Ayer al mediodía, en el Hotel Intersur, luego de la función de Laberinto de Mentiras (2014), elegida para representar a Alemania en los próximos premios de la Academia que podrá verse en el marco del Festival y después tendrá su estreno comercial en Argentina, Gustav Wilhelmi (director del festival), Uwe Mohr (director del Goethe Institut) y Harald Hermmann (Encargado de Asuntos Culturales de la Embajada de la República Federal de Alemania) presentaron la 15va edición del Festival de Cine Alemán, junto al director del film, Giulio Ricciarelli, quien dio una conferencia de prensa.
Se destacó la incorporación de una nueva sede: Village Caballito, que contará con la misma cantidad de funciones que la ya conocida sede del Village Recoleta: señal no sólo de la vigencia del cine alemán contemporáneo sino también de la profunda cinefilia argentina. Además, se llevará a cabo un ciclo dedicado a Heinz Emigholz titulado "La arquitectura como autobiografía" en el Museo Malba, y este año el film mudo "El estudiante de Praga", con música en vivo, tendrá doble función.
El comienzo del festival para el público será este jueves 10 de septiembre, fecha en la que casualmente también empieza una Semana del Cine Argentino en Berlin. Mohr señaló también un proyecto que el Instituto Goethe está llevando a cabo en Latinoamérica, titulado "El futuro de la memoria", íntimamente relacionado con la temática de Laberinto de Mentiras, que tuvo muy buena recepción en Alemania y llevó a mucha gente a acercarse al director para contarle diversas historias sobre familiares reacios a revisar el pasado, algunas de las cuales compartió con el público.
Ricciarelli, director ítalo-alemán, habló de como sus dos propias nacionalidades conviven en el film: por un lado, la forma de mirar hacia el pasado alemana, profundamente distinta a la italiana, por otro, la emocionalidad "más italiana". Así, el film pudo ser vendido en alrededor de cien países por la universalidad y versatilidad del tema que trata, incluso cuando los hechos históricos en sí son incomparables entre los países.
El realizador expresó también su preocupación por "hacer de más", distanciar al espectador, y por eso en muchos aspectos el film puede rozar el minimalismo: no hay imágenes de Auschwitz por una decisión estética, no hay demasiados decorados. En cambio, la película se sostiene en sus personajes, desde los principales hasta el coro de personajes secundarios que acompañan. Después de todo, Laberinto de Mentiras es la historia de un grupo de personas que, en un tiempo donde había una desesperación por mirar hacia un adelante esperanzador, obligaron a todo un país a confrontar con un pasado latente, olvidado forzosamente pero no superado. Lo conmovedor aquí, y lo que Ricciarelli exploró, es la historia de un ser humano contada.
Valor de la entrada:
$ 75 Generales
$ 100 Proyección película muda
Las entradas para las sedes de Village se adquieren en sus boleterías; para el ciclo de Emigholz las entradas se consiguen en el Museo Malba.
Hay abonos con descuentos, pero no son válidos para la función de clausura de "El estudiante de Praga" con música en vivo, ni para el ciclo Emogholz.