En la garganta del Rin, Rüdesheim am Rhein es una ciudad vinícola bajo los altos viñedos de Riesling. Los paisajes están llenos de drama, donde las altas paredes del desfiladero se sumergen en el amplio río lleno de islas. Y vigilando los bancos hay castillos medievales inscritos en el Patrimonio de la Humanidad del Valle del Alto Rin de la UNESCO.
Esta parte del Rin, no lejos de la Roca Lorelei, ha tenido durante mucho tiempo un lugar especial en los corazones alemanes: en la década de 1870 fue elegida para un monumento magistral a la unificación alemana y la victoria en la Guerra Franco-Prusiana. Puede caminar hasta el Monumento Niederwald a través de viñas y bosques de hayas, o tomar un teleférico para ver el Rheingau que no olvidará pronto.
Exploremos las mejores cosas que hacer en Rüdesheim am Rhein :
1). Monumento Niederwald
Arriba, en la colina homónima, el Monumento Niederwald llegó a raíz de la derrota alemana de Francia en la Guerra Franco-Prusiana en 1871. La planificación comenzó tan pronto como terminara la guerra, y pasaría más de una década antes de que se revelara esta inmensa celebración de unificación, en 1883. En lo alto de un pedestal y visible desde cierta distancia está la figura alegórica de Germania, en su trono y levantando la corona romana sagrada en su mano derecha, y sosteniendo la espada imperial en su izquierda.
Debajo de ella, en la parte superior de una escalera doble, hay un relieve del Kaiser Wilhelm I a caballo junto con líderes militares, soldados y miembros de la nobleza.
En cuatro paneles de piedra están la letra del “Wacht am Rhein” (Guardia en el Rin), una canción patriótica de mediados del siglo XIX.
2). Teleférico al Monumento Niederwald
Puedes caminar, pero la forma más fácil de llegar al monumento es tomar el teleférico desde Oberstraße para un viaje de 15 minutos sobre el casco antiguo y los viñedos al lado del Rin.
En el camino en estas góndolas al aire libre de dos plazas hay vistas soñadoras sobre el Rin y la cadena de islas estrechas y boscosas en el río frente a Rüdesheim.
En verano, podría hacer un viaje nocturno especial para ver la luna reflejada en el río, mientras que también hay un restaurante en la estación superior que le da una excusa para pasar más tiempo bajo el hechizo del paisaje de la Garganta del Rin.
3). Gabinete de música mecánica de Siegfried
Los instrumentos musicales automáticos en muchas formas son las estrellas del espectáculo en este museo caprichoso.
Estos datan del siglo XVIII al siglo XX y van desde cajas de música hasta órganos sobre ruedas, hasta una pequeña orquesta de 15 instrumentos.
Ya sea que se operen manualmente, cargados con una llave de bobinado o eléctrica, la complejidad de estos instrumentos casi mendiga la creencia.
Tendrá una idea de cómo se fabricaron, viendo el equipo requerido para fabricar tubos de órgano, así como sus componentes individuales como rollos de música, discos perforados y partituras en cartón.
4). Drosselgasse
Con solo dos metros de ancho y 144 metros de largo, Drosselgasse es el callejón a lo largo del cual los armadores de Rüdesheim transportarían sus equipos y mercancías desde la orilla del río hasta el casco antiguo.
Perpendicular al Rin, es una de las seis calles paralelas que bajan por la ladera desde Oberstraße.
Cuando se mencionó por primera vez en el siglo XV, Drosselgasse era un cuarto para los marineros, que llevaban sus remos, velas y aparejos a sus apartamentos a través de estrechos pasillos, y dejaban sus botes despojados amarrados en el agua.
Hoy en día, la calle es pintoresca como puede ser, bordeada de casas con entramado de madera para tiendas de recuerdos, tiendas especializadas artesanales y tabernas de vino a menudo cubiertas de viñas.
