Si alguien tenía aún alguna duda de que el patrimonio francés y sus paisajes están entre los más bonitos del mundo, que siga leyendo para descubrir los mejores tesoros arquitectónicos y naturales con los que cuenta la bella Francia. Desde los afilados acantilados de Étretat, pasando por la impresionante ciudad medieval de Carcassone, los volcanes de Auvernia o la abadía del Monte Saint-Michel, todos están incluidos en esta lista de 15 maravillas de Francia que HostelBookers te anima a visitar, al menos, una vez en la vida.
Los acantilados de Étretat- Alta Normandía
Los castillos del Loira, Loir y Cher
Gargantas del Verdon, Var- Provenza- Alpes
Las Gargantas del Verdon son, sin duda, un paraje natural excepcional: las aguas turquesas del río Verdon han ido penetrando tierra adentro hasta formar el gigante cañón rodeado de afilados acantilados de piedra caliza. El Styx de Verdon es uno de los puntos notables de las gargantas: se trata de una especie de cañón de piedras blancas y redondas entre las que surgen estrechos y sinuosos arroyos turquesas del Verdon. En la parte superior del barranco, en la meseta de Valensole, hay enormes campos de lavanda que dibujan un paisaje de color púrpura y desprenden su delicado aroma por toda la zona. Por todo esto, el parque natural de las Gargantas del Verdon sigue siendo uno de los parques regionales más bellos de Francia.
La ciudad medieval de Carcassonne, Languedoc-Rosellón
La ciudad histórica y amurallada de Carcassonne está clasificada como Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. Esta ciudad medieval alberga la magnífica basílica de Saint-Nazaire y el Château Comtal (Castillo de los Condes). La ciudad de Carcassonne ya existía en el siglo I AC como una ciudad romana y en el siglo IX se convirtió en una fortaleza para defender la ciudad en las múltiples batallas contra los españoles. Fue rehabilitada en el siglo XIX y abierta al público desde entonces. Un consejo: échale un vistazo a la ciudad de noche, ya que sus paredes iluminadas dan a la ciudad un encanto único.
El Monte Saint-Michel, Normandia
El pequeño pueblo de Mont-Saint-Michel, situado en lo alto de una isla rocosa, es uno de los paisajes más famosos de Francia. En la cima de esta colina se encuentra la magnífica abadía de Mont-Saint-Michel, declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El pueblo, en el que habitan sólo 42 personas, fue el motivo de constantes peleas entre Bretaña y Normandía, que ambas reclamaban el territorio como suyo. Finalmente, es Normandía la que puede decir que el Mont-Saint-Michel forma parte de su geografía. La pequeña isla acoge cada año cerca de 3 millones de visitantes. Si vas allí, ten cuidado con las mareas: cuando la marea está baja, podrás caminar desde el continente a la isla, pero el nivel del agua sube rápidamente con el paso del día y cubre ese camino de arena. La única solución, ¡volver en barco!
El Amazonas a su paso por la Guayana Francesa
La Guayana Francesa, en América del Sur junto a Brasil, está atravesada por el río Amazonas y se trata del territorio francés más grande y más arbolado, ya está cubierto en un 95% por selva amazónica. Su biodiversidad es destacable y es que cuenta con 5.500 especies de plantas (más de 1000 diferentes tipos de árboles), 177 especies de mamíferos y al menos 500 especies de peces. Si deseas explorar este territorio y su excepcional bosque, lo mejor es ir al Parque Nacional o a una de las seis reservas naturales situadas en el territorio.
El castillo de Versalles y sus jardines, Yvelines
El Palacio de Versalles, situado al oeste de París, es sin duda uno de los castillos más bellos del mundo. Originalmente, era sólo un “modesto” pabellón de caza construido en el siglo XVII por Louis XIII. Su hijo, Luis XIV, fue quien decidió que sería la residencia real oficial en lugar del Louvre, y así comenzaron las obras que lo transformarían en un suntuoso palacio. Pero no sólo el edificio es espectacular; también lo son sus los jardines “a la francesa”, realizados por Le Nôtre. Son excepcionales y cuentan con el hermoso Gran Canal, l’Orangerie, el estanque de Suiza, la Fuente de Neptuno, la granja María Antonieta o el Grande y el Pequeño Trianón. El mejor momento del día para admirar el esplendor de Versalles es la puesta de sol: ve hasta el Gran Canal, en bicicleta (se pueden alquilar en el parque) y observa cómo se esconde, lejos de los turistas, en una calma total.
El parque natural de La Camarga
El mar, el Ródano, los caballos corriendo a orillas de estanques cubiertos de cañas, flamencos rosados que toman vuelo sobre las lagunas de agua salada… ¡El Parque Natural Regional de La Camarga es una maravilla! Se trata de un enorme humedal situado en el delta del Ródano y la costa mediterránea, que alberga una reserva natural de gran valor botánico y zoológico. La sal del mar penetra en la tierra y permite el desarrollo de una vegetación muy particular, como la lavanda de mar o el hinojo, que cambia de color dependiendo de la temporada y aporta identidad al paisaje. La cría de caballos y toros es una de las principales especialidades de esta región, así que puedes aprovechar para recorrer el parque trotando o galopando. ¡Será una experiencia inolvidable!
