Precisamente hace cinco años (2006), cuando se conmemoraban los 130 años de su nacimiento, mi compañera Mar Parra y servidora elaboramos un pequeño ensayo sobre este maestro de la escultura, aquí os dejo con un extracto de lo más significativo y curioso de su trayectoria. Una miniguía para saber más de Brancusi:
Constantin Brancusi, está considerado como uno de los grandes escultores del siglo XX. Su obra ha influido en los nuevos conceptos de la forma en escultura, pintura y diseño industrial al ser un pionero de la abstracción (aunque nunca la practicó). Fue admirado por los dadaístas, pero nunca perteneció a un movimiento artístico determinado. Sin embargo, su concentración en la forma pura, liberó a la escultura del realismo del siglo XIX y preparó el terreno para los escultores abstractos del siglo XX.Como véis, no sólo de periodismo vivimos los periodistas :)
Su trayectoria está marcada sobre todo por dos formas simples; el huevo y el cilindro alargado. Trabajó pocos temas (animales, cabezas y figura humana) y se centró en encontrar la esencia de la forma. Daba mucha importancia a la naturaleza, y por ello utilizó las cualidades y posibilidades de los materiales que esculpía para dar más significado a su obra. Utilizó para sus esculturas, entre otros, piedra, mármol y bronce pulido, que luego colocaba sobre toscos pedestales para producir sensaciones de contraste entre lo suave y lo rugoso, la luminosidad y lo opaco.
Contempla dos etapas: la primitivista y la esencialista pura. De la primera etapa destaca El beso (1907) y de la segunda esculturas como El vuelo del pájaro (1919-1940), Princesa X (1920) o el complejo escultórico de Târgu Jiu, en Rumanía (1935).
Su trabajo no fue fácil:
- En 1920 La princesa X (izquierda) provocó un escándalo en El Salón de los Independientes, en París y la escultura fue retirada por obscena y fálica.
- En 1928 Brancusi viajó a Estados Unidos con una de sus esculturas de Ave en el espacio (derecha) y los agentes aduanales querían cobrarle impuestos de ingreso porque no consideraban su obra como "arte" (que sí estaba libre de impuestos). El "escándalo Brancusi" llegó a la corte de justicia, donde finalmente se declaró oficialmente que su Ave en el espacio era una obra de arte. Gracias a ello el escultor se libró de pagar impuestos; pero, más importante, abrió el espacio de aceptación del arte abstracto.