Revista Música
Como un orfebre cancionero este cantautor chileno viene fabricando su propio sonido con paciencia y productividad, utilizando diferentes sonidos de la canción popular latinoamericana: rock, pop acústico, pop con pinceladas electrónicas y folklore. Pero el toque personal que une a su obra es su obsesión por la simple complejidad. O esa sensación de transformar una música rica en arreglos y armonía en una especie de piedra preciosa que está al pie de la montaña y la descubrimos sin tener que hacer ningún esfuerzo.
Su variado y muy recomendable último disco Audiovisión está lleno de accesibles piedras preciosas, pero 12 Minerales brilla porque, además de ese piano hipnótico, nos unió mágicamente a Jorge Drexler con el mejor Ben Folds. Una mezcla que suena rara pero no tanto. Con Gepe a la cabeza el sensible nuevo rock chileno nos viene pegando despacio, pero de tan persistente está empezando a dejarnos unas buenas marcas.