizar, quedando seguramente lo estrictamente personal en un segundo plano. Sólo tenemos una mente y esta debe ser capaz de tomar decisiones respecto a lo que es mejor para nosotros de forma única.
TRANSFORMA LAS TAREAS EN ACCIONES. El concepto tradicional de tarea difiere un poco del concepto de acción, asemejándose más a la idea de cosa o incluso de proyecto dado que para poder hacerlas es posible que en algún momento se requiera más de un paso. Una acción no es ni más ni menos que un paso físico que se puede hacer directamente sobre una cosa concreta. Antes de hacer cualquier cosa asegúrate de haberla transformado en acciones.
HACER MUCHAS COSAS NO SIGNIFICA SER PRODUCTIVO. Sólo debemos llevar a cabo aquellas acciones que están alineadas con nuestros objetivos, nuestras metas y con nuestro propósito de vida. Un buen sistema de productividad debe asegurarnos que vamos por buen camino.
NO CONVIERTAS TU AGENDA EN UN GENERADOR DE ESTRES. En la agenda solo debes anotar aquellas cosas que debes hacer en un día concreto o bien información concreta que debas usar en ese día o que precises para un compromiso fijado. Si no cumples con lo establecido dichos compromisos habrán caducado. Todo lo que anotes al margen de este criterio generará ruido y estrés.
NO SIEMPRE PUEDES HACER LO QUE QUIERAS. Para poder hacer algo, primer han de darse ciertas circunstancias. Algunas de ellas son el lugar en el que te encuentres, las herramientas que puedes necesitar para llevar a cabo lo que quieres hacer o bien la necesidad de que estés en ese momento con ciertas personas. Clasificar tus acciones en función de estos criterios te ayudará a determinar que hacer en cada momento concreto del día
OBTEN PERSPECTIVA. Si no sabes a donde quieres ir, será complicado tomar decisiones acertadas a cerca de que camino has de tomar. Todo lo que hagamos en nuestro día y por extensión en nuestra vida debe ir orientado por un propósito.
SE RESPONSABLE. La peor distracción eres tu mismo así es que centra tu atención en todo lo que hagas, de esta forma generaras resultados satisfactorios.
MANTENTE EN FORMA. Todo en la naturaleza tiende al desorden, así es que has de revisar de forma periódica todo aquello que atañe a tu productividad. De esta forma conseguirás estar en forma y mantenerte en tu nivel productivo optimo.
ESCUCHA A TU CUERPO. Debemos hacer caso a la forma en que trabaja nuestro cerebro y nuestro cuerpo de manera natural. Hacer funcionar de forma contraria a lo natural no suele resultar, así es que tenemos que conocer cuáles son nuestros horarios más productivos para aprovecharlos al máximo.
DESCANSA LO NECESARIO. El descanso y sobre todo el sueño son cruciales a la hora de relajar nuestro cuerpo y nuestra mete. El hecho de no descansar ni dormir lo necesario repercute directamente en nuestra salud y por extensión en nuestra claridad a la hora de pensar.