Agosto de 2016, “el que no escribe” y yo ponemos rumbo a Irlanda e Irlanda del Norte para pasar 15 días, tenemos un coche alquilado para recorrer sus “especiales” carreteras y llegar a rincones que de otra manera no podríamos. Ese era el plan y eso es lo que hicimos. Entre el día que empezamos a planificar el viaje y el día de vuelta pasaron muchas cosas, cosas que nos llenaron de ilusión, de desesperación, de sorpresas, de fotografías y de risas.
Habíamos hablado tiempo atrás de viajar a Irlanda pero, como en 2012 hicimos un viaje por Escocia, pensamos que sería apropiado dejar un poco de tiempo entre ambos para ir intercalando tipos de turismo.
Este año, no sé muy bien por qué sí o por qué no, optamos porque era el momento de ir a Irlanda. Y con esa decisión que tomas un día y que, generalmente tras unos meses, no eres capaz de saber por qué exactamente, Irlanda se estableció como destino turístico, siendo el centro de todas nuestras atenciones e ilusiones prevacacionales. Así empezó todo.
Pasamos 15 días en la llamada Isla Esmeralda, recorriendo sus carreteras-caminos, descubriendo sus pueblos, rincones, leyendas e Historia. Asimilando sus costumbres, probando su gastronomía, escuchando música a todas horas, bebiendo en los pubs e intentando ver sus acantilados y laderas por todas partes.
Tuvimos muchas oportunidades de cantar y maldecir bajo la lluvia, y otras cuantas de volar gracias al viento… El clima irlandés no quiso que nos fuéramos de allí sin que llegáramos a intimar con él. Tuvimos una convivencia intensa, en la que pudimos conocer casi todas sus facetas, pero principalmente la “gris”.
Muchos, al decirles que íbamos a Irlanda, lo achacaban a que pudiéramos tener un especial interés en ver localizaciones de Juego de Tronos. Pues no, amantes de Juego de Tronos, no hemos visto ni un capítulo de la serie, ni leído ninguno de los libros. Sobre la marcha nos hemos ido enterando de lugares que hemos visitado y que formaban parte de ubicaciones de la serie, pero este viaje nada tiene que ver con ella, aunque haremos mención cuando sepamos de alguno de los lugares emblemáticos que sí que visitamos. Nosotros fuimos a Irlanda, única y exclusivamente, porque queríamos conocer Irlanda.
En esta entrada, como cada vez que hacemos un diario de viaje, intentaremos comentar todos los preparativos, las peculiaridades del país y datos prácticos para la organización, itinerario elegido, fechas, vuelos, alquiler de coche, sistema para elegir alojamientos, costumbres, climatología, moneda, etc. Luego iremos publicando una entrada por cada día del viaje, con un detalle del mismo, en el que intentaremos dar la mayor parte de información práctica posible, a parte de nuestra experiencia personal. Dedicaremos todo el mes a a publicar de forma consecutiva cada una de las entradas.
En marzo de 2016 empezamos a interesarnos por el mapa de Irlanda, por sus ciudades, por sus pueblos, por aquello que se suponía que era de interés, y comenzamos a apuntar ¿Qué imprescindibles hay en Irlanda?
Entonces aquello se empezó a ir de las manos, empezaban a salir muchos lugares apetecibles y que, por un motivo u otro, parecían interesantes. Tuvimos que elegir y tuvimos que adaptarnos al clima. El resultado final del itinerario fue el siguiente:
Itinerario
Día 1. Aeropuerto Dublín - Monasterboice -Irlanda del Norte: Dark Hedge Road - Ballycastle (Dormir Balleycastle)Día 2. Irlanda del Norte: Carrick Rede Rope - Calzada del Gigante - Dunluce Castle - Derry (dormir en Derry)Día 3. Glenveagh Park - Ardara - Cascada Assaranca - Glengesh Pass - Donegal (dormir en Donegal)Día 4. Slieve Leagues - Glengesh Pass - St Johns Point - Glencar Waterfall - Sligo - Cena en Grange (Dormir en Grange)Día 5. Carrewmore - Clew Bay - Westport - Killary Harbour - Kylemore Abbey - Galway (dormir en Galway)Día 6. Connemara - Sky Road - Roundstone (dormir en Galway)Día 7. Galway - Islas de Aran (Inishmore) - Galway (dormir en Galway)Día 8. Castillo Dungaire - Kinvarra - Poulnabrone Dolmen - Kilfenora - Costa de Burren - Acantilados de Moher (dormir en Doolin)Día 9. Ennistimon - Ennis - Adare - Killarney (dormir en Killarney)Día 10. Peninsula de Dingle - Castillo Ross (dormir en Killarney)Día 11. Anillo de Kerry - Anillo de Skelling - Anillo Isla Valentia (dormir en Killarney)Día 12. Catedral de Killarney - Cork - Kindsale - Cobh - Rock of Castle - Kilkenny (dormir Kilkenny)Día 13. Kilkenny - Glendalough - Dublin (dormir en Dublín)Día 14. DublínDía 15. Dublín - Madrid
En total recorrimos unos 2.700 kilómetros.
