Revista Cultura y Ocio

12 meses

Publicado el 29 mayo 2021 por Rubencastillo
12 meses

No sé si la autora se mostrará conforme con mi impresión. No sé tampoco si lo harán los posibles especialistas en poesía que tengan la curiosidad amable de leer estas líneas. Pero yo creo que un libro de haikus es lo más parecido a un Louvre del corazón. Y no lo digo como punto de partida para construir frases aparatosas o bonitas a partir de esa idea, sino como la conclusión a la que he llegado después de leer un buen número de ellos. En cada haiku, si su espíritu es honesto y renuncia a las meras trampas de la eufonía, reside un espacio diminuto de belleza, una condensación de silencio, un cosmos de sabiduría humilde. Y lo más inteligente que se puede hacer cuando se lee cualquiera de esos diamantes líricos es concentrarse en su aleph de hermosura, dejarlo que nos recorra por dentro, permitirle que nos empape y que nos transmita su honda música callada. Por eso comparo todo gran volumen de haikus con las pinacotecas: porque no resulta inteligente avanzar pos sus salas con rapidez, desplazando los ojos de cuadro en cuadro, saltando de Monet a Rembrandt, de Da Vinci a Delacroix, de Caravaggio a Vermeer, como si quisiéramos llegar pronto a la puerta de salida. Cada lienzo (cada haiku) nos pide atención y pausa; y si somos capaces de concedérselas, nos dejará su impronta para siempre.

En el libro 12 meses, que el sello La Fea Burguesía le publicó a Carmen Martínez Marín en 2020, todo lo anteriormente anotado adquiere unas dimensiones de prodigio. Con delicada ceremonia, la escritora va miniando cada verso, cada arista de sonido, cada tono cromático; y el resultado es embriagador. Hasta el punto de que, cerrado el tomo, no se sabe muy bien si está compuesto por hojas (como el resto de libros) o por pétalos. Como “el mundo está lleno de intemperie” (p.73), merece la pena que entren y hagan la prueba.


Volver a la Portada de Logo Paperblog