Regularmente aparece en la pequeña pantalla esa especie a la que ya nos hemos acostumbrado y que nos provoca debates internos: el-famoso-en-acción-humanitaria. Seguro que todos hemos comentado si Brad y Angelina son unos jetas o al contrario, mejor que den algo de su tiempo y dinero antes de quedarse en casa sin hacer nada, para que luego alguien contra argumente que tienen tiempo y dinero de sobra. Así, en bucle.
Joubert no es famoso, pero sabe bastante de trabajo humanitario
El debate esta ahí, porque quien dice Brangelina, dice Clooney, Banderas, Sean Pen, Casillas, Gasol, Bono y un largo etcetera hasta llegar a Jesús Vázquez.
Naciones Unidas (pionera en lo bueno y en lo malo) fue la primera institución fichar para la causa humanitaria a la angelical Audrey Hepburn, embajadora de Buena voluntad de Unicef. La ecuación parecía simple y unidireccional: Unicef se beneficiaba que Audrey era un rostro conocido y se garantizaba que mensaje llegase a los medios por ser quien era su portavoz. El coste económico para la organización era 0. Audrey ya era un rostro amable para el publico, no necesitaba lavar su imagen. A los primeros embajadores les han seguido casi 300 en diversas instituciones.
Hoy en día tenemos, inevitablemente, el corazón dividido. Es bonito ver a Sean Pen cargando con un saco de comida y viviendo en Haití pero cuando vemos a Angelina y a Brad comprándose una villa de 30 millones de euros en Italia también pensamos que ese dinero lo podrían haber invertido en otras cosas (olvidándonos de los millones que previamente han dado a MSF en Haití o por la reconstrucción de Orleans).
Calle de Kita. Mali. 2010
¿Que dicen los beneficiados de sus acciones. Alejandro Chicheri del PAM en América Latina cree que las campañas llegan a la gente de una manera más efectiva si participa un famoso. Duncan Green de Oxfam, afirma abiertamente que la única diferencia entre una marca de ropa y una ONG que cuenta con un famoso es que la ONG no paga nada. Eso sí, cada vez más las ONG cuidan más y mejor el perfil de "sus" famosos. Difícil lo tendría Marylin Manson o el lider de AC/DC para promocionar a una ONG o a un organismo internacional. Y a la inversa: cada vez más, los famosos se lo piensan antes de "casarse" con una ONG. Las analizan, estudian y miran su historia y proyección. Ellos también se juegan su imagen. Karin de Gruiji portavoz de ACNUR señala que los riesgos son compartidos: Ver a Diana de Gales con uniforme de minas anti persona provocó rechazo en parte de la población ya que muchos dudaban del riesgo real de la princesa en el momento de hacerse la foto.
El complemento de esa acción humanitaria es que los políticos también están interesados en hacerse la foto. En un mundo con tantos intereses contrapuestos hay que ir caso por caso. Lo ideal seria que todos enarbolasen la bandera de la coherencia en su vida privada y pública.