Buenos días mis preciosas luces, esta semana ha sido un poco intensa para mí, por varios motivos, mucho trabajo, visitas a médicos y esperas de resultados, la temperatura alta en medio del tráfico. Esta semana me he cruzado con muchas personas presas de sus emociones y a eso le sumo que en pocos días se cumplen 2 años de la partida de mi hermoso Noah… fechas, fechas, tiempo tirano, cruel, que nos hace recordar, sentir, extrañar, que te invita al recuerdo, a la introspección, a esa búsqueda interna donde solo allí se puede hallar la paz, el sosiego, la calma, el equilibrio y la armonía.
Suelen preguntarme por mensajes, si siempre soy así de Zen como lo escribo en mis posts, mi respuesta es no, pero lo intento, no, pero trabajo constantemente en ello, no, pero soy consciente de mis momentos volubles y es que mis bellas, este mundo, esta “vida” está tan cargada de energías, que necesitamos desconectarnos, re encontrarnos. Es tan fácil, tan sutil caer en el sueño, que la mayor parte de las veces te das cuenta cuando ya caíste y estás totalmente presa de tus emociones.
Ahora, esto también bendícelo, ¡no te juzgues si sucede!, pregunto, ¿como podrías conocer la calma, si no vives la tormenta?, ¿como podrías conocer la felicidad, si no conoces la tristeza?, entonces, cuando esto suceda, cuando te sientas así, triste, nerviosa, apática, sensible… búscate, medita, ora, ¡pide! y sobre todo, acepta todas estas sensaciones, abrázate , mírate como una niña pequeña en busca de su mamá que la consuele, mírate con amor y sobre todo, con COMPASIÓN.
Tendemos a caer en juzgarnos, “por qué yo me pongo así, por qué esto me afecta tanto, por qué las personas son así, por qué a mi… quiero ser feliz, quiero estar en equilibrio, quiero ver las cosas desde otra perspectiva, pero no puedo… algo me jala y otra vez caigo, otra vez sufro, otra vez lloro, otra vez, otra vez, otra vez… porque es tan difícil…”.
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Despiértate temprano en la mañana, a la primera luz del alba.
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Que la primera frase o pensamiento que vengan de ti al levantarte sea: gracias, gracias, gracias.
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Sal a tu jardín, al balcón o a algún lugar de tu casa donde puedas disfrutar de la luz, el sonido de los pájaros, la energía de la mañana (hasta una silla en la ventana de tu sala). Siéntate y respira, con los ojos cerrados.
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Mira tus pensamientos, no los juzgues, mírate con amor, ¿que te molesta?, ¿que pensamiento recurrente viene a ti?. Esto hazlo aprox. de 15 a 20 min.
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Ora, agradece, agradece el estar viva, el poder SER y SENTIR, el tener la oportunidad de reconocerte como esa hermosa alma que eres (aquí eres consciente que estás agradeciendo también por los momentos de sosiego de los que hablamos antes, porque repito GRACIAS A ELLOS es que puedes reconocerte como luz), agradece por tu cuerpo, sano, agradece por tu familia, por tus hijos… no pidas, solo agradece. 3 grandes Oms no harían nada mal.
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Haz un poco de yoga o algún ejercicio pequeño corporal que te ayude a posicionarte mas en el AHORA, para eso, ser consciente de tu cuerpo, ¡es genial!. (y si para ti lo es, imagínate lo que es para un niño, ¡que usualmente todavía no está muy posicionado en su cuerpo físico!)
Prepárate tu desayuno con consciencia, continuemos en la meditación, eso es lo que llamamos Mindfulness, si tomas café, extracto, jugo, lo que sea, siente el olor de los granos tostados, tómate tu tiempo, pon tus manos alrededor de la taza, siente la calentura, huélelo, disfrútalo, siente la calentura en tu boca, pásalo, siente como entra en tu cuerpo.
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Vive tu día de la misma forma, con consciencia, viviendo cada pequeña cosa que hagas, cuando te duches, solo vive tu ducha, siente el agua tocar tu cuerpo, la temperatura de la misma, el olor del jabón, etc. Si puedes ir a un parque y abrazar un árbol, ¡Házlo!
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A medida que se pone el sol, por la tarde, siéntate en la tranquilidad de tu cuarto o anda a un lugar tranquilo. Y medita, nuevamente, agradece por tu día. 3 grandes Oms no harían nada mal. Reza, oraciones, el rosario, mantras, lo que a ti te ayude.
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Antes de dormir, en el silencio de tu habitación, en tu cama, pide a Dios que te brinde su luz por la noche, que te reconforte, que te bañe con su manto de luz. Pídele a tu ángel, que pose sobre ti sus manos y sirva de instrumento de Dios, para justamente bañarte con esa luz maravillosa, llena de energía pura. ¡Verás como te despiertas!
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Si te levantas por la noche para ir al baño, o a atender a tus pequeños, al momento de regresar a la cama, repítelo, “Reconfortame” “Dios, báñame con tu luz”
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Que la última palabra antes de cerrar los ojos sea: gracias, gracias, gracias.
Todo esto mis bellas, es justamente vivir en consciencia, recuerden ustedes no son su cuerpo, son espíritu, somos hermosos seres espirituales viviendo simplemente, una experiencia corporal. Y les aseguro que viviendo su vida diaria, con estos pequeños, pequeñisimos puntos, ¡pero tan importantes!, llegar al equilibrio, al centro, a la paz, a la armonía, a esa fuente de luz que tenemos dentro, que somos y de la cual provenimos, no les será tan difícil,
las amo,