Vuelos y alojamientos
Volar a Dublín tiene la ventaja de contar con una compañía de vuelo Low Cost, si no tienes problema en volar con ellos, es una forma de poder ahorrar algo en el viaje.
Lo hicimos con Ryanair. Que ahora, además, te dejan llevar bolso de mano adicional a la trolley no facturada, algo que se agradece especialmente cuando viajas con equipo fotográfico. No como Easyjet, que no puedes entrar ni con la cámara colgando del cuello y tienes que llevar los bolsillos que parecen los mofletes de un hamster (tenía que decirlo).
El vuelo lo cogimos a finales de mayo y, a pesar de hacerlo con cierta antelación y con una compañía low cost, no fue una super oferta, casi 350 euros los dos.. Facturamos una única maleta, con 15 kg de máximo peso y llevamos 2 trolleys adicionales para los 15 días. Íbamos un poco estresados ya que solo en cargadores nos hemos comido un 15% del peso. Somos unas víctimas tecnológicas… Salimos alrededor de las 10 de la mañana de aquí. Y de vuelta salimos de Dublín hacia las 16:30 de la tarde. No se madrugaba mucho y daban opción de aprovechar un poco de cada día.
En cuanto a los alojamientos, en esta ocasión, iban a ser unos cuantos. Nuestro itinerario era circular, las carreteras de Irlanda no tenían muy buena fama (lo confirmamos) y no nos apetecía hacer cada día demasiados kilómetros, así que sacrificamos un poco la comodidad de tener alojamientos fijos, por la de aprovechar al máximo las horas del día. Así, tuvimos momentos en que cada noche dormíamos en una ciudad/pueblo diferente, y otras en las que pudimos establecer un campamento base durante dos o tres noches. Algo que se agradece bastante.
En Irlanda, pasa un poco como en Escocia, el alojamiento más abundante son el B&B o las Guest House. Una especie de casas rurales con pocas habitaciones y que incluyen desayuno. En esta ocasión, una vez decidido la ubicación donde vamos a pernoctar, intentamos mirar los alojamientos con mejor valoración y una relación calidad/precio aceptable.
Todas las reservas las hicimos con Booking a excepción del hotel de Dublín, que lo hicimos directamente con el alojamiento. En cada una de las entradas que corresponda os daremos la opinión de cada uno de los alojamientos y os los enseñaremos.
En cuanto a precio de media unos 85 euros noche.
Alquiler de coche, conducción y carreteras
El alquiler del coche fue lo que más se nos resistió, era finales del mes de junio y aún no lo teníamos cerrado. Por más que hayamos hecho esto varias veces antes, es de lo que más estrés genera. Empiezas con los seguros y cuando crees que ya lo conoces todo siempre aparecen nuevas letras pequeñas. Siempre te quedas con incertidumbre.
La empresa que más veces hemos utilizado para alquilar coches ha sido Avis, pero los precios para los vehículos estaban disparados en Irlanda. Salía bastante caro. Nosotros necesitábamos el coche 13 de los 15 días porque en Dublín pretendíamos dejarlo y el día de regreso hacerlo en transporte público al aeropuerto.
Nos llegamos a plantear páginas como Rentalcars o Autoeurope, que ya sabéis que son intermediarios que te hacen ellos un seguro. Viajas con franquicia de cara a la marca con la que alquilas, y ellos a parte te aseguran la parte que tendrías que pagar si sufrieras algún tipo de incidente. No nos gusta la idea de meter intermediarios en el tema de los coches, que ya de por sí es un negocio un poco “oscuro”. Pero estábamos dispuestos viendo las circunstancias hasta que, mirando Carhire, vimos unos precios decentes, se nos ocurrió rellenar un formulario para preguntar el precio del Seguro a todo riesgo (SCDW) por día (que no venía en la web) y, al contestarnos al mail, nos dieron la opción de hacernos ellos directamente la reserva si queríamos. Les pedimos presupuesto y fue el más barato que encontramos entre las mil fórmulas que probamos. Eso sí, tuvimos que estar intercambiando mails durante una semana, porque acordábamos una cosa y por escrito nos mandaban otra. Hasta que conseguimos tener por escrito exactamente lo contratado. Carhire, es una marca de Europcar y realmente con quien intercalamos los mails era una agente de Europcar.
Escogimos un seguro SCDW, vehículo Diesel y el correspondiente a un Ford Focus (nos dieron un León). No se puede coger un vehículo demasiado pequeño que luego no te entran las maletas y vas todo el día a cuestas con ellas. Tuvimos que comentar que queríamos pasar a Irlanda del Norte y nos cobraron 35 euros por ello, independientemente de los días, era un único pago. Por cierto, en Irlanda del Norte está en millas y en Irlanda en kilómetros
Todo salió bien. Ninguna sorpresa ni cobro no esperado.
