El curso estaba llegando a su fin y Juan y Pedro estaban como locos preparando su baile de fin de curso. Por las tardes, cuando salían del colegio, querían ensayar todo el rato. Pero esa tarde no podía ser porque Ana era la encargada de comprar el regalo de la profe de la clase de Juan. Los padres de la clase habían decidido comprar una taza personalizada con la foto de la clase.
Fueron los tres a encargar la taza y, de paso, entraron en el supermercado para comprar patatas fritas y gusanillos, que era lo que tenían que llevar Juan y Pedro al cole el día de la fiesta.
Cuando salieron del supermercado Juan iba jugando con la bolsa de gusanitos, Ana le advirtió de que se si la seguía aplastando podría estallar, pero Juan no le hizo caso y, de repente “polf” la bolsa estalló.
“Mamá eres una bruja, lo sabes todo”: dijo Pedro. Y Ana no pudo hacer otra cosa que reírse.