Sinopsis
Joven, lista y acostumbrada a frecuentar los ambientes de moda de Chicago, ¿qué puede hacer Vic ahora que súbitamente se ha quedado sin trabajo? Su ingenio y su facilidad para relacionarse no tardan en darle una solución: como wingwoman o “ángel”, ayudará a conocer a la mujer de sus sueños a hombres que van desde cowboys o aspirantes a estrellas porno hasta el jefe de su mejor amiga… Pero ayudar a otros a emparejarse no siempre es coser y cantar. Y menos cuando, a pesar de una vida que transcurre entre fiestas, copas y tiendas de ropa, y de que Vic siente prevención ante el compromiso, va viendo cómo poco a poco en su interior también va prendiendo la necesidad de compañía…
Reseña
Aquí os traigo mi segunda entrega de libros raros. En este caso no es que el libro en sí sea raro, pero sí es una temática nueva para mí, pues nunca me habían llamado la atención este tipo de libros.
Se trata de una novela del curioso género “chick-lit”, que como su nombre indica, se trata de literatura dirigida a las chicas jóvenes, especialmente si están solteras y son trabajadoras. Este género, a grandes rasgos, pretende narrar la vida de la mujer moderna, abarcando aspectos como su situación laboral, sentimental, sexual…
…Y lo que surja me ha iniciado en esto de la literatura “chick-lit”, y aunque en un principio pensé que iba a salir escaldada de semejante aventura, lo cierto es que no ha sido tan terrible.
El libro nos narra las aventuras y desventuras de Victoria, una joven que, despistada y desesperantemente irresponsable, trabaja como comercial en una oficina vendiendo ordenadores. Tras perder su empleo, comenzará una búsqueda del empleo perfecto para ella, hasta que finalmente las circunstancias la conviertan en un “ángel” o wingwoman, algo así como una alcahueta moderna, encargada de emparejar a sus clientes con chicas guapas. Este empleo la hará adentrarse de lleno en el mundo de la noche, las fiestas, el alcohol, la moda y el lujo. Aunque se le tiene prohibido salir con sus clientes, Victoria no podrá evitar caer en la tentación…
Paralelamente, Victoria tiene que enfrentarse a la repentina boda de Gwynn, una de sus mejores amigas, y no sólo eso, también será la ayudante de la novia, la encargada de controlar que la boda salga perfecta y todo esté preparado cuando llegue el gran día. La pobre Victoria, la cual tiene un serio síndrome de Peter Pan, puesto que le aterra madurar y avanzar en la vida, se verá sorprendida por la imprevista madurez que comienzan a manifestar sus amigas: matrimonio, maternidad, compromiso, mudanza a otras ciudades… Se dará cuenta de que es la única del círculo de amigas cuya vida se ha estancado, lo que le producirá infelicidad y más de un quebradero de cabeza.
De este modo, viviremos el día a día de esta curiosa jovencita, mientras ella intenta mantener en secreto su empleo de ángel, organizar la boda de su amiga, salir, emborracharse, ligar, ir de compras… Irán sucediendo a lo largo de la historia numerosas situaciones disparatadas en las que Victoria siempre es la protagonista.
Creo que estas palabras resumen la esencia del libro: es superficial, irreal, absurdo, superfluo… aunque a su favor tengo que admitir que es divertido y fresco.
Resulta bastante poco creíble que hombres guapos, ricos y de éxito necesiten de un ángel para poder ligar una noche. Pero bueno, obviemos eso. Como dije antes, el libro es una sucesión de situaciones disparatadas, cada cual más irrisoria que la anterior. A veces es imposible creer lo que estás leyendo, pero también es cierto que de vez en cuando la obra me sacaba alguna que otra risita. Es muy fácil de leer y tiene un ritmo acelerado y sin pausa, por lo que es fácil engancharse y devorar el libro en un par de días. Así que se puede decir que es un tira y afloja: mezcla situaciones de auténtica vergüenza ajena con un ambiente generalmente divertido y alocado que te dejará con ganas de más. Lo detestarás por muchas cosas; te enganchará por muchas otras.
Hablemos ahora de los personajes. Creo que una de las claves para que este libro te guste o te repugne está en su protagonista. Tienes que conocerla y aceptarla como es. Victoria ha de caerte bien si quieres terminar este libro, porque si no, olvídalo. Es un personaje difícil de querer, creo. Una mujer extremadamente irresponsable, torpe, descerebrada, con una detestable obsesión con la fiesta, el alcohol y la moda… Se puede decir que sus aficiones son salir hasta el amanecer, emborracharse y gastar hasta el último céntimo de su sueldo en tiendas de moda. Odiosa, al menos para mí, pero yo he sido capaz de ver más allá, y hasta le he llegado a coger cierto cariño. Es buena persona, sencilla, una gran amiga tremendamente fiel, inocente, pizpireta… Me inspira ternura y su forma de narrar, dirigiéndose al lector como si le estuviese contando un secreto a un amigo, la hace aún más entrañable. Creo que sería imposible leer esta novela si te desagrada Victoria.
–¿Y tú cuándo te casas?– pregunta Angel, retocándose la media melena castaña y dirigiendo la atención hacia mí. Enarca una ceja y sonríe con suficiencia.
–¿Qué?– casi se me atraganta el champán.
–Sí. Sí. Y tú, ¿qué? Seguro que tienes a un Don Perfecto a punto de pedírtelo, ¿eh?
Le doy un buen trago al champán y cierro los ojos, intentando acordarme de mi último ligue aceptable. Vaya. No se me viene nada a la cabeza. El pánico se me agarra al estómago. ¿Qué voy a decirles? Una docena de caras me observan con atención, esperando una respuesta. Sonrío y suelto una risita nerviosa.
–Soy lesbiana –me oigo decir.
OH, NO. ¿He dicho eso en voz alta?
Por otro lado, mencionar lo inenarrablemente detestable que es el personaje de Gwynn, la amiga de Victoria y futura mujer casada. Lo peor de la novela es sin duda esta odiosa mujer (no sé cómo la pobre Vic es capaz de aguantarla y trabajar para ella). Del resto de personajes no hay mucho más que destacar, ni para bien ni para mal.
Una cosa que me ha resultado cutre y falta de imaginación es que casi todos los personajes de la novela sean clones de algún famoso. “El chico era idéntico a Orlando Bloom…”, “la dependienta parecía la gemela de Nicole Kidman…”, “La chica idéntica a Tyra Banks dijo…”. Es imposible utilizar la imaginación para crear nuestros propios personajes en la mente, ya que la autora nos obliga a ponerles caras de famosos contra nuestra voluntad. No es una cosa relevante, pero sí es algo que me ha molestado.
El final, aunque en parte acertado, me ha resultado incongruente con la intención con la que se quería realizar. No quiero profundizar en este tema para no spoilear, pero quienes lo lean creo que lo entenderán. Por lo demás, un final más o menos bien construido y políticamente correcto. Me hubiese gustado que fuese algo más crudo y sorprendente, aunque supongo que eso sería pedir demasiado teniendo en cuenta el tipo de libro que es.
En resumen, es una novela perfecta para los amantes de este tipo de literatura, y bueno, para los que no lo somos, puede ser una forma amena y divertida de pasar el rato y relajarse leyendo una novela sencilla y sin pretensiones. Puro entretenimiento no apto para todos los públicos. Los que busquen una lectura que les aporte algo más que matar el tiempo, deben huir de este tipo de obras; los que busquen un rato de relax y diversión absurda con una chica torpona y borracha, este es su libro. Tú decides.