5). Abadía de Eibingen
Incluido en el Valle del Alto Rin, Patrimonio de la Humanidad por la UNESCO, la Abadía de Eibingen todavía tiene una comunidad de monjas benedictinas.
Además de durante el siglo XIX, cuando se disolvieron los monasterios, las monjas han estado aquí desde que Hildegard de Bingen fundó la abadía en 1165. Fue una verdadera polimática, como escritora, compositora, filósofa y científica natural temprana.
Su historia se cuenta en los frescos de la iglesia de la abadía, pintados al estilo de la Escuela de Arte Beuron en el siglo XIX.
Las monjas dirigen un viñedo y venden el vino junto con otros artículos artesanales en la tienda de la abadía.
Por la noche puedes venir a escucharlos cantar vísperas, mientras que también hay conciertos en la abadía para el Rheingau Music Festival en el verano.
6). Brömserburg
Originado en los siglos XI y XII, Brömserburg fue probablemente la primera de las muchas fortalezas que ahora conforman el Patrimonio de la Humanidad del Alto Rin Medio.
El castillo estuvo en manos de los arzobispos de Maguncia desde su inicio hasta el siglo XVIII.
Y ha llegado en buenas condiciones, además de perder su ala sureste ante un ataque del duque de Longueville en la Guerra de los Treinta Años en 1640.Brömserburg ha estado en manos de la ciudad desde la Segunda Guerra Mundial y tiene un museo del vino que traza la historia de la producción en la garganta del Rin.
Hay ánforas antiguas, barriles, prensas de vino, botellas y vasos históricos, todo explicado a través de una audioguía multilingüe.
7). Centro Asbach Besucher
La etiqueta del brandy Asbach data de 1892 cuando el nativo de Colonia Hugo Asbach trajo los secretos de la destilación del brandy de un viaje a Cognac en Francia.
En aquellos días, el brandy de Asbach era conocido como “Rüdesheim Cognac”, antes de que a Hugo Asbach se le ocurriera la palabra alemana “Weinbrand” después de que “Cognac” solo podía aplicarse a productos franceses.
El centro de visitantes en Rüdesheim proyecta una película que le dice todo lo que necesita saber sobre la empresa.
También puede realizar un recorrido vertiginoso por la destilería para ver las fotos centenarias y los tanques de fermentación, y probar un poco de brandy por una pequeña tarifa.
Si esto cumple con su imaginación, llame a la tienda y venda el galardonado Privatbrand de Asbach, de ocho años.
8). telesilla Assmannshausen
El pueblo de Assmannshausen alrededor de la curva del Rin, se incorporó a Rüdesheim en 1977. Es posible que ya conozca el nombre del vino tinto local, elaborado con uvas Pinot Noir.
Un telesilla lo llevará desde la orilla del río hasta Jagdschloss Niederwald, un antiguo pabellón de caza, ahora un hotel que bordea una reserva de vida silvestre.
En el camino hacia arriba y en la estación superior, puede contemplar la orilla derecha del Rin y mirar hacia Assmannshausen, que está muy apretada en el redil de un valle contiguo.
Una excursión favorita es caminar por el bosque durante 30 minutos para llegar al Monumento Niederwald en el camino de regreso a Rüdesheim.
9). Klunkhardshof
En la calle lateral homónima que se aleja de St. La iglesia de Jakobus es una de las casas de entramado de madera más antiguas y fotogénicas de la ciudad.
Klunkhardshof, con una fachada ligeramente cóncava, fue construido para la familia de comerciantes Klunkhard a mediados del siglo XV y es una de las mejores paradas en un recorrido a pie por la ciudad.
La casa de tres pisos tiene una gran inscripción que resume su historia en el primer piso y ha estado en la misma familia desde 1906.
10). Burg Ehrenfels
Los caminantes que recorren el camino de los viñedos entre Rüdesheim y Assmannhausen se encontrarán con esta ruina del castillo medieval en la empinada ladera.
Los orígenes del edificio se remontan a la Edad Media, mientras que la arquitectura actual es de principios del siglo XIII.