París y sus monumentos
Por si alguien no lo sabía todavía, ¡París está lleno de hermosos lugares y monumentos! El Museo del Louvre, antigua residencia real, es un extraordinario edificio. El patio central al aire libre, con su pirámide de cristal, que contrasta con el antiguo palacio, es especialmente bello por la noche. También cabe mencionar la catedral de Notre-Dame de París y el Barrio Latino, una pequeña maravilla de la capital. El Panteón es imponente, mientras que la Torre Eiffel es el símbolo de París en todo el mundo, sin olvidarse del barrio de Montmartre y el Sagrado Corazón, que ofrecen unas vistas impresionantes de París. Para los amantes del arte moderno, el Museo Beaubourg y el Georges Pompidou. Por último, conviene dar un paseo nocturno por el puente de las Artes y la Ile Saint-Louis y comprobar por qué París es la ciudad más visitada de Europa.
El golfo de Porto, Córcega
Es difícil recomendar qué ver en esta isla en la que todo es belleza… Pero si hay que elegir, diremos que el Golfo de Porto tiene fama de ser uno de los lugares más hermosos de Córcega. Situado entre el mar y el Parque Natural Regional de Córcega, comprende las calas de Piana, la reserva de Scandola y el Golfo de Giralota, todos declarados Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO. El entorno es único con sus aguas de color turquesa y un clima envidiable. El Golfo de Porto incluye decenas de playas, como la de Bussaglia o Tuara. También vale la pena ver los pueblos de alrededor que son auténticos remansos de sol y paz.
Los volcanes de Auvernia
Hermosos paisajes y riqueza natural. Así se puede describir el Parque Natural Regional de los Volcanes de Auvernia. Es el mayor parque regional en Europa y es el hogar de cuatro macizos volcánicos. Los volcanes más jóvenes de la región (que ya tienen 8.000 años) forman la famosa Chaîne des Puys (cadena de los Puys). El volcán más impresionante de la misma es el Puy de Dôme, que ha dado nombre a esta región de Francia. Todos estos volcanes están inactivos desde hace miles de años, pero ofrecen uno de los paisajes más espectaculares del mundo que debe ser visto al menos una vez en la vida.
El puerto de Honfleur, Calvados
Este pequeño puerto es la viva imagen de Ámsterdam, con sus estrechas y pintorescas casas de ladrillos. Honfleur es, históricamente, una ciudad de artistas, sobre todo de los impresionistas y, a pesar de su pequeño tamaño, alberga decenas de galerías de arte, el museo Eugène Boudin (que pintó en numerosas ocasiones Honfleur, tal y como hicieron Claude Monet y Gustave Courbet), la hermosa Iglesia de San Catalina, construida en madera y numerosas tiendas de artesanía. Si te encuentras en Honfleur, aprovecha para comer en la terraza de un restaurante y disfrutar de una copa de Calvados o de unos mejillones al vino blanco tradicional. No te olvides tampoco de perderte entre las tranquilas calles empedradas en lo alto de la ciudad.
El Marais poitevin, Pays de la Loire- Poitou-Charentes
La “Venecia Verde”. Así llaman a estas 29.000 hectáreas de humedales que cubren partes de las regiones de Pays de la Loire y Poitou-Charentes. Docenas de canales de color verde (por los depósitos de álamos, sauces y juncos) forman el Marais Poitevin, un remanso de paz que se puede recorrer a bordo de un barco (con patrones que, como los gondoleros, clavan su largo bastón en el fondo para avanzar) en absoluta calma y admirando la flora y la fauna de la marisma. A lo largo de sus márgenes, se construyeron hermosas casas de colores, a menudo cubiertas de enredaderas que parecen fundirse en el paisaje. ¡Una experiencia maravillosa!
Las cuevas de Lascaux, Périgord
Situada en el Valle del Vézère en el Périgord, las cuevas de Lascaux son un yacimiento prehistórico de gran importancia internacional y testimonial que dejaron los seres humanos que vivían allí hace 17.000 años. Estas cuevas, que datan del Paleolítico, fueron descubiertas en 1940 y albergan representaciones de caballos, ciervos, bisontes y algún tipo de felinos, entre otras. El lugar es considerado por expertos casi como un templo sagrado que debe preservarse tanto de la erosión natural de la cueva como de los turistas que lo visitan cada año. Por la cantidad y calidad de las pinturas, está considerada una de las cuevas prehistóricas más importantes del mundo.
Isla de Ré, Charente Marítimo
Las pequeñas calles empedradas de la isla de Ré, sus tiendas, restaurantes y hermosas playas … ¡Qué espectáculo! Esta pintoresca isla, situada en el Atlántico y conectada con La Rochelle por un puente, es un lugar ideal para relajarse y descansar. Nada mejor empezar el día con un desayuno en uno de los cafés del puerto de La Flotte-en-Ré. Por la tarde, un paseo en las pequeñas calles rodeadas de malvas y sus casas con las persianas en colores pastel. Saint-Martin-de-Ré es probablemente el pueblo más bonito de la isla, así como su centro administrativo. Se encuentra rodeado por edificios fortificados construidos en Vauban en el siglo XVII. Esta ciudad fue declarada Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO.
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