El emprendimiento es algo que no nos enseñan desde pequeño, ni en el colegio ni en los hogares, al contrario, se transmite la idea de que hay que estudiar mucho para conseguir un buen trabajo. Pero las cosas cambian constantemente y más aún el negocio. Con la crisis, el emprendimiento se ha constituido como una nueva forma de negocio, algo que años atrás era impensable, convirtiéndose en una oportunidad para muchos, para poder sobrevivir en la sociedad. Pero, ¿estamos preparados para emprender?
En el mundo del emprendimiento, podemos identificar a 4 tipos de emprendedores: el inversionista, aquel que cuenta con capital y decide invertir en empresas de otros; el clásico, el que surge por necesidad y se ve obligado a identificar oportunidades porque está insatisfecho con el trabajo que tenía; el que surge por azar, cuando las circunstancias y su experiencia le da una idea que se puede convertir en negocio; y por último, el innovador o creativo, el que probablemente inventó algo que sin intención se convirtió en negocio.
En concreto, los emprendedores que surgen por necesidad tienen miedo al riesgo, no son creativos y tienen poca intuición. Estos emprendedores suelen carecer de cualidades que bien las tienen adquiridas sin saberlo, o bien no tienen esas habilidades pero pueden desarrollarlas. El método por el cual el emprendedor es capaz de tomar conciencia de esto se denomina Coaching para Emprender, una técnica muy importante para que el emprendedor identifique sus fortalezas y debilidades, anticipándose a posibles soluciones.
Vamos a identificar las 15 habilidades que todo emprendedor debe desarrollar para iniciar un negocio:
1. Tener conocimientos sobre la gestión de los negocios
Es necesario que tengas conocimientos básicos sobre cómo se maneja el mundo de los negocios. Si flaqueas en este punto, haz algún curso o lee en profundidad sobre el tema, hay cantidades de expertos de los que puedes enriquecerte.
2. Tener iniciativa
Debes llevar las riendas de tu negocio y no dejar que otros la lleven. Debes saber identificar las oportunidades y no dejarlas escapar. El tren pasa una vez y quizás no vuelva a pasar.
3. Tolerancia y adaptación a los cambios
Los negocios están en constante movimiento, por eso hay que adaptarse a los cambios que vayan surgiendo y saber enfrentarse al fracaso.
4. Capacidad para negociar
Hay que relativizar los problemas, no todo es negro o blanco, y negociar para encontrar posibles soluciones. Intenta encontrar la manera de llegar a un punto intermedio para mantener tu postura y ceder.
5. Saber tomar decisiones
Si bien la mayoría de decisiones hay que tomarlas de forma rápida, no te apresures demasiado, piensa las decisiones con detenimiento antes de ejecutarlas.
6. Motivar a los que te rodean
Contagia de entusiasmo a tu equipo, tú eres el que tiene que promover el espíritu de armonía entre ellos, además esto se verá reflejado de forma positiva en los resultados. Los jefes arrogantes y amenazadores ya no existen, motiva a tu grupo a hacer un trabajo mejor cada día y tu negocio crecerá a pasos agigantados.
7. Liderazgo
El papel del líder es convencer a las demás personas que ciertas ideas tienen sentido y que se debe trabajar por ellas, dirigiendo al grupo a las metas y objetivos que se han impuesto. Un buen líder ve las oportunidades en cada momento y sabe aprovecharlas.
8. Creatividad e innovación
Un negocio debe siempre sorprender a sus clientes, por lo que debe constantemente buscar ideas originales y ofrecer productos novedosos. Para ello, debes buscar fuentes de inspiración y tener una mentalidad global.
9. Pasión y motivación
Si lo que estás haciendo es tu pasión, ese será tu motor para seguir luchando cada día por tu proyecto. Pasión y motivación van unidas de la mano, algo que te apasiona, te motiva, y cueste lo que cueste vas a luchar hasta el final por ello. Mantén la ilusión del primer día durante todo el proceso, ya que no fracasan las ideas, sino la persistencia para ponerlas en práctica. Si eres un emprendedor que ha surgido por necesidad y te falta pasión, sustitúyela por dedicación, constancia y perseverancia.
10. Ser competente
Tener ese sentimiento de competitividad te ayudará a no conformarte con los logros que ya conseguiste y a buscar nuevas metas alcanzables. Si piensas en pequeño, te quedarás pequeño. Aunque seas un negocio pequeño, plantéate el objetivo de ampliar el horizonte y ten la ambición de crecer.
11. Organización y disciplina
Debes cumplir las fechas límites y llevar un orden en tu trabajo. El arranque de un proyecto personal exige dedicar muchas horas, incluso más que cuando trabajabas para otros. Por ello, deberás sacrificarte del descanso y dejar de lado un poco tu vida personal. Debes encontrar el equilibrio al tiempo que destinas a cada parte del proceso.
12. Alta autoestima
Para lograr los obstáculos y cumplir con todos los objetivos planteados, es necesario tener confianza en sí mismo. La persona emprendedora tiene que tomar decisiones y lo tiene que hacer de manera decidida, sin miedo y con confianza en sí misma, aunque puedan ser erróneas o el resultado no sea el esperado.
13. Ser proactivo
Ser proactivo es una aptitud fundamental en cualquier emprendedor, puesto que implica la toma de iniciativa en el desarrollo de acciones creativas y audaces para conseguir mejoras. Además, se proactivo significa asumir la responsabilidad de hacer que las cosas sucedan, decidir en cada momento lo que queremos hacer y cómo lo vamos a hacer.
14. Conocimientos sobre informática e Internet
No es suficiente con crear archivos de texto, una hoja de cálculo o presentaciones. Debes ir un poco más allá. Por ejemplo, conoce el lenguaje HTML y CSS, no tienes que ser un experto pero conoce el tema para cuando alguien te hable de ello. O amplía tu conocimiento sobre páginas web, redes sociales, estrategias de marketing online. Puedes contar con la ayuda de un profesional, pero no lo dejes todo en sus manos. Tú eres el que tomas las decisiones.
15. Asume riesgos
Es inevitable que la persona emprendedora tenga que asumir riesgos al empezar un negocio, pero estos riesgos deben de ser calculados. El hecho de montar una empresa ya es un riesgo, por lo que la toma de decisiones tiene que ser meditada y ponderada, incluso asesorada. Por tanto, es necesario calcular los riesgos de cada decisión que se tome y evitar los que sean innecesarios.
Y tú, ¿crees que tienes alma emprendedora? ¿Qué habilidades crees que te faltan? Espero haberte ayudado a descubrir habilidades que tenías escondidas y a motivarte a desarrollar aquellas que no has adquirido todavía. Espero tus comentarios, ¡mucha suerte en tu aventura!
Descripción del autor: Andrés Gananci es un emprendedor y aventurero apasionado de la vida que fundó su primer negocio online con tan sólo 17 años. 12 años después, sigue viajando por el mundo mientras trabaja desde casa.
Fuentes Imágenes: Andrés Gananci