Burg Ehrenfels fue ordenado por el arzobispo de Mainz como una estación de aduanas y un baluarte contra los hostiles condes Palatinos del Rin.
El castillo fue dañado en la Guerra de los Treinta Años y luego parcialmente demolido por los franceses en la Guerra de los Nueve Años a fines del siglo XVII.
Desde entonces se ha permitido que se deteriore, aunque las dos torres de 30 metros de su muro protector están en excelentes condiciones.
Al otro lado del agua en una isla fluvial, la Binger Mäuseturm (Torre del Ratón) es de la antigua estación de aduanas y fue restaurada a mediados del siglo XIX.
11). Cultura del vino
Los romanos fueron los primeros en aprovechar al máximo las condiciones vitícolas supremas de la Garganta del Rin hace 1.900 años.
La bebida es tan integral para el pasado de Rüdesheim que las copas de vino se han recuperado de las tumbas en la ciudad desde la Alta Edad Media.
La gran amplitud del Rin aquí refleja la luz solar en las laderas orientadas al sur, donde las hileras de vides Riesling se nutren de más de 1,640 horas de sol al año.
El suelo en este tramo de 38 kilómetros del Rin es increíblemente diverso (pizarra, arenisca, cuarcita), creando matices en el sabor de un viñedo a otro.
Rüdesheim está dedicado a Riesling, que fluye en las numerosas bodegas y tabernas de vinos de la ciudad.
Y a mediados de agosto es el momento para el Weinfest anual, que tiene lugar debajo de los plátanos en la plaza del mercado.
12). Niederwaldtempel
Este templo clásico en el parque paisajístico inglés puede ser el mejor de todos los puntos de vista en Niederwald.
Una persona que estaría de acuerdo fue Johann Wolfgang von Goethe, que miró a través de la garganta del Rin desde este lugar exacto el 3 de septiembre de 1814. A partir de entonces, el templo, construido en 1790, se hizo conocido como Goethe-Tempel.
El original fue destruido en la Segunda Guerra Mundial, pero reconstruido poco después, con siete columnas dóricas alrededor de una rotonda.
13). Carillones de Rüdesheim
Un paseo por Rüdesheim será rastreado por campanas en el golpe de hora y media hora.
En Drosselgasse hay 14 campanas en la torre del hotel y restaurante Rüdesheimer Schloss, tocando melodías como Die Lorelei (más sobre eso más adelante) cada hora y con autómatas de madera que representan cada una de las cuatro grandes cosechas de vino de Rüdesheim en el siglo XX.
Luego, en la fachada del gabinete de música mecánica de Siegfried, hay campanas hechas de porcelana Meissen que suenan cada media hora, a partir de las 09:30.
14). Viajes fluviales
En verano, Rheingau es una autopista para cruceros turísticos, y en esta temporada puede elegir entre tres compañías diferentes cuatro su viaje: Bingen-Rüdesheim Riverboat Tours, Rössler Line Riverboat Tours y KD Köln-Düsseldorfer Deutsche Rheinschiffahrt AG. En temporada alta, todos harán al menos tres salidas al día, y el destino más común es el Lorelei, una roca a 25 kilómetros por el Rin y llena de leyendas.
Poetas románticos como Heinrich Heine y Eichendorff se pusieron líricos sobre este coloso de 132 metros, mientras que Clara Schumann (adaptando el poema Heine), Felix Mendelssohn y Johann Strauss I compusieron música en homenaje.
15. Rhein en Flammen
El primer sábado de julio hay un viaje coordinado en barco y un evento de fuegos artificiales en el Rin.
En el área de Rüdesheim, esto se extiende entre Niederheimbach, a unos 15 kilómetros río abajo y Brömserburg.
Rhein en Flammen (Rin en llamas) es tan conmovedor como parece: un convoy de 50 cruceros viaja por el Rin, y los fuegos artificiales iluminan el cielo nocturno mientras los barcos pasan por Burg Ehrenfels y los viñedos de Assmannshausen.
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