Revista Cultura y Ocio
Termine como termine, y deseo que seamos capaces de ayudar a que siga de una u otra forma, el movimiento de los INDIGNADOS ha removido muchas cosas y muchas conciencias en esta sociedad, en esta democracia que necesita urgente regeneración y en cada uno de los ciudadanos que han aceptado o rechazado a este heterogéneo colectivo de cuya existencia hay que felicitarse.
Hay que ayudar también a que esa idea a la que se refiere la pancarta de filosófico contenido, se vaya concretando y vaya impulsando acciones posibles y necesarias.
Quienes han desencadenado esta necesaria tormenta, quienes hemos colaborado de una u otra forma con nuestra presencia, nuestro ánimo, nuestros intercambios en la plaza y nuestros limitados medios de difusión, no debemos permitir que esta luz se apague.