Las carreteras de Irlanda son… a ver, son… malas (y bonitas). Lo siento, no podemos decir otra cosa. Pensábamos que las carreteras de la Escocia profunda eran carreteras “curiosas” para conducir, una especie de caminos sin arcén, sin línea divisoria, estrechas… pero tenían visibilidad. En Irlanda no siempre…
En Irlanda hay un par de autopistas y luego está eso otro que llaman carreteras y algún camino asfaltado. Que tal y como llueve, porque en este caso podemos dar fe de que llueve, tienen el asfalto que es un drama.
Nos referimos a carreteras estrechas, con un asfalto lleno de vaguadas y socavones que acumulan piscinitas de agua cada vez que llueve. La visibilidad en muchas de ellas es dudosa. El concepto Passing Place escocés tampoco lo han aplicado, aquí aunque sea estrecho tienes que entrar y punto. Y el caso es que entran.
Luego hay algo muy curioso, puedes tener kilómetros sin señales pero, de golpe, si ves una apoyada en el borde del asfalto o hierba, entonces detrás, al menos, vendrán seis más. Empiezan con el baja la velocidad, luego con semáforo, luego con niños, luego con bache, luego con ceda el paso. Van pegadas unas a otras, que parece que están en procesión. No asimilas tanta información. La tercera vez que te las encuentras te quedas con la idea global del mensaje “despacito y cuidadín, peligros variados acechan”
Documentación necesaria, moneda, clima, ropa y otras cosas de interés
Para viajar a Irlanda, si eres ciudadano de la Unión Europea, con llevar el DNI es suficiente. La tarjeta sanitaria europea también. Adicionalmente, si os quedáis más tranquilos, podéis contratar un seguro de viaje. Nosotros llevamos la tarjeta, simplemente. Os recomendamos, como siempre, llevar el pasaporte si lo tenéis en regla, si tuvierais algún problema de extravío, pérdida o robo, al menos contaréis con una documentación legal vigente para volver a casa.
El tema de la moneda dependerá de si vais a pasar a Irlanda del Norte o no. En Irlanda del Norte la moneda es la libra. En Irlanda el euro. En nuestro caso, llevamos libras sacadas desde España para los días que nos íbamos a mover por Irlanda del Norte.
Enchufes, tanto en Irlanda del Norte como en Irlanda vais a necesitar un adaptador de 3 clavijas. La potencia es válida para todos nuestros aparatos electrónicos, pero la forma de la clavija no. Por ello, si no queréis quedaros colgados llevad un par de adaptadores, o un adaptador y un ladrón, para poder conectar más de un aparato. Siempre en función de vuestras necesidades.
El clima. Del clima es mejor que en esta primera entrada no profundicemos demasiado, ya os iremos mostrando nuestras aventuras del “verano irlandés”. Os recomendamos que llevéis de todo, manga larga y corta. Pantalones y calzado cómodo. Paraguas, aunque igual no lo podáis llegar a abrir por los vientos, y el chubasquero, ese no lo dejéis en casa. Hay veces que las amistades más verdaderas se fraguan en un viaje, y puede que éste, sea un antes y un después para tu chubasquero y tú. Protector solar. En serio, puede que no salga el sol, o puede que sí, lo normal es que algún día, o varias veces en el día te pueda llegar a salir. El sol irlandés es así, cuando sale, ou yeah, arrasa. Es como cuando el ser humano se queda de “Rodríguez”, que no sale en todo el año y al quedarse solo una noche sale de fiesta y lo da todo.
Los horarios al estilo europeo, más tempraneros que los nuestros, pero tampoco algo exagerado. Lo que sí se nota es que la vida nocturna en los pubs empieza antes y acaba antes también.
Nuestra idea a la hora de organizarnos las comidas era, teniendo en cuenta que el viaje resultaba muy paisajístico, organizarnos picnics para comer al aire libre y cenar en restaurantes. Pero Irlanda tenía otros planes para nosotros y pensó que, solo cenando en los Pubs y restaurantes por la noche, no íbamos a captar bien la gastronomía irlandesa, por lo tanto, nos mandó lluvia casi cada día, para que así, nos metiéramos a comer en sus restaurantes también al mediodía ¡Gracias, a quién corresponda, por mirar por nuestro bien!
En cuanto a tarjetas turísticas, no sacamos ninguna. Para Dublín existe a Dublin Pass. Y para Irlanda la Heritage Pass. Os dejamos el enlace para que valoréis en función de vuestros gustos e intereses.
Tenemos tantas curiosidades que contar y tantas ganas de empezar a hablar del viaje en sí mismo, que dejamos esta entrada aquí para ir ampliando en las sucesivas más información y detalles sobre la experiencia en Irlanda e Irlanda del Norte durante 15 días en la isla.
Llega la hora de poner rumbo al nuevo destino… ¡Irlanda, allá vamos!
¿Tienes planes hoy?
Revista Cultura y Ocio
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